Roberto Valiero es pescador en la zona de Laguna Garzón. El espejo de agua de 1.750 hectáreas, 9.600 hectáreas de superficie terrestre y más de 27.000 de superficie marina de la zona ingresó al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) en 2014. Ocupa territorio en Maldonado y Rocha; también posee barras arenosas que se deberían abrir naturalmente y permitir la comunicación con el océano. Su apertura en ocasiones se demora, generando que familias como la de Roberto, que viven cerca de la costa, sufran inundaciones. Cuando se sobrepasa cierto umbral de la medida, se solicita que el procedimiento se lleve a cabo de forma artificial con máquinas. “Yo no puedo dejar que se me pudra el rancho. En la zona ya hay varios inundados. Hace unos meses se llegó a la medida y no la abrieron hasta dos meses después, llegó el agua a los ranchos y entró medio metro de agua. Nadie le va a pagar a la gente que perdió heladeras, camas”, contó a la diaria.
El miércoles las direcciones nacionales de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) y de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Dinabise), junto con la Intendencia de Rocha, aprobaron que se abra la barra arenosa de Laguna Garzón.
Roberto explicó el problema: no se les avisó. “Yo me enteré en un almacén, a las cuatro de la tarde, porque estaba cerca de José Ignacio”, dijo. “Si la abren y yo tengo 1.000 metros de malla, me la lleva para el mar y no se la puedo reclamar a ningún ministerio, no me van a devolver lo que me llevan a mí del material”, sumó. Relató que intentaron abrirla “donde había una duna de arena” y que estuvieron “todo el día con la máquina y no pudieron, se cansaron y se fueron”, y que el jueves fue una máquina para abrirla de forma definitiva. Comentó que los pescadores tienen que “tener prioridad” para acceder a la información previamente porque tiene que estar “un mes abierta” y en un “lugar bien” para que “salga el pescado y entren otros para reproducirse”.
Victoria Pereira es integrante del equipo ejecutivo de la Fundación de las Lagunas Costeras, ONG que busca promover la conservación y regeneración de los recursos costeros y su entorno por medio de la educación ambiental y la investigación. “Hace tres años que venimos impulsando y promoviendo ante el gobierno y la Universidad de la República que se comience a estudiar la dinámica de la barra, solicitamos el presupuesto para que se hagan los estudios. Es esencial ver cómo está funcionando todo lo que tiene que ver con el movimiento de las aguas, incluso corroborar científicamente los impactos de la construcción del puente redondo por la cantidad de pilares que tiene”, indicó. Los estudios no se iniciaron hasta el momento.
En la misma línea, destacó la importancia de que exista un protocolo de apertura mientras los estudios no se hagan. “Todos los sectores involucrados -productores agropecuarios, pescadores, habitantes, ecologistas- tienen derecho a saber cómo van a sucederse las acciones en torno a la apertura para saber dónde están parados”, añadió. A diferencia del área protegida Laguna de Rocha, donde existe un protocolo establecido para este tipo de procedimientos, en Laguna Garzón no lo hay.
Cuando el agua invade
María González es la presidenta de la Sociedad Fomento de Garzón. Su familia es propietaria en la zona desde finales de 1800. Los integrantes de la organización son productores ganaderos –en Laguna Garzón es la actividad productiva principal que hace uso de los suelos- y juntan entre todos alrededor de 1.050 hectáreas en Maldonado y Rocha. Manifestó que también se están viendo afectados por las inundaciones porque “no abren la barra”. “Nosotros estamos a favor de preservar la buena salud de la laguna, pero sentimos que en vez de protegerla lo que hicieron fue intervenir el ecosistema y estropearlo; no hay estudios que puedan comprobar lo contrario”, cuestionó.
Tres días después de la apertura de las barras arenosas, contó que el agua no se había ido. “Es una inundación muy grande, está muy alta la laguna y el temor que tengo es que se vaya a cerrar la boca y quedemos inundados”, expresó. Recordó un episodio que sucedió tres meses atrás: “eEl poco tiempo que se retiró el agua, quedó como si hubiera venido un tsunami, todo podrido”.
“No hubo contaminación en Laguna Garzón, ahora dicen que hay luces amarillas por la contaminación. ¿Cómo no va a haber, si no dejan abrir la laguna para que se vayan los sedimentos? Los sedimentos; no los de la cuenca protegida, sino los de la fuente que viene del arroyo Garzón, que vienen de otros lados donde se planta soja y hay otros manejos del suelo”, declaró. Entiende que ahora se realiza el procedimiento en “casos extremos, cuando lea entra el agua a la casa a los pescadores” y que “es lógico” porque “viven familias y niños”. “Pero los productores no importamos”, enfatizó.
González integra la Mesa de Desarrollo Rural de Maldonado. Allí presentó la problemática y pidió el “apoyo” del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. También participó en una audiencia en las mesas de Rocha. Adelantó que la semana que viene se reunirán con los directores de Ganadería de ambas intendencias y con la presidenta de la Comisión Asesora Específica del área protegida. “La propuesta que vamos a presentar es que bajen la cota para abrir la barra. No puede ser que nos invada, es la parte privada. Hay productores a los que les tapó 75% de campo en Rocha”, planteó.
El artículo 15 de la ley que declara de interés general el SNAP establece la creación de una Comisión Nacional Asesora de Áreas Protegidas, integrada por delegados del Poder Ejecutivo, Congreso Nacional de Intendentes, Universidad de la República, organizaciones de productores rurales y organizaciones ambientalistas. A su vez, también se determina que cada área natural protegida debe tener una Comisión Asesora Específica, con una integración similar a la nacional, pero sumando a los propietarios de predios privados dentro del territorio y a pobladores. La Sociedad Fomento de Garzón integra la comisión específica del área protegida Laguna Garzón.
Sin protocolos específicos
Rodrigo García es el director de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Intendencia de Rocha. Declaró que el martes le envió una nota al Ministerio de Ambiente para que “con la urgencia del caso” se autorizara a abrir la barra arenosa. Agregó que el miércoles “la máquina estuvo temprano” y “hasta que no se dio la autorización no se abrió”.
“En Laguna de Rocha ya hay un protocolo de apertura de la barra arenosa de forma artificial, con máquina. Está basado en una medida, que cuando llega a esa altura que marca la regla, se comienzan a contar ciertos días para considerar la apertura de la barra. Si hay pronóstico de lluvia, no se espera demasiado, si no hay pronóstico de lluvias, se espera al menos diez días. Pero en Laguna Garzón no hay un protocolo todavía”, desarrolló. García manifestó que el proceso se realiza de acuerdo a lo que “empíricamente” observan: “Llegado cierto nivel, pasa lo mismo y hay que abrirla”.
Planteó que se está “trabajando en un protocolo” incluido dentro del Plan de Manejo de Laguna Garzón que “todavía no fue aprobado”. “Yo soy partidario de que se deberían abrir naturalmente, pero en muchos casos es un tema de ordenamiento territorial. A veces hay casas donde no deberían estar y también a nivel productivo, hay campos que producen donde no debería producirse. Hay ganadería en plenos bañados de la reserva de biosfera, entonces secan los bañados para que el ganado pueda pastar”, señaló.
El director de Ambiente de la Intendencia de Rocha afirmó que hay intereses sociales, económicos y ambientales, pero que los intereses públicos “siempre deben estar” por sobre los intereses de los privados cuando se trata de la calidad de lagunas o playas. “En este caso, la laguna es un ambiente público y su conservación al abrirla implica un beneficio bienvenido. Ahora, si no lo es para los productores porque se inunda... a veces la naturaleza no juega a su favor y la manipulación puede jugar en contra”, apuntó.
Eduardo Andrés, director de la Dinacea del Ministerio de Ambiente, dijo que a partir de la solicitud de la Intendencia de Rocha se “estuvo monitoreando la situación en función del pronóstico del tiempo”. “Ha seguido lloviendo y esas zonas tienen más cantidad de agua que Montevideo, y decidimos darle curso a la solicitud”, expresó. Planteó que estaban los técnicos del área protegida y los técnicos de Laguna de Rocha.
También se le preguntó si se estaba elaborando un protocolo específico para el área protegida de Laguna Garzón. Respondió: “Se está trabajando para incorporarlo a la Comisión Asesora Específica y abordar la discusión de estos temas a nivel del ministerio, con los participantes sociales y locales, con el fin de acordar un protocolo y no tener estas situaciones, que son imprevistas, ni dudas al respecto de cómo actuar”.