“Empalme Olmos: capital de la basura”, decía un cartel colocado en la localidad de Canelones, fuera del Club de Abuelos Unión, sitio donde tuvo lugar una audiencia pública convocada por el Ministerio de Ambiente el 17 de diciembre. El objetivo de la instancia era tratar el proyecto que presentó la compañía Morseloy SA −propiedad de José Andrés Guichón, empresario y director del Parque Industrial Olmos−, que pretende instalar una “planta de valorización de residuos domiciliarios” y un “relleno sanitario”, es decir, un basurero, en padrones linderos al arroyo Pando.

Según consta en el Informe Ambiental Resumen que elaboró la compañía, prevé que en 20 años −plazo establecido como mínimo de vida útil− depositarán 842.869 metros cúbicos de residuos. Medios locales informaron que un centenar de personas se hicieron presentes en la audiencia pública. El clima fue caldeado y en fotos se pueden observar más mensajes dirigidos a los tomadores de decisiones que decían “no queremos otro relleno sanitario”, “hace 30 años violan nuestros derechos” y “valorizan la basura, pero no la vida”.

Desde 2023, fecha en que se dio a conocer el proyecto, vecinos y vecinas de la zona donde pretende instalarse el basurero se encuentran organizados y denuncian que los documentos presentados por Morseloy ante el Ministerio de Ambiente tienen errores, que los procesos se realizaron en un marco de secretismo y en el que no se consideraron las afectaciones a la salud socioambiental y económica de la comunidad. A poca distancia del sitio, además, se encuentra otro vertedero conocido como Cañada Grande.

Por otro lado, uno de los puntos que genera mayor preocupación es la posible contaminación del arroyo Pando. En este marco, la Comisión de Vecinos de Empalme Olmos solicitó a la Facultad de Ciencias asesoramiento técnico. Patricia Gallardo, integrante del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, fue la encargada de elaborar el informe en 2023. Un año después, junto con sus colegas Daniel Panario y Ofelia Gutiérrez, también formuló una serie de cuestionamientos al Informe Ambiental Resumen que presentó Morseloy.

El Ministerio de Ambiente clasificó como “C” a la iniciativa, que incluye aquellas “actividades, construcciones u obras, cuya ejecución pueda producir impactos ambientales negativos significativos, se encuentren o no previstas medidas de prevención o mitigación”. Según informaron fuentes técnicas de la cartera a la diaria, aún no se han expedido sobre si otorgar o no la autorización al proyecto.

Un problema que debe ser evaluado desde varias ópticas

Patricia Gallardo también participó en la audiencia pública y realizó una presentación frente al centenar de personas. En diálogo con la diaria, hizo hincapié en que no fue la única integrante de la academia presente y, como suele ser habitual en este tipo de instancias, contó que duró varias horas y fueron varias las personas que tomaron la palabra. En conjunto, lograron plasmar los impactos que traería el proyecto. “Son numerosos los aspectos a evaluar para la instalación de un relleno sanitario, dentro de los que se deben incluir aspectos económicos, sociales y ambientales. Las evaluaciones para la instalación de este tipo de emprendimientos deben realizarse desde la multidisciplina y desde varios enfoques”, decía en el informe que escribió en 2023 y compartió con la diaria.

Por ejemplo, desde el punto de vista económico señaló que “es necesario conocer la cantidad de residuos que se generan para contar con un predio del tamaño adecuado, además de que el mismo esté cercano al centro generador de residuos para disminuir los costos de transporte”. En lo social, “es importante la aceptación de la población desde las etapas iniciales de este tipo de proyectos”. Asimismo, desde la perspectiva ambiental, dijo que “existen muchas condiciones del medio receptor que deben tenerse en cuenta; desde la aptitud geológica del sitio, la existencia de acuíferos, zonas inundables, cursos de agua, tomas de agua de abastecimiento a poblaciones, zonas de reserva de fauna y flora, sitios de interés patrimonial, entre otros”.

La científica puso sobre la mesa que, de acuerdo al Plan Nacional de Gestión de Residuos para el período 2022-2032, la “tendencia general debe ser reducir al mínimo la cantidad de rellenos sanitarios y erradicar los basureros o vertederos a cielo abierto”. “Esto incluye una estrategia de regionalización de los rellenos sanitarios, para lo cual se definen regiones a utilizar el mismo relleno sanitario y así evitar la proliferación de los mismos”, agregó.

Probabilidades de contaminación del agua superficial y subterránea

El artículo 36 del decreto 30/2020 establece que los sitios de disposición final de residuos sólidos deberán estar a una distancia mínima de 200 metros de cuerpos de agua superficiales. “La firma propone una ubicación con un buffer de 200 metros al curso de agua, el arroyo Pando. Más allá de que la propuesta cumpla con el criterio de exclusión, es de destacar que este curso de agua posee dos represas y una toma de agua, situadas aguas abajo del predio. Esta toma de agua se verá seriamente comprometida, dado que disminuirá la calidad de agua del arroyo Pando”, escribió Gallardo en la asesoría técnica. También existen “al menos 11 pozos de agua subterránea en un radio de dos kilómetros alrededor del sitio a instalar el relleno”.

A su vez, en el informe también se habla sobre la “posible afectación a aguas subterráneas”. La integrante del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales expresó que “en la zona, los acuíferos que hay son fracturados, es decir, el agua circula por fracturas o fallas con mayor o menor grado de interconexión. Arriba de la roca dura está lo que se llama una cobertura sedimentaria, que es una unidad geológica, la Formación Libertad. La permeabilidad de esa unidad se ha visto que es variable, siempre hay que hacer bastantes medidas in situ para ver si alcanza los valores aceptables para que no se filtre el lixiviado, que es lo tóxico que generan los rellenos sanitarios”, explicó. “En un par de pozos que los proponentes midieron hay espesores en teoría suficientes para que el relleno pueda hacerse, en otra parte, donde van a construir las celdas, no”, acotó, agregando que las aguas subterráneas del sitio, “mediante fallas, se conectan con las aguas superficiales”. “Las aguas subterráneas del sitio donde pretende instalarse el basurero van drenando hacia el arroyo Pando”, recalcó. Por esta razón, está el peligro de contaminación. En el informe también manifestó que es “necesario contar con datos más precisos del flujo de agua subterránea en el predio”.

Impactos acumulativos

En el informe, Gallardo describió que a unos cuatro kilómetros de la zona ya existe un vertedero y que “este nuevo emprendimiento generaría impactos acumulativos que no han sido contemplados”. Sobre el punto, expresó que “la instalación del relleno sanitario en un nuevo predio, a pocos kilómetros del existente, va en contra de las directrices departamentales de ordenamiento territorial”, y destacó el decreto que nombramos más arriba, donde se establece que “la localización de los sitios deberá considerar la atención de las necesidades regionales, propendiendo a la reducción del número de sitios en función de una economía de escala, la racionalización de la recolección y la disposición final”. Gallardo consideró que “la propuesta de un nuevo sitio va en dirección opuesta a la racionalización de la recolección y disposición final de residuos”.

“En todo relleno sanitario se generan olores desagradables que siempre son percibidos por la comunidad, y en Uruguay no existe una dirección preferencial de vientos, por lo tanto los olores se percibirán por las comunidades vecinas. Incluso podrán ser percibidos hasta en la ciudad de Pando. Además de los olores, las voladuras de materiales livianos, principalmente bolsas, llegarían al arroyo Pando, comprometiendo aún más su calidad. También suelen migrar a la zona especies invasoras como roedores (ratas, ratones) o aves que pueden traer enfermedades a los habitantes de la zona o generar conflictos por los diferentes usos del suelo, por ejemplo aves que se alimenten de cultivos”, resaltó. Enseguida, destacó que en el sitio alrededor del predio donde se pretende instalar el relleno hay diversas actividades productivas, como plantaciones de cítricos y ganadería.

El sitio no es el adecuado

En el informe, Gallardo apuntó que “la instalación de un relleno sanitario en el sitio donde plantea Morseloy SA no se considera adecuada” y detalla cinco razones. La primera es que “la geología de la zona no sería apta para la instalación de un relleno sanitario” ya que “si bien se describe la presencia de la Formación Libertad, los espesores constatados de esta unidad no son suficientes”. La segunda es que “la ubicación de las celdas que plantea la firma se realizaría directamente sobre el basamento cristalino con diferentes grados de alteración meteórica, lo que puede comprometer las aguas superficiales y principalmente las aguas subterráneas”. La tercera razón es que el arroyo Pando tiene “una toma de agua para abastecimiento a poblaciones situada aguas abajo del predio a afectar”. La penúltima es que “existen suelos y entornos urbanos a menos de cuatro kilómetros del área a intervenir: Villa Olmos, Empalme Olmos y Pando”. Finalmente, la quinta razón es que “no se consideran los efectos de las voladuras que lleguen al arroyo Pando, además de que los olores serían percibidos por las comunidades vecinas”.

“El problema de la basura está presente en todas las ciudades y se tiene que resolver con cuestiones vinculadas al ordenamiento territorial. Nadie va a querer un basurero cerca. En este caso, pienso que es muy arriesgado. El basurero anterior que se rechazó, el de Cerro Mosquitos, estaba asociado a la cuenca del arroyo Solís Chico. Esta cuenca se considera muy importante por su biodiversidad y, como podía haber peligros, se rechazó. En este caso, es como que el arroyo Pando no importara”, lamentó Gallardo. Enseguida, explicó que el basurero que pretende instalarse en Empalme Olmos se encuentra más cerca del curso del agua que en el proyecto rechazado y que “los niveles de arcilla y de esa unidad geológica impermeable, que es importante que esté presente en los lugares donde querés instalar un relleno sanitario, en esta zona también es mucho menos potente”.

Habrá que esperar para ver qué camino tomará el Ministerio de Ambiente. Gerardo Amarilla, subsecretario, dijo aBúsqueda que la cartera está “en la etapa de elaboración del informe técnico final antes de la resolución ministerial” y que los tiempos dependen de “cuánto demoren los técnicos”. Por su parte, el Intendente de Canelones, Marcelo Metediera, expresó también a Búsqueda que que la comuna no tiene una resolución y mantiene la postura de que “hasta que no exista un análisis ambiental de lo que se vaya a proyectar, no se va a mover ni un centímetro de nada”, aunque señaló que “el tema del sitio de disposición final va a haber que resolverlo, y no será en Cañada Grande o en Empalme Olmos, pero va a ser por ahí. Hay que buscar el mejor lugar para hacerlo, que tenga los cuidados ambientales y también incorporar cuestiones vinculadas a los costos, porque es la responsabilidad política que tenemos”.

Ubicación del proyecto según se plasma en el Informe Ambiental Resumen.

Ubicación del proyecto según se plasma en el Informe Ambiental Resumen.