Este lunes comenzó la segunda semana de la trigésima Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP30), en Belém do Pará, a las puertas de la Amazonia, en Brasil. El día estuvo marcado por la llegada de los ministros de los diferentes gobiernos. Sin embargo, durante el fin de semana tuvieron lugar movilizaciones. Líderes indígenas y la sociedad civil protagonizaron el Funeral de los Combustibles Fósiles, una marcha paralela a la reunión que contó con más de 70.000 asistentes. Entre colores, simbolizaron el entierro del petróleo, el gas y el carbón. La periodista especializada en cambio climático Tais Gadea informó en Climática que el panorama dentro del recinto es menos festivo y que las negociaciones están bastante estancadas, avanzando a paso lento, y que preocupa cómo la presidencia de Brasil coordinará el trabajo para alcanzar resultados concretos. Quedan pocos días de negociaciones; está previsto que la COP termine este viernes 21.
Edgardo Ortuño, ministro de Ambiente, dio un discurso durante la reunión de alto nivel que tuvo lugar este lunes. Dijo que el encuentro conlleva “una responsabilidad histórica” de “reafirmar” el “compromiso colectivo con la acción climática, la justicia ambiental y la solidaridad entre los pueblos”. Manifestó que es fundamental “fortalecer el acceso a financiamiento climático” e hizo hincapié en “el cumplimiento efectivo de los compromisos financieros de los países desarrollados hacia los países en desarrollo, para que estos cuenten con recursos adicionales, previsibles, concesionales y transparentes en línea con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”. Aclaró que los recursos no deben destinarse sólo a acciones de mitigación, sino que también debe tenerse en cuenta la adaptación de los países más vulnerables.
El jerarca apuntó que “la transición energética y productiva debe ser socialmente justa, equitativa e inclusiva, sin dejar a nadie atrás”. “La acción climática debe avanzar de la mano de la reducción de la pobreza, la equidad de género, intergeneracional, étnico-racial, la participación plena de las comunidades locales, las poblaciones vulnerables, rurales y mujeres con perspectiva de derechos humanos. En este sentido, consideramos necesaria la creación de un mecanismo de transición justa bajo la convención”, aseveró. También resaltó que Uruguay es “un país pionero en sostenibilidad ambiental” y que “transformó la matriz eléctrica alcanzando un 97% de fuentes de energía renovable”. “La COP30 debe ser recordada como una conferencia de decisiones firmes y resultados equilibrados, donde los compromisos se transforman en acciones concretas. Queremos contribuir a los consensos, aportar soluciones y ejercer liderazgo. Nuestro mensaje es claro: la justicia climática no puede esperar”, finalizó.
La participación de Ortuño en la COP30 tiene lugar tras una semana agitada en el debate sobre la búsqueda de hidrocarburos en Uruguay. Amigos del Océano presentó firmas en Torre Ejecutiva con el objetivo de suspender la exploración y prevenir la posible explotación de combustibles fósiles en nuestro mar; hubo alertas de científicos sobre los impactos socioambientales que podría causar la actividad, y diputados están evaluando una convocatoria para que brinde más información ante el Parlamento.