El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, convocó a una conferencia de prensa el jueves por la tarde para anunciar que brindará la autorización ambiental previa parcial a Morseloy S. A. para la construcción de una “planta de valorización de residuos” en Empalme Olmos. En 2023, la compañía presentó ante la cartera dos proyectos: uno consiste en la construcción y operación de una “planta de valorización de residuos domiciliarios”; otro en la construcción de un “relleno sanitario”, es decir, un sitio de disposición final de residuos.

Bouvier manifestó, en diálogo con la prensa, su satisfacción en haber culminado “un desafío” que la administración se propuso “desde el comienzo”, y cuya concreción “representa un antes y un después en la gestión de residuos”, así como la solución a “un problema endémico del departamento de Canelones”.

La iniciativa es resistida por vecinos, quienes denuncian que el proyecto presentado ante la cartera ambiental contiene errores. Asimismo, sus fundamentos fueron amparados por integrantes de la comunidad científica: según un informe del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias, el basurero podría contaminar cuerpos de agua superficiales y subterráneas. Un punto clave del proyecto es que pretende instalarse en padrones linderos al arroyo Pando.

Bouvier aclaró que la autorización ambiental es de carácter “parcial” y que si bien comprende una “planta de valorización de residuos”, no se permitió la realización de un relleno sanitario, como propuso el privado originalmente. Esto significa que si bien se clasificarán y valorizarán residuos en el nuevo emplazamiento, “la fracción no valorizable continuará siendo dispuesta en Cañada Grande”.

El ministro de Ambiente subrayó que la decisión es el resultado de “un riguroso proceso de evaluación de impacto ambiental” que contempló “todas las instancias formales” establecidas en la normativa. Asimismo, anunció que habrá una comisión de seguimiento para que la comunidad pueda “monitorear y acompañar cada etapa de operación de la planta”.

El jerarca manifestó que la Intendencia de Canelones fue partícipe de “todo el proceso” y manifestó “su conformidad” con el informe técnico que elaboró la cartera. Enseguida, señaló que la decisión también fue acordada con las autoridades del gobierno entrante. “Trabajamos en este aspecto con el presidente electo, trabajamos con el intendente actual y hubo una carta ratificatoria del informe que emitió la Intendencia de Canelones”, resumió. Bouvier afirmó que, de funcionar “de manera eficiente”, la planta cumplirá un rol importante en el “proceso de cierre” del vertedero de Cañada Grande, por lo que “minimizará el impacto ambiental y optimizará la gestión de residuos”.