Actualmente, las estadísticas oficiales sobre intercambio comercial externo no incluyen las operaciones en torno a las ZF, que, de considerarse, cambiarían los resultados en cuanto a montos, volúmenes y destinos. Los informes sobre Intercambio de Bienes que elabora el Banco Central (BCU) advierten que “no se incluyen movimientos de mercaderías que tienen origen o destino, exclaves aduaneros (Zonas Francas y Depósitos Aduaneros), independientemente del origen nacional o extranjero de las mismas”. Los registros ordinarios del Instituto Uruguay XXI comprenden las exportaciones hacia las ZF desde territorio uruguayo no franco, pero no los montos ni los destinos de las reexportaciones salvo excepciones. Sin embargo, la relevancia que adquirieron estas áreas amparadas en la Ley 15.921 llevó al gobierno a analizar la elaboración de estadísticas con información completa sobre las transacciones en torno a ellas.

Antía, bajo cuya responsabilidad funciona el Área Zonas Francas del MEF, informó a la diaria sobre la labor conjunta con el BCU y la Dirección de Aduanas para elaborar la metodología y “eliminar las distorsiones” derivadas de la carencia de datos desagregados.

Sin imposiciones

Las áreas comprendidas en la legislación sobre Zonas Francas están exoneradas de “todo tributo nacional, creado o a crearse, incluso de aquellos en los que por Ley se requiera exoneración específica, respecto de las actividades que se desarrollan en la misma”. Entre algunos impuestos de cuyo pago están eximidas las empresas que se instalan en ese régimen, están el IRAE, el Impuesto al Patrimonio, el IVA, el Imesi y el Impuesto al Control de las Sociedades Anónimas.

Verdad a medias

Explicó que el territorio aduanero del país no incluye a las ZF, por lo que “las estadísticas de comercio exterior, particularmente las de exportaciones, aparecen con destino a Brasil, a Estados Unidos, a otros, y a ZF como destino final”, generándose “una verdadera distorsión” en cuanto a los volúmenes reales, montos y destinos de las ventas realizadas desde esas áreas exentas de impuestos. A través del citado ámbito “se busca encontrar una solución a este problema, que no es fácil, porque toda aduana tiene la definición de su comercio exterior en base a lo que es el territorio aduanero uruguayo, y si bien las ZF forman parte del país, no forman parte del territorio aduanero”. En ese sentido, indicó que “hay que buscarle la vuelta para encontrar la información necesaria para complementar las estadísticas”.

Ejemplificó con que en lo respectivo a volúmenes y valores, pueden apreciarse diferencias en la incorporación de valor agregado a través de procesos industriales dentro de esos exclaves. “En Botnia entran palos pero sale celulosa, y la celulosa vale bastante más que los palos”, puntualizó. Acerca de los destinos, manifestó que los informes habituales no incluyen ventas

desagregadas muy importantes, “como las exportaciones de granos a China”, en las que “las estadísticas oficiales dan un déficit comercial que es mayor al verdadero, porque la exportación de granos que van a China, en realidad, se está contabilizando como si fuera a la Zona Franca de Nueva Palmira”.

Cabe recordar que la diaria informó que, contabilizando las exportaciones desde las ZF, la potencia asiática se convierte en el segundo destino de las exportaciones de Uruguay, detrás de Brasil (ver edición del 25 de agosto, página 5).

Debate abierto

En torno a la posición oficial sobre la creación de nuevas ZF, Antía sostuvo que se trata de “un debate antiguo y que puede caberle a cualquier régimen de promoción”, ya que “siempre que se hace una política promocional hay un sacrificio fiscal por parte del Estado”. Sobre el tema en sí, aseguró que “este gobierno ha sido muy cauto a la hora de autorizar nuevas ZF […], y cuando lo hizo fue porque entendió que la ecuación era favorable”.

En ese sentido, precisó que la política general consiste en no promover nuevos exclaves y en que los incentivos van en la dirección de la Ley de Promoción de Inversiones, aunque en particular “pueden caber excepciones”. “Cuando se perfeccionó la Ley de Inversiones se amplió el alcance de los beneficios y se achicó la brecha que había con la Ley de Zonas Francas”, apuntó, señalando que actualmente “el gobierno procura que el grueso de las inversiones se canalice al amparo de la Ley de Inversiones”.

En el caso de la ZF ‘Parque de las Ciencias’ (ver la diaria, 11/09/09, página 5) “se optó por hacer la concesión fundamentalmente atendiendo a la significación que tenía la inversión y la potencialidad que tenía de atraer otras inversiones, de alta tecnología, de crear puestos altamente calificados”. “Pero fue una excepción dentro del criterio general”, enfatizó el jerarca.