El Movimiento Nacional de Usuarios de la salud podría realizar una denuncia penal por omisión de asistencia a los neonatólogos del CTI del Pereira Rossell, que el viernes pasado presentaron 97 renuncias a la Comisión de Apoyo de ASSE (una persona pública no estatal de derecho privado que contrata personal para que trabaje en ASSE) y amenazan con presentar 16 más.

Ruben Buvier, representante del Movimiento Nacional de Usuarios, dijo a la diaria que hasta el momento no se ha constatado una omisión de asistencia, pero sí abuso de la posición dominante. En un comunicado de prensa el movimiento explicitó los aspectos jurídicos y su rol en la defensa de los derechos de los usuarios y declaró su “profunda preocupación por la situación planteada, ya que la misma podría poner en grave riesgo la atención de la salud de un colectivo especialmente vulnerable”.

También especificó que, según el marco regulatorio de los derechos del consumidor, la decisión de los neonatólogos involucrados en el conflicto podría configurar el denominado abuso de posición dominante en el mercado de la prestación de los servicios involucrados.

Y agregó que el movimiento sigue en forma permanente el conflicto, al tiempo que insta a las partes a agotar las instancias de solución, ya que el derecho a la salud es un derecho humano fundamental. “Vamos a estar alertas y si se genera el abandono de los puestos de trabajo automáticamente llevaremos adelante la denuncia correspondiente”, dijo Buvier para tranquilidad de más de uno.

Por su parte, ASSE puso en marcha una denuncia civil “debido a los posibles perjuicios económicos que conllevaría el hecho de que los neonatólogos hicieran efectivas sus renuncias”, dijo a la diaria el presidente del directorio de ASSE Félix González. A su entender, los perjuicios financieros podrían presentarse a la hora de hacer traslados.

Según la doctora Isabel Calvelo, vicepresidenta de la Sociedad Uruguaya de Neonatología y Pediatría Intensiva (SUNPI), “hay muchas más renuncias para mandar, pero no las enviamos aún porque estamos dialogando, para tratar de solucionar el conflicto”.

Calvelo mencionó que dado el tipo de pacientes que asisten (bebés y niños de hasta 28 meses que se encuentran en el CTI), establecieron que van a seguir trabajando y cubriendo cargos durante los siguientes diez días hábiles, hasta el 1o de enero. “Ningún hospital quedó sin servicios cubiertos”, subrayó la doctora.

González explicó a la diaria que para desvincularse del contrato en forma masiva tienen que avisar con un lapso de diez días hábiles. Según Calvelo, el problema no es tanto económico como que faltan médicos especialistas. “En este momento debido a las licencias por enfermedad y a las licencias por vacaciones van a faltar médicos para cumplir con las guardias. Nuestro reclamo tiene que ver con la escasez de médicos intensivistas pediátricos y neonatales. Cada vez hay menos especialistas en esta área de la salud”, consignó.

Calvelo dijo, además, que los neonatólogos no reciben aumento salarial desde noviembre de 2008, por lo tanto plantearon que “había que empezar a valorar lo económico para equiparar el sueldo de Salud Pública al de los privados, porque si no todos se van a trabajar a establecimientos privados. Dentro de poco no habrá más especialistas en el CTI. El año pasado no se recibió ninguno”, lamentó Calvelo.

El aumento que reclaman tan insistentemente es de 30 pesos por hora. A saber, de acuerdo al laudo estatal, un neonatólogo de Salud Pública gana 244 pesos por hora. El cargo es de 96 a 120 horas mensuales, lo que les da un sueldo que puede ir de 26.000 a 31.000 pesos, por el trabajo de poco más de cuatro días al mes. En un sanatorio privado, por 72 horas mensuales se paga alrededor de 35.000 pesos.

Desde distintos frentes se les imputó que, como especialistas de la salud, se recibieron en la Universidad de la República y que deberían tener más presente el juramento hipocrático, antes de asustar a un pueblo con la posibilidad de tener los CTI públicos sin asistencia. Sobre ese punto Calvelo mencionó que después de finalizar la carrera de medicina tuvieron que realizar seis años más de posgrado, tres de pediatría y tres de pediatría intensiva, para obtener finalmente el preciado título de neonatólogo. “Un médico de policlínica gana más que yo. Yo no sé a quién le da para vivir con 30 mil pesos si tiene hijos y los manda al colegio. Pero no es un problema de plata, es que en cinco años no habrá más pediatría intensiva. Nadie se recibe en Uruguay porque ganás más en otras especialidades con menos riesgo y estrés que la nuestra. Para poner un ejemplo, si te enfermás, DISSE te paga sólo 5.500 pesos”, dijo indignada y agregó que ésas no son más que frases trilladas, porque “nosotros no le debemos nada a la Universidad sino a la sociedad y se lo estamos dando. Si esto se soluciona, lo más seguro es que regresemos a los lugares de trabajo; si no, no es nuestro problema”.

Propuesta

Luego de varias instancias de de-sencuentros finalmente se llegó a un acuerdo por el cual se aprobó la propuesta que en nombre de la SUNPI había hecho el SMU. La propuesta consistía en que una comisión estudiara las condiciones laborales de los CTI pediátricos de ASSE, explicó González.

Por otra parte, se espera que los neonatólogos firmen un compromiso funcional y las otras gremiales, las Sociedades Anestésico- Quirúrgicas (SAQ), FEMI gremial, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y ASSE lo acepten, ya que, por un acuerdo médico firmado en 2008, al firmar un compromiso funcional automáticamente se producía una mejora salarial. Según González, “si la SUNPI firma el compromiso funcional las otras cuatro partes admitimos que el aumento sea retroactivo a tres meses. Esa mejora en la retribución de los sueldos es doble en los primeros tres meses. Eso significa que durante casi tres meses podrían cobrar el laudo privado, porque el acuerdo médico dura hasta marzo de 2010. A partir de abril de 2010 habrá que elaborar un nuevo acuerdo médico más duradero”, dijo, y agregó que no cree que estén muy lejos de alcanzar una solución.