La excepcionalidad del crecimiento económico de Uruguay se reflejó en el sector cárnico, sin industrias quebradas y con estabilidad en la faena, elevados precios externos, mayor volumen exportado, más destinos finales, buenos precios internos y suba del consumo local, resumió el presidente del Instituto Nacional de Carnes (Inac), Luis Alfredo Fratti, al presentar la Proyección de Cierre de los principales indicadores para 2009.

El directivo destacó que “cierra un año muy bueno”, con el sector con “pantalones largos” y jugando “en el primer mundo”, haciendo sentir “orgullosos” a quienes conducen ese organismo mixto especializado. Enmarcó los resultados en el desempeño global de la economía, con el país “mejor preparado” frente a la crisis, al punto de que “no hubo recesión” y el PIB crecerá no menos de 2%, “una excepción” en América del Sur; el ciclo de acumulación y crecimiento 2005-2008 facilitó que no quebrara “ninguna empresa industrial”.

Se cumplió la previsión del Inac en cuanto a que la faena bovina sería “buena” y superaría las 2.200.000 cabezas, “y el año quizá cierre cerca de 2.300.000 cabezas faenadas”. La faena de ovinos será “alta” y excederá los 2.000.000 de cabezas, implicando un aumento “importante” de las ventas externas, aunque tal nivel “se ha mostrado no sustentable en el tiempo”, con descensos en el stock; en este rubro, Fratti advirtió contra “problemas estructurales” asociados a la “matriz lanera” de la producción uruguaya, que “no permite competir”. “Hay que optar por la carne o la lana”, evaluó.

También celebró una ajustada estimación de precios para la carne bovina en torno a 2.500 dólares por tonelada, ya que “el promedio” estará “muy cerca”, en aproximadamente 2.470 dólares; en 2007 los precios promediaron los 2.140 dólares y en el “absolutamente excepcional” 2008 treparon a 3.250 dólares. En virtud de una “inteligente” administración de “la tensión entre el consumo interno” y la venta al exterior “ninguna empresa dejó de aprovechar esa coyuntura: vendió lo que quiso al exterior y se capitalizó”, dejando “fortalecido” el sector para “afrontar la crisis sin problemas”. El volumen de colocaciones bovinas “posiblemente” llegue a 385.000 toneladas, 10.000 más que en 2008, y los destinos serán “más de 100 países”. Rusia es el principal del año, con compras por casi 100.000 toneladas, más del 25% del total; le seguirá la Unión Europea, con aproximadamente otro 25% “pero casi el 40% en valor”; y el Nafta habrá absorbido sólo 14%, “una de las explicaciones sobre por qué el impacto de la crisis no ha sido fuerte en Uruguay: no teníamos una colocación muy importante” en América del Norte, lo que supone un “seguro de lujo”.

Las casi 400.000 toneladas de carne bovina que se colocarán en el año reportarán unos 940.000.000 de dólares, 100.000.000 más que en 2007 y 30.000.000 menos que en 2006, año en que se faenaron casi 2.600.000 cabezas y se exportaron casi 500.000 toneladas. Todas las colocaciones cárnicas totalizarán un retorno de 1.150.000.000 de dólares, el mayor de la historia después de 2008 y cerca del 25% del ingreso total por exportaciones.

El novillo gordo en segunda balanza se transó arriba de 2,2 dólares por kilo y el valor medio de exportaciones se ubicaría en 2,47 dólares por kilo, “un 12% superior”. “Que los buenos precios internacionales puedan llegar a la hacienda es clave para mantener el crecimiento”, porque “las señales de precios mueven la inversión”.

En el mercado interno se alcanzará un consumo promedio de “57, 58 kilos per cápita”, es decir, “10 kilos más que en 2005”, en un contexto de “mejora de la calidad” del producto que lo “asemeja a las exportaciones” y con “beneficios” para los consumidores “vía mayor oferta”, derivando en “mejores precios” al público.

Fratti, que confirmó su permanencia en el cargo, informó que “el asado del Pepe” duplicó las ventas internas de carne, lo que permitió aumentar “el aporte proteico” para la población de menores ingresos.