Alur, uno de los proyectos productivos más emblemáticos impulsados por el gobierno frenteamplista, ha sido en consecuencia duramente atacado por la oposición, desde la que se critican los altos montos de la inversión realizada, asegurándose que no generará la rentabilidad suficiente para garantizar su viabilidad.
El nuevo presidente de ANCAP, Germán Riet, dijo a la radio El Espectador que, hasta el momento, se han trasladado desde el ente 103.000.000 de dólares para invertir en el proyecto, mientras que el senador colorado Isaac Alfie declaró a ese medio que “es un costo feroz que terminamos pagando todos” y que “la inversión no va a dar resultados”.
Buscando generar la rentabilidad reclamada y acorde con el plan estratégico, Alur está ultimando las obras en su planta de Bella Unión, en Artigas, y en la aceitera Cousa, en Montevideo, con la que tiene firmado un convenio para comenzar a producir etanol y biodiesel. Para este último, la mezcla con el gasoil será de 2%, mientras que para el etanol el porcentaje de mezcla con las naftas puede alcanzar 7%.
En ese sentido, se proyecta que a fines del mes en curso ambas plantas comenzarán a generar biocombustibles: la del norte del país producirá etanol a partir de la caña de azúcar y el sorgo dulce, en tanto que la del sur generará biodiesel a partir de los granos de girasol.
De tutti
En conversación con la diaria De León explicó que la empresa comienza sus operaciones con una etapa de diversificación de productos, acorde con “el proyecto original” y que incluye, además de la ya operativa venta de azúcar, la producción de biocombustibles, la generación de energía eléctrica y la fabricación de alimento animal.
En ese punto, el funcionario ejecutivo indicó que también para fines de setiembre se proyecta comenzar con la producción de energía eléctrica, que se venderá a UTE, previéndose la generación de unos 4 megavatios por hora, “lo que equivale al consumo de una ciudad de unos 20.000 habitantes”.
Asimismo, señaló que la producción de alimento animal se registrará tanto en el norte del país, utilizando la caña de azúcar y el sorgo dulce, como en el sur, con el residuo del grano de girasol. En ambos casos se producirán “bloques proteicos concentrados y otros productos alimenticios, fundamentalmente para ganado de leche y carne”.
Según manifestó, esta producción permitirá sustituir “entre 35% y 40% las importaciones de alimento animal que hace el país todos los años”.
En lo que refiere a la producción de biocombustibles, De León informó que la destilería instalada en la planta de Bella Unión permitirá producir 27.000 metros cúbicos de etanol, “que es aproximadamente 7% del consumo de gasolinas que tiene el país”. En tanto, en la planta de Cousa se producirán unos 18.000 metros cúbicos de biodiesel, lo que equivale a 2% del consumo nacional de gasoil. Para llegar a obtener esos volúmenes se están explotando unas 10.000 hectáreas de caña de azúcar y unas 2.500 de sorgo dulce en el norte, mientras que en el sur del territorio se requiere de unas 35.000 hectáreas de girasol plantadas.
No todo es plata
De León destacó que es “importante evaluar la sumatoria de todos estos productos, que son los que va a tener Alur” y los que la compañía de propiedad estatal “va a comercializar a partir de este año”. En tal sentido informó que, actualmente, sólo con la producción de azúcar se están percibiendo unos 25.000.000 de dólares anuales, mientras que con la generación de todos los productos (azúcar, biocombustibles, energía y alimento animal) se llegará a obtener un retorno de aproximadamente 80.000.000 de dólares por año. “En definitiva ése era el objetivo: seguir agregando productos a partir de estas materias primas, lo que permite, por un lado, tener ingresos importantes por su venta, y, además, generar un fuerte impacto a nivel local, donde se desarrollan estos emprendimientos”, destacó.
Al respecto, añadió que “sólo en Bella Unión se generan 2.700 puestos de trabajo, pero si se suman los dos emprendimientos son unos 4.000 puestos directamente vinculados a estas dos cadenas agroindustriales”.
A su vez, remarcó que “también tiene un importante efecto en el país, porque hoy Uruguay compra petróleo, compra gasoil, compra alimento animal, y la incorporación de Alur permitirá sustituir importaciones por entre 65.000.000 y 70.000.000 de dólares al año”. Por último, puntualizó que no se puede esperar un retorno económico sin la inversión necesaria. “Es como si le pidiéramos a Botnia que tuviera resultados antes de tener pronta su planta de celulosa”, ejemplificó De León.