Un indicador citado por el servicio de noticias BBC Mundo para ilustrar la magnitud y la complejidad del crecimiento económico del gigante asiático es la creciente expansión del mercado de consumo de artículos de lujo. El descenso de ventas de productos suntuarios en las naciones desarrolladas se contrajo como efecto de la recesión global poscrisis, llevando a las compañías que los fabrican y comercializan a poner el foco en el mercado chino: joyas, bolsos, vehículos “de marca” y otros bienes de elevados precios encuentran gradualmente nuevos grupos de compradores minoristas.

En menos de tres años el PIB de China dejó atrás a los de Italia, Reino Unido, Francia y Alemania, país este último que en diciembre pasado fue desplazado por la potencia asiática como primer exportador mundial. Y ahora se procesa otro desplazamiento. Los estímulos fiscales dispuestos por Pekín el año pasado para contrarrestar la caída mundial de la demanda derivada de la crisis superaron el efecto buscado, ya que el PIB creció 8,7% en 2009, informó ayer el Buró Nacional de Estadísticas (BNE), según consignó la agencia EFE. Ello significa que pronto superará a Japón como segunda economía del orbe. La china creció 10,7% en el último trimestre tras haberlo hecho entre enero y marzo al 6,1%, su tasa más baja desde 1992. En 2009 su PIB llegó a 4,91 billones de dólares, la marca de Japón en 2008, pero el archipiélago sufrió recesión durante 2009. El director del BNE, Ma Jiantang, al presentar las últimas cifras en rueda de prensa, aseveró que para China lo más relevante “no es aumentar el PIB e ir superando a otros países” sino “cambiar la estructura de su crecimiento”, muy dependiente de las exportaciones.

Pero su velocidad de crecimiento parece indetenible y durante 2010 lo hará a 9,5%, mientras que India expandirá su PIB en 8% e Indonesia el suyo en casi 6%, informó Reuters. Esta agencia realizó un sondeo de opinión entre 45 analistas de Norteamérica, Europa y Japón, y la expectativa mediana de los pronósticos obtenidos arrojó que el Producto mundial crecerá este año 3,6%, dejando atrás la contracción de 1% registrada en 2009, previéndose una expansión global de 4% para 2011. “Hubo un gran éxito el año pasado de la acción coordinada de los bancos centrales y las autoridades fiscales alrededor del mundo. Ellos evitaron que la crisis fuera aun peor y dieron el puntapié inicial a la recuperación”, evaluó Trevor Williams, analista de Lloyds TSB. “Los mercados emergentes están liderando la recuperación global, sin cuestionamientos. El crecimiento en las economías desarrolladas es sustancialmente menor”, agregó. El imprevisto nivel de crecimiento de las economías asiáticas verificado desde octubre, con el caso paradigmático de China a la cabeza, llevaría a los bancos centrales de esa vasta región a subir las tasas de interés de política monetaria en setiembre próximo.

El panorama, si bien mucho más alentador que en los primeros meses de 2009, es mucho más modesto en Occidente. Para la zona euro se estima una expansión de 1,2% durante 2010: la de Alemania sería de un moderado 1,5%, la de Gran Bretaña, de 1,2%, y la de Estados Unidos, de 2,7%.

Dale tu mano

La industria manufacturera repuntó en tiempo y forma inesperados y representa la locomotora de la recuperación, empujando al alza los mercados domésticos, y las exportaciones y alimentando expectativas positivas en los mercados, lo que a su vez señaliza la confianza de los sistemas financieros, principales canales de distribución del crédito. “Las primeras señales de que la manufactura está repuntando son signo de que al menos lo peor ya pasó”, celebró el analista Stuart Bennett, de Calyon. La industria creció en diciembre a su mayor ritmo en casi cuatro años de la mano de un incremento de nuevos pedidos, según las últimas cifras difundidas sobre actividad fabril global.

Los volúmenes de bienes comercializados a nivel mundial aumentaron 9% entre febrero y octubre pasados, habiéndose verificado los mejores resultados en Asia y los mercados emergentes, informó la Oficina de Planificación Central de Holanda; en el segundo semestre de 2008 el flujo comercial global había caído 20%. Esta recuperación se basó parcialmente en los stocks generados antes de la crisis, por lo que se espera que las grandes industrias comenzarán a reponerlos en los meses siguientes.

¡Qué potencia!

Ayer, en Pekín, Jiantang informó que el comercio exterior de su país, el sector más afectado por la crisis, movilizó en 2009 2,20 billones de dólares, un 13,9% menos que el año anterior, al tiempo que el superávit comercial alcanzó los 196.100.000.000 de dólares, un 33,36% menos: las ventas externas le reportaron a China 1,20 billones de dólares (-16%) y las importaciones poco más de un billón de dólares (-11,2%). Sin embargo, la inversión y el consumo crecieron a tasas de dos dígitos, arrastrados por la política de expansión del crédito bancario y los programas oficiales de subvención a los consumidores: 0,5 billones de dólares sumó el paquete de estímulos fiscales. La inversión en activos fijos trepó a 3,29 billones de dólares, 30,1% más que en 2008. Las ventas minoristas, el indicador más fiel del consumo interno, subieron a 1,83 billones de dólares, 15,5% más que el año previo. La inflación, en tanto, apenas se elevó 0,7% como resultado anual. Los precios, no obstante, oscilaron según los rubros: hubo subas anuales en alimentos, gastos médicos y electrodomésticos, al tiempo que bajaron los de vivienda, transporte, comunicaciones y ropa.

El jerarca atribuyó los buenos resultados a la confianza de las empresas y los trabajadores chinos, “pues sin ella los bancos no dan préstamos, las compañías no invierten y los consumidores no gastan”, pero recordó que pese a cifras reconocidas dentro y fuera de fronteras, China sigue siendo un país en vías de desarrollo, “con mucha pobreza y escasos recursos”, donde 150.000.000 de seres humanos subsisten con menos de un dólar diario. También advirtió contra un riesgo real de corto plazo asociado a la veloz recuperación: sobrecapacidad en algunos sectores e inflación. Es por esto que el gobierno anunció, hace apenas semanas, que limitará el crédito bancario disponible en 2010 a 1,1 billones de dólares, mientras que los economistas vaticinan para setiembre un alza en las tasas de interés.