El indicador se establece sobre la base de una encuesta a empresas de distintos rubros, en una escala de 0 (no hago nada por la sociedad) a 5 (soy totalmente responsable), y considera las relaciones de la dirección de la firma con cuatro ámbitos diferentes: los accionistas; los empleados; clientes, competidores y proveedores, y comunidad, Estado y medioambiente.
Lo elaboran en forma conjunta Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Deres y el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales. Este año abarcó a 106 empresas (seis de ellas públicas), de los sectores comercio, industria y servicios. A nivel general el valor se ubicó en 4,05, lo que implica nueve décimas más que en 2009 (3,96). Los resultados fueron presentados por Rosario Ferro, titular de Responsabilidad Social Empresarial de ACDE, y Ruben Tansini, del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales. El valor máximo registrado por una empresa fue 4,99 y el mínimo 1,75, aunque se remarcó que “las empresas no vienen a competir dentro del índice” sino a “mejorar” el suyo propio.
Con-sumo cuidado
Al desglosarlo por sector se observa que el industrial tiene el mejor nivel de IRSE, con 4,13 puntos, seguido por servicios, con 4,07, y comercio, con 3,65. En lo que refiere a los distintos tipos de vinculación, el que tiene que ver con los clientes, proveedores y competidores es el más aceitado, con 4,32 puntos, seguido por los accionistas, con 4,18. Los más bajos se registran en el vínculo con los empleados, con 3,88, y con la comunidad, el Estado y el medio ambiente.
Ferro explicó que “la cenicienta sigue siendo el medio ambiente”. No obstante, valoró: “Estamos en un buen punto, en el que las empresas que vienen de más tiempo en el índice son las que más han progresado en las buenas prácticas”. Interpretó además que ello es parte de una tendencia mundial que valora los beneficios de “hacer las cosas correctamente”, ya no como una cuestión filantrópica, sino propiamente empresarial.
En ese sentido, subrayó que “actuar bien siempre es rentable” y que ello queda demostrado al repasar la facturación de las empresas que han avanzado escalones en el IRSE, que además exhiben importantes mejoras de productividad y en su rentabilidad. Ello se debe a distintos factores: por un lado, el empleado trabaja en mejores condiciones y aumenta la productividad, mientras que del otro lado del mostrador “el consumidor está preocupado porque las empresas hagan bien las cosas” y lo demuestran a la hora de poner en práctica un “consumo responsable”.
Las empresas nacionales ubicaron su IRSE en 3,87, mientras que las internacionales alcanzaron los 4,33 puntos. No obstante, se destacó que fueron las firmas locales las que más crecieron en el índice en los últimos años. A la interna de Uruguay, en Montevideo el IRSE llegó a 3,98, mientras que en el interior fue de 3,92, lo que implica una reducción de la brecha entre regiones, ya que en 2007 era de 3,61 y 3,31, respectivamente.
En el acto de presentación de los datos en la Torre Ejecutiva, el vicepresidente, Danilo Astori, se refirió al IRSE como una herramienta muy importante para el desarrollo económico del país y sustancial en el proceso de consolidación de esos avances. “Es un instrumento fundamental al servicio de la construcción de un país cada vez mejor, una sociedad próspera y, sobre todo, una sociedad justa”, aseguró.