Se trata de “un instituto para favorecer la integración del movimiento y darle un desarrollo pleno en todas sus actividades”, dijo a la diaria el presidente del Inacoop, Juan José Sarachu.

Sarachu destacó la necesidad de capacitar a maestros y profesores, que muchas veces no tienen nociones de cooperativismo, un tópico incluido en el programa educativo de Primaria. “Proponemos que en los institutos de formación de maestros y profesores exista un módulo importante sobre el cooperativismo, porque puede ser una herramienta útil para favorecer el estudio. Se puede comprar útiles en común, se puede hacer muchas cosas, y así los estudiantes desde sus inicios pueden ir empapándose de una filosofía distinta. La idea es llegar a 2048 con un mundo más basado en la cooperación que en la competencia”, señaló, y agregó que “tanto el cooperativismo como la economía social tienen que jugar un rol importante en los próximos años y por eso es muy importante todo lo que se pueda hacer en la materia”.

A su entender, las cooperativas deberán ejercer el principio -algo olvidado- de la intercooperación y compartir para transformar la realidad. “El cooperativismo es el trabajo de la gente común para resolver problemas comunes, va a ser la herramienta del futuro”, aseguró.

Adán Martínez, presidente de Cudecoop, explicó que el instituto “será el encargado de canalizar las políticas públicas y de recabar los fondos que genera la cuota proactiva que van a aportar las cooperativas y los que provienen del extranjero”. Además contará con respaldo estatal. Eduardo Brenta, futuro ministro de Trabajo y presidente de la comisión que impulsó la Ley de Cooperativas, dijo a la diaria que “el aporte principal de la ley, además de la creación del instituto, es el ordenamiento de toda la legislación vigente que rige al movimiento cooperativo, que hasta la fecha se encontraba totalmente dispersa. También la asignación de un presupuesto importante del orden de un millón de dólares anuales. La idea es que Inacoop tenga una estructura mínima y apueste a ser una herramienta que colabore y potencie la gestión de las cooperativas”.

A su entender, una de las dificultades principales en el área de los emprendimientos de la economía social tiene que ver con la ausencia de experiencia. “Muchos de sus integrantes provienen de empresas que han sido abandonadas por sus patrones, y encuentran dificultades a la hora del abordaje de la gestión y de cambiar la cabeza para pasar de ser trabajador dependiente a socio de una cooperativa. Por eso se requiere apoyo técnico que posibilite la capacitación para la gestión, y el instituto desempeñará este rol.