Los equipos de aire acondicionado de las cuatro salas quirúrgicas del Hospital de Clínicas no funcionan como corresponde. Luego de alertar a las autoridades de la institución, que se encontraban realizando los trámites para comprar nuevo equipamiento, pero no habían suspendido las operaciones, el gremio del Clínicas decidió cerrar dos salas y trabajar sólo con la sala de urgencia y la de emergencia, que es lo que habitualmente se hace cuando se presenta algún problema.

La medida gremial -operar sólo en las salas de urgencia y emergencia- comenzó a regir el viernes a las cero horas. El dirigente sindical, Alfredo Alemán, dijo a la diaria que ahora la medida se volvió institucional, ya que “la dirección compartió el punto de vista de los trabajadores y decidió pasar un comunicado a los servicios para que bajen el número de intervenciones quirúrgicas coordinadas”.

Alemán explicó que la medida se tomó porque operar con 30 grados de temperatura -cuando lo ideal son 18 grados centígrados- puede perjudicar la vida del paciente, así como “descompensar” al equipo en sala. “Nos arriesgamos a que el paciente se contamine porque es como operar en un caldo de cultivo. Con la ola de calor los equipos no daban abasto para mantener refrigeradas las cuatro salas”, dijo.

Cabe aclarar que no se trata de equipos de aire acondicionado como los que uno puede instalar en su casa, ya que entre otras cosas tienen filtros especiales para esterilizar el aire y reducir las impurezas. Según Alemán, los equipos eran vetustos y ya no resistían más reparaciones. Dos nuevas torres de refrigeración que están siendo instaladas en la azotea del hospital, en el piso 20, y estarán funcionando en unos treinta días, momento en que el Clínicas volverá a funcionar a pleno con todas sus salas de block. “Ahora la institución deberá decir qué es lo que entra como emergencia y urgencia, algo que no podemos determinar los funcionarios porque no tenemos la idoneidad técnica”, agregó.

Alemán no sabe de qué año son los equipos pero calcula que tienen más de 10 años y se deben actualizar cada 4 o 5 años. “Es mentalidad del uruguayo hacer funcionar los equipos más de lo que deberían y de lo que se recomienda, en lugar de comprar uno nuevo”, dijo.

Según Alemán, no los actualizaron antes -en invierno, por ejemplo, para no tener que interrumpir las operaciones- porque estaban esperando la nueva partida presupuestaria, pero el equipo no aguantó.