Montes del Plata es una sociedad comercial formada por las empresas forestales Arauco (chilena) y Stora Enso (sueco-finlandesa), que en octubre de 2009 adquirieron la mayoría de los activos del grupo español Ence.

Montes del Plata mantiene el proyecto de su antecesora de construir una planta de celulosa en Punta Pereira, departamento de Colonia, para lo cual está realizando un estudio de prefactibilidad que complemente las evaluaciones iniciales. El estudio comprende decisiones de la empresa y autorizaciones de organismos estatales. Pese a que esto no está definido por completo, la empresa continuó con los movimientos de tierra iniciados por Ence, que están por culminar. Éstos son desarrollados por una empresa contratista de Argentina, Codirel, de la que dependen los 120 trabajadores que ocuparon el predio.

Francamente

El área de propiedad de Montes del Plata en Punta Pereira (ubicada sobre el Río de la Plata) es de 503 hectáreas, 360 de las cuales están comprendidas en el cerco perimetral de Zona Franca Punta Pereira, un beneficio obtenido por la antecesora Ence. Conchillas es la localidad más cercana a Punta Pereira.

Ocupación

Pedro Porley, dirigente nacional del SUNCA, explicó a la diaria que el conflicto se desató porque los trabajadores solicitaban mantener los beneficios que habían acordado con Ence, relacionados con pagos por viáticos, transporte y alimentación. “Montes del Plata había dicho públicamente que iba a mantener los beneficios acordados con Ence, pero después cambió de opinión porque le habían comprado activos a Ence pero no habían participado en la negociación anterior, y son ellos los que tienen que discutir”.

La versión de la empresa es distinta: en un comunicado emitido el 2 de marzo, indicó que Montes del Plata cumplía con “todos los puntos acordados” entre SUNCA-Colonia y Ence. El pasado viernes, 5 de marzo, se realizó una audiencia en la oficina coloniense del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), en la que participaron delegados del SUNCA (departamentales y nacionales), trabajadores de la obra, la empresa contratista Montes del Plata y el MTSS. Allí se firmó un acta que fue ratificada por la asamblea de trabajadores el lunes 8, lo que implicó levantar la ocupación.

Nada de antemano

Porley indicó: “Se acordó que de aquí al final de esta etapa de la obra, de la que restan entre 45 y 60 días [la empresa señala que culminaría a fines de marzo], la empresa contratista se compromete a cumplir con los términos convenidos, de transporte, viáticos y alimentación. Montes del Plata se comprometió a que en cuanto confirmara la realización de la obra, integraría una comisión bipartirta [con el SUNCA] con propósito de discutir previamente los tres puntos mencionados -viáticos, transporte y alimentación-, a los que se agregaría un cuarto punto, que es la creación de una bolsa de trabajo que estaría integrada por los 120 compañeros de obra y anexaría a algunos otros. La idea es que, a medida que vayan entrando empresas contratistas, los puestos de trabajo que se generen sean ocupados por compañeros de ese registro del SUNCA departamental”.

Para conocer el punto de vista de la empresa, la diaria se comunicó con Corina Piaggio, gerenta de comunicación de Montes del Plata, quien expresó que “la empresa no va a emitir ningún tipo de comentario” sobre la resolución del conflicto.

En el comunicado del 2 de marzo, Montes del Plata señalaba que los trabajadores “apelan a medidas de fuerza, en un momento en el cual la empresa no puede asumir responsablemente nuevos compromisos por decisiones que aún no ha tomado”.

Aparentemente los trabajadores querían lograr cierta estabilidad laboral que se extendiera luego de terminada esta primera etapa de remoción de tierras. Algo de eso se refleja en las palabras de Porley, quien explicó: “Coincidimos en que el momento de discutir la plataforma sería una vez iniciada la obra, y no previamente”.

El dirigente sindical realizó un balance positivo de la ocupación, en la que, según él, participaron todos los trabajadores involucrados. “Se pretendían garantías para que ante la continuidad de la obra se respetaran los puestos de trabajo, y se admite como prioridad a los compañeros empleados actualmente”, dijo Porley.