Sin embargo, ante un panorama de fuerte volatilidad financiera global, no parece fácil para los ahorristas más pequeños tomar decisiones sobre la forma más conveniente de resguardar el valor de sus recursos. Si bien optar por colocarse en Unidades Indexadas (UI) sería la opción actual más segura, aún son pocos los instrumentos que el sistema financiero ofrece a las personas que buscan consolidar un ahorro que les permita cristalizar el sueño de la vivienda propia. 

En el trimestre comprendido entre noviembre y enero últimos, el precio del metro cuadrado registró un descenso de 0,47% medido en pesos comparado con el precio promedio de todo el año 2009, mientras que para el mismo período, pero medido en dólares, se incrementó en un 13,69%. Ambos guarismos corresponden al índice del costo del metro cuadrado y surgen de la reciente publicación por parte del INE de los Índices de la Actividad Inmobiliaria; para calcular la evolución del metro cuadrado, el organismo toma en cuenta las compraventas registradas en régimen de propiedad horizontal dentro del departamento de Montevideo. En tanto, un informe publicado recientemente por el diario El Observador concluye que, desde 2003, el precio del metro cuadrado de propiedad horizontal se encareció 75,9% en dólares y se redujo 5,5% en UI. 

La evolución reciente del precio de la vivienda refleja que tanto los propietarios como las inmobiliarias han trasladado parte de la depreciación del dólar al precio final de los inmuebles destinados a ese fin. Dado que en Uruguay tanto el precio de las propiedades inmobiliarias como el de otros tantos bienes duraderos se expresan y se transan generalmente en dólares, la caída de 19% experimentada por el billete verde durante todo 2009 ha derivado en un proceso interno de inflación en dólares. En el caso concreto de la vivienda, la corrección al alza de los precios parece haber sido la herramienta utilizada por los agentes vendedores para intentar frenar la desvalorización de las propiedades. La fuerte apreciación del peso plantea actualmente un escenario poco favorable para aquellos ahorristas que se hicieron de dólares pensando en comprar una vivienda, o que lo hicieron con la finalidad de calificar con el ahorro previo necesario para acceder a un préstamo hipotecario. Mejor que eso parece haberles ido a quienes optaron por abrir cajas de ahorro en UI o en Unidades Reajustables en el Banco Hipotecario (BHU), y un poco mejor todavía a quienes se animaron a colocar sus ahorros en plazos fijos en UI o en pesos en alguno de los bancos de plaza que ofrecen estas posibilidades a sus clientes.

Index nacional

Ejemplificando la situación, una familia que estaba pensando en colocar 100.000 pesos a comienzos de 2009 con el objetivo de comprar una vivienda, habría obtenido los siguientes resultados de acuerdo a las posibilidades mencionadas: si hubiera optado por comprar dólares a un tipo de cambio de 24,75 pesos por unidad, cotización vendedora al 2 de enero de 2009, hubiera obtenido 4.040 dólares; de haber elegido abrir una caja de ahorro con esos dólares y a fin de año convertir nuevamente a pesos sus dólares a un tipo de cambio de 19,35 pesos, cotización compradora al 31 de diciembre de 2009, esa familia habría recibido tan sólo 78.174 pesos de sus 100.000 iniciales. Teniendo en cuenta que la inflación anual de 2009 fue de 5,9%, la rentabilidad real de su ahorro fue de -26%. Pero si esa misma familia hubiera optado por abrir a principios de año una caja de ahorro en UI en el BHU, a fines de 2009 se habría encontrado con que su ahorro en UI era de 106.408 pesos. Como la UI se ajusta a la evolución de la inflación, la rentabilidad real de esta opción habría sido nula. Por último, si la familia hubiera decidido arriesgar un poco más, optando por inmovilizar su dinero en un depósito a un año de plazo denominado en pesos o en UI en algún banco de plaza, en la opción en UI habría recibido 107.853 pesos a una tasa efectiva anual de 1,45% en el Banco República (BROU), mientras que en pesos hubiera obtenido 109.000 a una tasa efectiva anual de 9% en el mismo banco. Las rentabilidades a lo largo de 2009 para estos últimos dos casos fueron de 1,45% y 3,1%, respectivamente.     A pesar de que la práctica habitual de los ahorristas uruguayos de comprar dólares como refugio del valor de sus ahorros no dio buenos resultados durante 2009, la amplia mayoría de los depósitos del sistema financiero sigue estando denominada en dicha moneda, aunque esa tendencia disminuyó a lo largo de 2009 como consecuencia de la fuerte apreciación del peso y el consiguiente cambio de portafolio de muchos ahorristas. Si bien es cierto que la UI es una buena herramienta para mantener el poder de compra de los ahorros, y que en el caso concreto de la vivienda suele ser la referencia en la que se otorgan los préstamos hipotecarios y se fijan sus posteriores amortizaciones, también es cierto que aún existen pocas herramientas financieras para que los ahorristas más pequeños puedan optar por ahorrar en UI.

Sólo para mayores

La herramienta de ahorro previo en UI que actualmente brinda el BHU, dado el contexto de un tipo de cambio deprimido, parece la más conveniente para aquellos que deciden preservar algún tipo de ahorro como medio para el futuro acceso a una vivienda o a un préstamo hipotecario que la financie. Para quienes piensan en solicitar un préstamo destinado a la adquisición de vivienda en el BHU, existen otras ventajas además de la posibilidad de tener una cuenta en UI. Recientemente, la institución puso en el mercado una nueva modalidad de ahorro previo, que permite a los ahorristas optar por un sistema que amplía el porcentaje de financiamiento que el banco otorga sobre el precio total de la vivienda. Para optar por el nuevo sistema, los ahorristas deberán abrir una caja de ahorro con un mínimo de 4.000 UI y, posteriormente, efectuar depósitos mensuales por un mínimo de 750 UI durante, por lo menos, 18 de un total de 24 meses; transcurrido ese plazo, se podrá optar por acceder al préstamo de acuerdo al ahorro generado y siempre que se cumpla con las condiciones exigidas por el banco para ser sujeto de crédito. Este mecanismo permite financiar hasta un máximo de 90% del precio de la vivienda, cuando fuera de dicho sistema el máximo que financiaba la entidad era de 80%. La otra posibilidad de ahorro en UI es la apertura de un depósito a plazo fijo en algún banco de plaza que ofrezca la modalidad; el BROU, por ejemplo, exige plazos superiores a los 365 días para plazos fijos en esa unidad.   

La ausencia de herramientas que permitan contar con regímenes de ahorro previo indexados más flexibles, suele limitar las posibilidades de los ahorristas más pequeños a la hora de buscar mecanismos que minimicen el riesgo de desvalorización de sus ahorros. El hecho de que el sistema financiero no ofrezca la posibilidad de mantener depósitos a la vista en UI, o por lo menos plazos fijos más breves, induce muchas veces a quienes disponen de escasa capacidad de ahorro a mantener depósitos a la vista en pesos o dólares, o simplemente a permanecer desbancarizados.