Hasta el lunes
Los representantes del organismo detallaron que la nueva estimación de crecimiento para el PIB uruguayo se ubica en el 5,7% para este año, acompañada de una proyección de déficit fiscal de “algo más de 1%”. Consultado al respecto, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, quien participó de la presentación, adelantó que el próximo lunes, después del acuerdo semanal del Poder Ejecutivo, serán comunicadas las nuevas previsiones oficiales para la economía del país. Añadió que el nuevo pronóstico servirá de marco para “la propuesta presupuestal del nuevo gobierno”.
El primero en intervenir fue Valdés y lo hizo refiriéndose a las generalidades de la economía global, previendo un crecimiento de 4,2% del Producto Interno Bruto mundial para este año y “un aumento similar para 2011”, aunque con comportamientos “heterogéneos” según regiones y países. Detalló que el estudio divide a la región en cuatro grupos de países: exportadores de materias primas financieramente integrados; importadores netos de commodities; importadores netos de commodities e intensivos en turismo; y exportadores netos de materias primas que no están financieramente integrados (Argentina, Ecuador y Venezuela).
Explicó que fue difícil calificar a Uruguay en uno de los grupos, ya que el país “gana y sufre” cuando suben los commodities por las ventas de sus productos y sus altas importaciones de petróleo, por lo que integra los dos primeros grupos. Los precios actuales de las materias primas “son bastante firmes” tras recuperar niveles similares a los de 2006 y 2007, principalmente por el empuje de la demanda asiática y en particular China, que está generando “un efecto de desacople”. Por el otro lado, la economía estadounidense tendrá un crecimiento lento y una demora en la recuperación del mercado de trabajo, por lo que las tasas de interés se mantendrán en niveles bajos. “En resumen, vamos a tener tasas favorables y precios altos”, subrayó Valdés.
En la distinción por grupo, explicó que los exportadores financieramente integrados vienen creciendo rápidamente y su desafío es “revertir el impulso fiscal que se aplicó el año pasado” para contener la crisis. Los importadores de commodities mostraron una “respuesta contracíclica muy efectiva, se están recuperando y tienen básicamente el mismo desafío: recomponer la situación fiscal”. En cuanto a los importadores de commodities e intensivos en turismo, tuvieron una fuerte caída de esta actividad durante la crisis y, en general, ya presentaban un reducido espacio fiscal, por lo que “deberán aplicar restricciones en el gasto y enfocarlo en los sectores sociales con mayores vulnerabilidades”. Por último, los exportadores no integrados financieramente “se están recuperando”, pero deben reducir “la prociclidad de la política fiscal” y las presiones inflacionarias.
No te entusiasmes
Eyzaguirre desarrolló su exposición apelando a metáforas y comenzó indicando que el mundo emerge de la crisis “más violenta de los últimos 60 años”, pero que los países están “en distintas salas: algunos en cuidados intensivos, otros en recuperación, algunos saliendo del hospital y otros ya están en el bar de la esquina sirviéndose un vinito”.
Destacó la buena coyuntura que se presenta para la región, aunque advirtiendo que “las cosas son buenas cuando son buenas, pero cuando son demasiado buenas hay que comenzar a ser un poco cautelosos”. Interpretó que las bajas tasas de interés de los países industrializados representan una opción de “acceso a muy buen financiamiento”. “Una gran oportunidad pero también un riesgo”, alertó, por lo que “hay que evitar entusiasmarse en exceso”. Aseguró que ahora no está “otra vez el FMI” proclamando “’hay que apretarse el cinturón’” sino que existen grandes oportunidades para promover mayor inversión, reducir la carga de la deuda y mejorar su administración y composición. Claro que también “hay riesgos”, como un sobrecalentamiento de la economía, un masivo arribo de capitales o apreciación excesiva de la moneda local.
Evocó otros períodos “de plata dulce” para alertar contra su repetición: “Nos creímos ricos de la noche a la mañana y todos sabemos qué pasó”, recordó, criticando luego el manejo procíclico de la economía que realizaron Argentina, Ecuador y Venezuela: “Además del viento a favor, remaban”. Desde esa perspectiva, recomendó que, para aprovechar la coyuntura, el gasto público dé “una señal neutral”, es decir que “crezca lo que va a crecer el producto”. Apuntó que el ahorro (la ganancia) no es lo único importante sino que también lo son las inversiones en capital social, como educación, salud e infraestructura, pero cuidando que el gasto no exceda el crecimiento real. Además, sugirió aplicar “mucha regulación prudencial” del sistema financiero para prevenir eventuales shocks.
Vende y no llores
Sobre la competitividad del sector exportador y su relación con el tipo de cambio, Eyzaguirre razonó que, a lo largo de la historia y ante episodios de apreciación del tipo de cambio, nunca se contrajeron las exportaciones. “Esto tiene un poco de mito”, señaló.
Destacó la importancia de tener una política cambiaria flexible para “amortiguar los shocks externos” y explicó que una orientación rígida puede provocar “el mismo problema que se busca resolver”.