Desde hace unas semanas se puede leer en el sitio web de la facultad de Arquitectura, en sección Publicaciones FARQ, Vivienda y Sociedad. La situación actual de la vivienda en Uruguay, investigación desarrollada entre diciembre de 2009 y junio de este año, que contó con la financiación del llamado interno a Investigación de la Facultad de Arquitectura.

Álvaro Portillo, doctor en sociología urbana y profesor de la cátedra de Sociología de la Facultad de Arquitectura, es el autor del documento; explicó a la diaria que el cometido fue realizar un abordaje sistemático del programa de la vivienda, con el fin de generar una bibliografía para el curso de sociología de la facultad. “Quisimos generar una bibliografía única porque siempre tuvimos que picotear un poquito de muchos autores”, comentó. Además se sumó la necesidad de estudiar la temática a través de un estudio integral: “El tema de la vivienda no es frecuente porque tenés un abordaje sobre el diseño o sobre los aspectos estrictamente sociológicos, pero es difícil encontrar esfuerzos de un abordaje integral”, añadió.

En cuanto a la importancia de los diversos asuntos que se debe contemplar al momento de hablar de viviendas o políticas de viviendas, al inicio de la publicación se establece que no es posible “imaginar una vivienda ideal para el ser humano al margen de la sociedad en la que está inserto”. El contexto no sólo es válido “para entender y explicar la vivienda existente, sino también las formas en que se produce y accede a ella”.

Portillo describió que el plan de estudios de la Facultad de Arquitectura se conforma de tres grandes vertientes: los aspectos tecnológicos constructivos, el diseño, y lo trabajado en las asignaturas socioculturales, como la historia y las ciencias sociales. “El desafío de las asignaturas que no son estrictamente lo que se entiende en el imaginario colectivo por arquitectura tratan de desarrollar un enfoque en el que el estudiante comprenda que esa mirada es una herramienta útil para su actividad central, que es la de proyectar”, detalló.

Complementar

El proyecto de investigación definido en 2009 fue concebido principalmente como bibliografía para el curso pero también como un aporte para el actual gobierno, que centrará gran parte de sus políticas sociales en el tema de la vivienda. El último capítulo, “Lineamientos para una política nacional alternativa de vivienda”, evidencia que el documento podrá ser considerado para pensar en las estrategias que se desarrollen.

En cuanto a la participación de la Universidad en las políticas de vivienda, el entrevistado contó que la facultad lleva adelante convenios y propuestas que van desde la construcción de un dormitorio en una casa, o de un baño, a la construcción de una vivienda completa pero con bajo presupuesto, e incluso con mano de obra de los propietarios. A modo de ejemplo, se encuentran trabajando con el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos y con el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) en la elaboración de un convenio: “Ellos articulan la demanda pensando en gente que no tiene capacidad de ahorro pero sí capacidad de pago (de alguna manera eso caracteriza a un amplio sector que demanda vivienda) y la facultad elabora un amplio menú de soluciones habitacionales […] Una vez efectuado el menú, la propia facultad puede colaborar en la implementación de las viviendas”, detalló.

Portillo hizo hincapié en la posibilidad de construir piezas dentro de una vivienda ya construida porque la disposición de recursos es variada y porque se trata de una solución válida que no siempre es tenida en cuenta. “En los barrios céntricos, por ejemplo, se puede llegar a construir en las azoteas; Montevideo está prácticamente construido en una planta y con materiales sólidos, lo que habilita la construcción hacia arriba”, señaló. El autor de la investigación destacó la necesidad de ampliar las viviendas existentes porque “es una forma de densificar la ciudad en un contexto donde Montevideo perdió población a lo largo de las últimas décadas”. Destacó incluso que hubo años en que los barrios capitalinos con servicios decrecieron en cantidad de población, mientras que creció la periferia metropolitana, como la Ciudad del Plata, Ciudad de la Costa, La Paz, Progreso y Las Piedras; esto se dio por la dificultad que encontraron muchas familias para pagar el costo de sus viviendas en Montevideo.

Otro punto al que hizo referencia el entrevistado es la necesidad de generar propiedades en el interior de la trama urbana consolidada, en vez de seguirse expandiendo sobre un suelo no urbanizado puesto que después resulta costoso llevar los servicios, como saneamiento y luz eléctrica. “Lo grave no es que se vaya la gente, sino que se va a zonas que no están preparadas para ser habitadas”, puntualizó.

Consultado sobre la cantidad de edificios construidos en el barrio Pocitos en los últimos años, Portillo afirmó: “Pocitos creció en edificaciones pero también perdió población”. Seguidamente destacó la necesidad de construir viviendas más económicas, fundamentalmente por parte del Banco Hipotecario del Uruguay. “Se tienen que construir buenas viviendas pero de menor costo, no esos edificios de ladrillito rojo de siete pisos y mil dólares el metro cuadrado”, expresó.

Reconoció que de por medio están los intereses de las empresas constructoras, lo que dificulta pensar en propiedades más económicas.

Elementos básicos

En la investigación Vivienda y Sociedad. La situación de la vivienda en Uruguay se plantea una metodología de trabajo a partir del análisis de los siguientes componentes: materiales de construcción, suelo, fuerza de trabajo, tecnología y financiamiento. Esta metodología “permite estudiar cualquier aspecto de la realidad habitacional y en particular es muy práctica para la formulación de una política y su implementación dado que permite una gran versatilidad en el tipo de soluciones e intervenciones a concebir y poner en práctica”, explica el texto.

Cuando se habla de selección de materiales que permitan reducir los costos en forma significativa, es necesario tener en cuenta distintos factores: precio, portabilidad y funcionalidad para la propuesta constructiva. “Tecnologías apropiadas que bajen el costo de la obra”, aclaró Portillo. En la selección resulta necesario el asesoramiento de un organismo especializado que indique la lista mínima de materiales a incorporar, como puede ser un Banco de Materiales: “Se trata de una instancia centralizadora a nivel nacional encargada del acopio y distribución”, cita el texto.

En cuanto al suelo: “Hay que promover que el Estado ofrezca tierras a menor costo que las que puede ofrecer el mercado. Hoy Uruguay tiene tierras, pero si no las tuviera, tendría que salir a conseguirlas”, especificó el responsable de la cátedra de Sociología. De esta manera el Estado podría expropiarse de las tierras en las que ya está asentada población de forma irregular; tierras urbanas vacantes que anteriormente tenían otros destinos, ubicadas dentro del tejido urbano con servicios básicos, y expropiarse inmuebles vacíos y ruinosos, baldíos, estructuras edilicias semidestruidas y tugurizadas. En cuanto al factor mano de obra: “Se estima que aproximadamente la mitad del costo de producción de la vivienda es el precio de la fuerza de trabajo. El esfuerzo propio y la ayuda mutua han sido la alternativa de los sectores sociales de bajos ingresos para poder acceder a alguna forma de hábitat”, dice el documento. Así, resulta fundamental promover la autoconstrucción, la cual debe ser desde los ámbitos familiares y comunitarios para “reducir el esfuerzo y potenciar los vínculos”.

El componente tecnología implica considerar la acumulación de conocimiento y “la experiencia histórica adquirida desde el movimiento cooperativo con los denominados Institutos de Asistencia Técnica (IAT)”, informa el documento. “Estos equipos interdisciplinarios son capaces, conjuntamente con los grupos organizados, de definir las diversas acciones constructivas a emprender y ordenamiento del conjunto urbano”, agrega.

Por último, en materia de financiamiento “surge la necesidad de crear un fondo (no necesariamente muy abultado) que haga posible efectuar los primeros pasos en lo que atañe al banco de materiales, a la contratación de los IAT, a la contratación de las cooperativas sociales, entre otras. Es decir, un fondo capaz de hacer posible el montaje de la estrategia operativa de atención a la emergencia”.

La investigación de vivienda y sociedad todavía no está culminada. “No es un producto definitivo porque estamos trabajando junto con otros servicios de la facultad [economía y área legal] en una ampliación del proyecto con apoyo de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad.