Repechos y bajadas
Las importaciones de vehículos medidas en dólares mostraron un importante incremento entre enero y julio de 2010, y si la tendencia continúa en curso como hasta ahora, el año cerrará con una sustancial suba respecto de 2009. En lo que va del año se compraron unidades por 280.188.647 dólares, según datos del Instituto Uruguay XXI, por lo que, de continuar a ese ritmo, 2010 cerraría con importaciones por 480.323.394 dólares, lo que representaría un aumento de 33% respecto de 2009, cuando el rubro sumó compras externas por 362.412.081 dólares. En lo que ha sido la evolución de los últimos diez años se apreció una fuerte caída en las importaciones durante 2002 a raíz de la crisis financiera que afrontó el país, año en el que cayeron 67% hasta los 46.126.829 dólares. La tendencia a la baja continuó dándose en 2003, pero ya en 2004 comenzó un proceso de crecimiento que duró hasta 2008. En 2009, con las incertidumbres generadas por la crisis financiera internacional, la importación de vehículos cayó un leve 4%.
En 1998 se vendieron 35.000 vehículos según recordaron fuentes del sector consultadas por la diaria, mientras que, de acuerdo a datos de la Asociación del Comercio Automotor (ACAU), en los primeros siete meses del año se lleva vendidos 22.040 vehículos, la gran mayoría automóviles y utilitarios, que con 20.710 unidades comercializadas representan 93,97% del total. Los camiones fueron el 5,92% con 1.304 unidades, y el 0,12% restante corresponde a 26 ómnibus. Si esta tendencia continúa verificándose, se estarían alcanzando unos 38.000 vehículos vendidos en todo 2010.
Daniel Ciaponi, importador de vehículos, reconoció en conversación con este medio que el giro “efectivamente está pasando por un nuevo boom” y que seguramente este año se supere el récord constatado durante 1998, en virtud de una tendencia creciente de estas ventas que “también se verifica en Argentina y Brasil”. Respecto de estos países vecinos, detalló que en los años recientes ya superaron los niveles alcanzados sobre fines de la década de los años 90, pero que Uruguay aún no había podido exceder esa marca.
Evaluó que se trata de un rubro que refleja sensiblemente, para bien o para mal, la evolución general de la economía y, a modo de ejemplo, recordó que después del récord de 1998 las ventas de vehículos cayeron a 4.000 unidades en todo 2001 a raíz de las vulnerabilidades del país y la región (ver recuadro). En esa línea, interpretó que la mejora de la economía en general y del incremento del poder adquisitivo en particular son los factores que sostienen este “nuevo boom”.
En el mismo sentido, el presidente de la Asociación de Concesionarios de Marcas de Automotores (Ascoma), Jorge West, confirmó: “Estamos en una buena cifra”, aunque no fue tan contundente como para señalar que el mercado local asista actualmente a un nuevo boom en la comercialización de vehículos. “Si no hay algo extra, va a ser un año con una venta muy buena, no sé si un boom, pero vamos a cerrar con ventas cercanas a las 35.000 unidades [...], que fue lo que registramos en 1998”, aseguró el directivo gremial. “Es un crecimiento muy importante”, valoró. Además, compartió el concepto de que este crecimiento es parte de una tendencia que también se observa en el resto de la región, donde Argentina, y principalmente Brasil, han aumentado sustancialmente sus ventas.
Explicó que “después de años tan malos, llega un momento en el que el parque automotor tiene que renovarse, y la situación económica del país evidentemente está mejor”, por lo que “las empresas y los particulares renuevan” sus vehículos.
Ambos empresarios coincidieron, además, en que la tendencia en curso se produce pese a un encarecimiento de los vehículos medidos en dólares. West detalló que los precios aumentaron “entre 25% y 30% en los últimos tres o cuatro años”, aunque con disparidad según las marcas.
Sin palabras
No es común verlos por la calle, pero, cuando ocurre, las miradas se detienen para admirarlos, contemplarlos e incluso envidiar a sus propietarios, actitud muchas veces asociada a un complejo de inferioridad masculina. En Uruguay se venden automóviles de lujo principalmente de las marcas mundiales más conocidas del segmento, como Mercedes-Benz, BMW, Audi, Volvo y, en menor medida, Alfa Romeo, Porsche y Jaguar. Los modelos de Ferrari o Lamborghini se cuentan con los dedos de una mano. Claro está que la posesión de un “bichito” como los mencionados no resulta barata: sus precios de venta son sumamente elevados para la mayoría de los mortales, entre ellos, los uruguayos, y sus costos de mantenimiento implican que muy pocas personas puedan tenerlos, aunque sean producto de un regalo. Según informaron a la diaria los empresarios del ramo, el precio de venta de estos autos oscila entre 80.000 y 120.000 dólares “arriba de la pata”, pudiendo llegar a cifras sustancialmente mayores. Tal es el caso del Mercedes-McLaren que aparece en la página contigua, cuyo valor de venta asciende a 750.000 dólares. Como dice un conocido relator de fútbol uruguayo: “SP”.
No da la nafta
No obstante, y más allá del buen momento para la venta de automóviles, tanto Ciaponi como West se mostraron escépticos respecto de la continuidad que pueda llegar a mostrar la tendencia. “No creo que haya potencial en el mercado como para que se estén vendiendo más de 30.000 vehículos por año”, remarcó Ciaponi. En la misma línea, West no cree que la evolución hacia el incremento de las ventas pueda seguir desarrollándose, y, “a título personal”, opinó: “Puede que crezcan algunas marcas, pero no creo que el mercado dé como para que siga creciendo” en general. “Podría crecer si se baja impuestos y hay una campaña agresiva de financiamiento para compra de vehículos, pero con las bases actuales, no”, aseveró.
El presidente de Ascoma sostuvo que los automóviles más vendidos “son los de la franja que va de 11.000 a 15.000 dólares”, aunque también resaltó el incremento que tuvo la venta de utilitarios, fundamentalmente aquellos de origen asiático.
Ciaponi, a su turno, ratificó que “los más vendidos son los más chicos, y que tienen precios más bajos”, principalmente de “las marcas tradicionales” que circulan por las calles del país.
En cuanto a los precios de los vehículos, ambos mencionaron la intensa carga impositiva vigente sobre el precio final. West precisó que a los vehículos nafteros se les aplica un Impuesto Específico Interno (Imesi) equivalente al 30% de su valor, a lo que debe sumarse el 22% por Impuesto al Valor Agregado (IVA). Por su parte, a los vehículos diésel se les aplica un Imesi de 100% más el 22% de IVA debido a la política del gobierno de desincentivar el uso de automóviles a gasoil. Ello ha determinado que en la actualidad “esté prohibida la importación de vehículos diésel, no de derecho pero sí de hecho, por la alta tasa que pagan”, sostuvo Ciaponi, quien graficó que el costo en plaza de este tipo de automotor respecto de su precio de origen es cuatro veces superior. En tanto, el precio de los nafteros es dos veces y media superior al que se paga en origen.
Se vende
Entre enero y julio se vendieron 22.040 vehículos cero kilómetro, lo que implica un incremento de 76% respecto de igual período de 2009, cuando se vendieron 12.500 unidades. Coches y utilitarios fueron los que mostraron mayor dinamismo, registrando un aumento del 78,7%, mientras que las ventas de camiones crecieron 54% en el mismo período. Los ómnibus fueron el único segmento que cayó en la comparación interanual, pasando de comercializarse 66 unidades durante enero-julio de 2009 a sólo 26 en igual lapso de 2010 (-60,61%). En lo que refiere a los automóviles y vehículos utilitarios, representan en su conjunto el 93,97% del total vendido. En los siete primeros meses del año la marca con más ventas fue Chevrolet, con 6.064 unidades (29,28% del total de la categoría), seguida por Volkswagen, con 2.594 (12,53%); Fiat, con 1.802 (8,7%); Nissan, con 1.085 (5,24%); Toyota, con 929 (4,49%); Peugeot, con 916 (4,42%) y Renault, con 898 (4,34%).
Los camiones, en tanto, representan 5,92% del total, siendo Volkswagen la marca con mayor participación en este mercado al alcanzar 25,61% del total, con 334 unidades vendidas. Luego se posicionaron las marcas JMC, con 239 (18,33%); JAC, con 142 (10,89%); Hyundai, con 116 (8,9%); Foton, con 103 (7,9%), y Scania, con 75 unidades (5,75%).
El mercado de ómnibus fue copado en su mayor porción por Scania, con 19 unidades (73,8% del total). Después se ubicaron las marcas Mercedes-Benz, Foton y Volkswagen, con dos unidades vendidas por cada una, mientras que el restante correspondió al sello Volvo.