“La industria audiovisual es una actividad que tiene mucho de glamour pero implica también mucho trabajo, igual que en la construcción o en una fábrica”, comentó Rodolfo Musitelli, integrante de la Asociación de Empresas Proveedoras de Servicios e Insumos para la Industria Audiovisual del Uruguay (Aprove), durante el lanzamiento de la guía para prevención de siniestros.
En Uruguay, además de ser una industria que da fuentes de trabajo a muchas personas de distintos sectores y de movilizar importantes sumas de dinero, se trata también de una carta de presentación hacia el extranjero. Cada vez más, nuestro país es considerado un destino para las realizaciones audiovisuales y es reconocido por sus productos cinematográficos.
Martín Papich, director del Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ICAU), destacó en conversación con la diaria la importancia de educar en la prevención de accidentes en el rubro, porque la no existencia de siniestros “le da certezas a quienes vienen del exterior a filmar”. Explicó que si bien no existen cifras oficiales, el número de accidentes no es significativo, “porque hay una responsabilidad colectiva instalada”. Contó que diez o quince años atrás, entre 80% y 90% de los rodajes de publicidades que se producían eran para el mercado local, mientras que en la actualidad la cifra se invirtió y ahora ese porcentaje se estima para las producciones del exterior y 10% o 15% de la producción queda en nuestra pantalla.
“Vamos a terminar 2010 con ocho o diez producciones nacionales, entre documentales y ficciones; eso significa mucha gente trabajando”, reflexionó.
Explicó que Uruguay es elegido como destino para rodajes porque la actividad audiovisual está exonerada de impuestos, lo que posibilita precios competitivos; también lo es porque hay buenas locaciones y recursos humanos capacitados.
¡Luz, cámara, cuidado!
El armado de una escenografía implica, por ejemplo, transformar un día de invierno en un día de verano o viceversa, o reproducir una locación de principios del siglo XIX en medio de una ciudad desarrollada. En más de una publicidad se puede ver, por ejemplo, a un grupo de jóvenes en traje de baño saliendo del agua y luciendo sus cuerpos dorados; lo que no se alcanza a ver es que cuando la cámara hace un corte hay un equipo de producción que espera con frazadas y café caliente a los actores, y que el color dorado se logró con cama solar porque el sol de invierno no permite broncearse.
El montaje de una locación y la recreación de las distintas situaciones que diariamente vemos en la pantalla muchas veces implica riesgos pero éstos pueden reducirse al máximo. “En esta industria puede haber tantos accidentes como la circunstancia del rodaje lo implique o como la idea del productor demore en llevarse a cabo”, comentó Gustavo Hernández, técnico en seguridad y salud ocupacional, quien participó en la elaboración del manual. Agregó: “Los rodajes tienen su particularidad. Cuando son al aire libre conllevan dificultades producto de las inclemencias del tiempo, el tránsito o por las personas que circulan por allí; los trabajos en las locaciones cerradas tienen riesgo de incendio, de evacuación y, fundamentalmente, con las instalaciones eléctricas porque son muy precarias; por otro lado, están los riesgos que asumen los actores dobles de riesgo, cuando trabajan con armas, por ejemplo”.
Para la elaboración de Guía de prevención de accidentes en la industria audiovisual, que forma parte del trabajo que desarrolla Aprove desde 2008, en coordinación con el Programa de Competitividad de Conglomerados y Cadenas Productivas (Pacc), la Cámara Audiovisual del Uruguay (CADU) y la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), se hizo un amplio trabajo de campo. El comunicador Alejandro Landoni, vocero de CIU, explicó que entrevistaron a todos los actores vinculados a la industria audiovisual, desde empresarios, productores y directores hasta corredores de seguros de la actividad audiovisual. Asimismo, detalló que concurrieron “a rodajes de todo tipo: de día y de noche, con lluvia o sin lluvia; vimos todas las alternativas que se podía presentar y se hizo un informe técnico que se tradujo en la guía que presentamos”.