La actividad fue en el espacio del Plan Ceibal, en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu), en Montevideo. Hasta allí llegaron 150 niños y niñas de todo el país, y era muy grato verlos sentados en la amplia sala, concentrados y hablando bajito, participando en grupos de a tres, tratando de resolver los problemas.
El área Contenidos de Plan Ceibal fue la encargada de llevar adelante el proyecto. Cecilia de la Paz, jefa de ese equipo, explicó a la diaria que la idea empezó a pensarse en diciembre del año pasado. El juego se denomina "Los cazaproblemas" y propone al participante atravesar diez habitaciones, para lo que debe, en cada una, resolver un acertijo matemático.
El pasatiempo se liberó el 15 de octubre y las inscripciones cerraron un mes después. Los niños con los que dialogó la diaria dijeron que se habían enterado por Facebook y en la página de Ceibal. Santiago, alumno de 5º año de la ciudad de Rivera, detalló con acento norteño: "Yo estaba navegando en Internet y puse Plan Ceibal, porque a veces te aparecen cosas nuevas, y entré en la página y decía 'La nueva olimpíada de matemática' y después abajo decía 'La primera olimpíada de matemática'”. Descargó el juego y luego "en una parte me empezó a aparecer una cosa si yo quería competir en la olimpíada de matemática, puse que sí. Hice muchos puntos. Después había que poner el nombre de dos amigos más, puse el nombre de ellos [Pablo y Jonathan], que son mis amigos". Los tres contaron que se entrenaron jugando y aprendiendo las tablas; la prueba de ayer, que ofrecía ejercicios desconocidos para ellos, les había resultado difícil.
De la Paz contó que en esa instancia de selección participaron 7.400 equipos de todo el país (22.000 niños), y pasaron a la ronda final los mejores grupos de 5º y un 6º de cada departamento, salvo Canelones y Montevideo, en los que participaron más estudiantes. Los puntajes los monitorearon desde la organización y las direcciones escolares comunicaron a los niños que habían sido elegidos.
El objetivo de la iniciativa fue "desmitificar a la matemática, que los niños no la vieran como algo lejano y complicado, y también desmitificar que cuando te enfrentás a un problema lo tenés que resolver solo", dijo la encargada del área.
El tránsito
Los escolares tuvieron una hora para atravesar las diez habitaciones. Se remarcó que lo importante era que resolvieran bien los ejercicios y que el tiempo que tardaran se tendría en cuenta para desempatar. Cumplieron con las reglas estipuladas y algunos plasmaban sus cálculos en hojas, otros optaban por seleccionar al azar las opciones, pero eso les restaba puntos. Durante los primeros 25 minutos no se movió nadie del lugar, después comenzaron a salir de a poco; en ese momento sabían cuánto habían podido resolver correctamente pero desconocían el rendimiento del resto.
Hubo tres premios por categoría, cada tercer puesto se llevaba parlantes y mouse, el segundo una cámara de fotos y el primero una tablet; la escuela también fue premiada con un radiograbador, un microcine o un cañón, según el puesto.
El tercer lugar por 5º año lo obtuvo el equipo de la Escuela 153, de Parque del Plata, Canelones; el segundo, el Colegio Integral de Empalme Olmos y el primero la Escuela 5 de Montevideo. Por 6º año llegó al tercer lugar el equipo del colegio de Empalme Olmos, al segundo la Escuela 104 de Montevideo y al primero la Escuela 104 de Maldonado.
Como es de suponer los ganadores estaban felices abrazando sus regalos, y los perdedores, un tanto cabizbajos. “Perdimos como en la guerra, estaban saladazas las preguntas”, dijo uno de Tacuarembó. Habían participado varios colegios privados que tenían ceibalitas pero el único seleccionado para la final fue el de Empalme Olmos. La directora, tan radiante como los alumnos, remarcó que venían de un pueblo que luchaba por la reapertura de Metzen y Sena, y que los padres, con su esfuerzo, habían comprado las XO hacía tres meses.
Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal, se mostró muy complacido con los resultados y dijo que hay que evaluar el proyecto “y ver si hay que diseñar otro para algún grado de enseñanza media”.
Héctor Florit, consejero del CEIP, concurrió al final de la actividad. Consultado por la diaria explicó que la iniciativa fue diseñada desde Ceibal y que se le comunicó formalmente a Primaria recién a mitad de año, lo que impidió que se incluyera en el cronograma de actividades. De todos modos, aclaró que habilitaron la participación escolar, aunque no la incorporaron en el cronograma, y que se verá la posibilidad de asociar este tipo de experiencias a las ferias departamentales Ceibal.