Según el estudio "Barómetro sobre seguridad vial", ante una lista predeterminada con problemas sociales de actualidad los uruguayos ubican como tema prioritario la delincuencia, en segundo lugar, el consumo de drogas, le sigue la problemática de las personas que viven en situación de calle, en cuarto lugar están los accidentes de tránsito y en quinto lugar ubican la escasez de viviendas.

Más allá de que el tema de seguridad vial no es de los aspectos que más preocupa a la población, desde la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) se evaluó que la encuesta ayuda a conocer la importancia que se le otorga al asunto. "Son datos que nos permiten saber lo que piensa la población y lo que la gente dice que hace; no se puede tomar como una realidad absoluta pero sí nos permite evaluar", detalló a la diaria Pablo Inthamoussu, secretario general ejecutivo de Unasev.

Por su parte, el investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar), Daniel Chasquetti, quien fue invitado para dar su opinión técnica luego de presentados los datos en la Torre Ejecutiva, también se refirió al lugar que ocupa el tópico. "Llama mucho la atención que el tema está en la agenda, la gente lo ubica entre los cuatro primeros problemas del país; sin embargo, no hay correlación entre la urgencia que manifiesta la gente y las políticas que se desarrollan en el país", puntualizó. A modo de ejemplo, dijo que la Unasev no cuenta con recursos económicos suficientes ni dinero para hacer campañas de sensibilización o acciones específicas. De esta manera, la seguridad en la vía se transforma en un problema de agenda pública y de políticas públicas.

El politólogo también reparó en que más allá de la preocupación existente "la gente no tiene en claro la gravedad del problema", ni los costos que implican los siniestros que dejan como saldo personas fallecidas, con discapacidad o en tratamientos médicos.

Para la decana de Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar, Susana Mallo, quien también fue invitada a opinar sobre los resultados de la encuesta, toda sociedad tiene "usos y costumbres" que se reflejan en la cotidianidad vial. Esos usos y costumbres también se evidencian en la forma en que se manejan distintas situaciones que se presentan en el tránsito, muchas de las cuales no se resuelven mediante el diálogo sino que por la agresión; ejemplo de ello fue la que recibieron esta semana dos inspectores de tránsito de la Intendencia de Montevideo. Mencionó que tanto el agresor como los agredidos son responsables de la situación generada y recordó que, más allá del rol que cada uno cumple, ambos son ciudadanos de una misma comunidad social.

Para realizar la encuesta fueron entrevistadas 2.000 personas mayores de 18 años, residentes en localidades de más de 5.000 habitantes. Esto representa un universo total de unas 2.000.000 personas, distribuidas de la siguiente manera: 62% en Montevideo y zona metropolitana y 38% en el interior del país.

A considerar

En 2010 se produjeron 556 muertes en siniestros de tránsito. Según la encuesta, la percepción de número de fallecidos que tienen los uruguayos es bastante inferior. El 24% estima que en el último año fallecieron en todo el país hasta 100 personas; 19% entre 101 y 200 personas; 12% entre 201 y 300; 4% entre 401 y 500; y sólo 2% estimó acertadamente entre 501 y 600 muertas. Otro 15% de la población piensa que hay todavía más muertes al año, mientras que 20% no arriesga ninguna cifra.

Un dato importante que arrojó la encuesta es que existe consenso en aumentar los controles y las prohibiciones para reducir el número de accidentes de tránsito. El 82% considera una medida “muy eficaz” prohibir totalmente el consumo de alcohol; 81% que haya más controles de alcohol en conductores; 78% más controles de velocidad; 74% endurecer las sanciones por cometer infracciones; 69% aumentar las exigencias al momento de otorgar la libreta de conducir; 68% mejorar el estado de las calles y rutas; 63% que haya mayor presencia de policías o inspectores en rutas y calles; y 51% que se realicen campañas de comunicación masiva en prensa, radio y televisión.

El politólogo Chasquetti reparó en el pedido de “mano dura” por parte de la población. Mencionó, a modo de ejemplo, la legislación que prohíbe fumar en espacios cerrados, que dio resultados positivos. Sin embargo, aclaró: “Si vos decís de endurecer las penas y, al mismo tiempo, no mejorás las calles y las rutas por donde se maneja, lo que va a suceder es que mucha gente se enoje; entonces hay que pensar en políticas coordinadas. El desafío que tiene la Unasev es muy grande”.

El secretario general ejecutivo de la unidad coincidió en afirmar que la solución no pasa solamente por más controles sino que también hay que dedicar esfuerzos a hacer que se respete la ley en todo el país, incorporar el tema como una asignatura más en educación primaria y secundaria, y realizar campañas de sensibilización.