La murga fundada por Raúl Tintabrava Castro y Hugo Brocos regresó al carnaval de febrero luego de tres años de ausencia en los tablados locales. la diaria presenció sus últimos ensayos, días antes de que actuaran en Buenos Aires y Cosquín, para luego volver a los barrios montevideanos.

Instalados en el Club Fénix, lugar en el que tiraron sus primeros tonos en 1981, los de "la murga de las cuatro estaciones" cronometraban sus cuplés, con el nerviosismo de tener más contenido que el que puede trasmitirse en los tres cuartos de hora -que como máximo- impone el reglamento. “Estamos pasados diez minutos y no sabemos qué más cortar porque ya sacamos cosas, teníamos ensayado una hora y pico. Lo bueno es que elegís, y cuando elegís hay menos chance de errarle, por lo menos en lo que querés trasmitir”, contó Raúl Castro, quien escribe los textos del espectáculo, además de ser el director responsable y el que marca la puesta en escena.

Volvió la Falta

"La gente lo pedía", dice Castro a la hora de fundamentar el regreso, y agrega: “nos dicen que está todo bien con que cantemos en Argentina y nos vaya bien, pero la gente pregunta por los barrios y ahí tenés que bajar la guardia porque tienen razón. La Falta desde sus inicios dice que ‘el canto de barrio en barrio es la razón de nuestra existencia’ y no hay vuelta, tenemos que salir a los barrios y de la mejor manera posible”.

Para esta vuelta al ruedo, tomaron al propio carnaval como hilo conductor, enfatizando la idea, después de treinta años de vida y tres de ausencia, que “lo más importante está abajo del tablado y no arriba”. Dice Castro; “la despedida se la dedicamos a los tablados, y la última frase que canta la murga es ‘Sean eternos los tablados aunque se vaya la Falta’, que me parece que es lo que resume todo el espectáculo”.

También se disfruta el clima de los ensayos de enero: “Estos momentos son mágicos. Se extrañaba el nerviosismo, la adrenalina de los últimos días de ensayo, la familia apoyando, los aplausos que a veces salen medio forzados para darle para adelante a la muchachada, la murga que se pone nerviosa porque el repertorio todavía está largo” cuenta Castro.

Actitud María Marta

Con algunos textos que ya tenía escritos para el espectáculo en el que festejaron sus treinta años (en marzo de 2010, en el Teatro de Verano) más otros desarrollados especialmente para el repertorio 2011, Falta y Resto se apronta para hacer ruido con La comedia del barrio, una autorrepresentación del carnaval que comienza por una presentación dedicada al desfile inaugural y pasa por diferentes situaciones a través de un "vendedor de cuplés".

“Me parece que vamos a armar un lío bárbaro; es necesario mover un poco el tablero” afirmó el letrista, refiriéndose a la expectativa que tienen ante la incorporación de la rapera porteña Malena D’Alessio, cantante del grupo de hip hop Actitud María Marta. La artista se convierte así en la primera mujer que integra la Falta: “creo que va a ser muy bien recibida por el pueblo uruguayo, por lo que dice y por cómo lo dice. Va de la mano con el discurso histórico de la Falta”, afirma Castro.

Lo que hacen la murga y la hiphopera argentina “es una fusión del rap con la murga, en la cual tenemos mucha esperanza, porque es la música de las esquinas latinoamericanas. Ya vimos al hip hop confundirse con ritmos de diferentes lugares y que lo haga ahora con la murga uruguaya es una prueba de laboratorio que creo que puede llegar a ser muy popular”.

Es destacable asimismo -en un panorama donde se suele recurrir a la "cita"- que toda la música del nuevo espectáculo de La Falta es inédita, compuesta por Felipe Castro y Gerardo El Alemán Dorado.

También Carlos Bananita González se suma al plantel, tras haber sido el cupletero de la murga en 1986. Para el humorista, el espectáculo que presentan este año tiene un gran equilibrio entre lo tradicional y lo moderno: “lo tradicional aparece en la presentación y en la despedida, y por otro lado está la presencia de Malena. Por lo que siempre pasa en carnaval, va a haber gente que le va a gustar y otra que va a estar en contra. Pero me parece bárbaro que se planteen estas cosas, porque la murga es una actividad cultural en donde todo es más o menos repetido”.

Trabajo de todo el año

Bananita González interpreta un personaje que está dentro de un contexto futbolero: “el gol en contra”. Se lo presenta como el capo cómico pero sin embargo aparece, según él mismo lo cuenta “quemado, porque no puede ver a la Falta en sus 30 años con una mina que rapea, con el Mono Orlando Da Costa haciendo boludeces, (entre comillas, porque en realidad es brillante lo que hace). Después lo generalizo al país, soy un tipo negativo pero también realista, es una faceta muy diferente a lo que soy yo”, cuenta.

El cómico nota la diferencia de salir en esta murga y reconoce el peso histórico de Falta y Resto: “yo trabajo absolutamente de lo artístico, y la Falta, sin haber perdido la esencia de la murga, es también una compañía teatral que trabaja todo el año”. Bananita considera que la murga es un estilo de vida, y se identifica con los valores que la agrupación profesa desde sus comienzos. “La Falta siempre intentó recorrer caminos riesgosos, sin dejar de ser una murga tradicional. Yo en la vida soy como la Falta, siempre transité por pretiles en los que no sabía bien cómo podía terminar, si en el éxito o en el suelo, y estoy contento de seguir en este peligroso arte de crear y de vivir”. Julio Julián es otra de las figuras que se reincorpora este año, luego de haber debutado como director escénico de Falta y Resto en el año ’82. “Cuando hicimos el espectáculo de los 30 años en el Teatro de Verano entendí que una figura como él tenía que ser uno de los invitados, por lo que significó como director para La Falta y por lo que significa como amigo” explica el Flaco Castro. “Después lo invitamos a que buscara su lugar para seguir y por suerte lo encontró en la cuerda de segundos, al lado mío. Es un apoyo brillante, porque cantar al lado de Julio Julián es como cantar al lado del Canario Luna, es un emblema del carnaval”, agrega.

Respecto a la vuelta a los barrios y al concurso oficial, Raúl Castro opina que “cuando estamos en rodaje todos queremos ganar y ser los mejores, pero carnaval es un aporte, no una competencia. Los trofeos se herrumbran, las canciones y el arte que uno pueda dejar desde arriba del escenario no se herrumbran nunca, quedan vivos en la gente”.