Ésa es la principal conclusión del informe “Dinámica de crecimiento en Uruguay: evolución reciente y perspectivas para el 2011”, elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), donde se analiza la sustentabilidad del crecimiento doméstico.

Señala que las perspectivas para 2011 marcan un “significativo consenso” en cuanto a que la economía continuará su trayectoria expansiva, aumentando su Producto Interno Bruto (PIB) en entre 4,2% y 6%, conforme a la Encuesta de Expectativas del Banco Central.

Sin embargo, la expansión del consumo, que será de casi 9%, introduce “algunas dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento más allá de 2011”; recuerda que si bien la expansión de la demanda agregada determina a corto plazo un impulso sobre la producción, en el largo plazo, si no aumenta la capacidad productiva -lo que requiere un continuo proceso de inversión en capital físico y humano-, los incrementos de demanda “tienden a diluirse en presiones sobre los precios”.

Además, el componente cíclico del PIB se encuentra levemente por encima de la tendencia de largo plazo (de aproximadamente 2%), lo cual “es indicativo de que el nivel actual de demanda agregada resulta superior al nivel potencial de la economía, determinando un cierto grado de sobrecalentamiento”. El componente cíclico del PIB está en una fase positiva pero relativamente reducida y decreciente, con lo que una parte importante del crecimiento reciente se sostuvo en un incremento de la oferta, es decir, de la capacidad de producción de la economía; ello “ha permitido sostener los históricos niveles de expansión registrados, con únicamente moderadas presiones sobre los precios”; la misma conclusión se obtiene analizando la evolución tendencial de la economía, que creció persistentemente tras la crisis de 2002, ubicándose actualmente en torno al 6%.

Economía sustentable

El informe refiere a la evolución de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos como otro indicativo para analizar la sustentabilidad del crecimiento, ya que un deterioro de ésta es síntoma de una economía que está sobrecalentada o tiende a ello. “Una economía que tiende a sobrecalentarse generalmente presenta un crecimiento liderado por el consumo, con un menor crecimiento de la inversión y donde las importaciones crecen de forma importante deteriorando la cuenta corriente de la balanza de pagos”.

Así, el análisis de los datos de Cuentas Nacionales del tercer trimestre de 2010 “podría sugerir signos de recalentamiento de la economía”: se aprecia un importante crecimiento del gasto en consumo final (9,5%) y una contracción de la Formación Bruta de Capital (FBC, -4,4%); no obstante, “el análisis de datos correspondientes únicamente a un trimestre no resulta adecuado para un análisis de este tipo”. Cinve señala que al evaluar los componentes de gasto agregado en los últimos años “se ve un proceso de crecimiento con características positivas respecto a su sostenibilidad de mediano y largo plazo”; primero porque la FBC fue generalmente el componente del gasto de mayor crecimiento en los últimos años, con excepción de 2009, cuando la incertidumbre por la crisis internacional determinó una relevante contracción de la inversión privada; este crecimiento de la inversión está asociado al importante crecimiento tendencial, al vincularse a la ampliación de la capacidad productiva del país.

En 2010 la FBC recuperó la senda expansiva y crecerá en torno al promedio de la economía, por lo que “nuevamente se observará un proceso de crecimiento con un alto componente de inversión y por tanto con una expansión en la capacidad instalada”.

En segundo orden, al analizar la evolución de exportaciones e importaciones no se registra un “deterioro incremental en el saldo neto con el exterior”. “Si bien es cierto que considerando el último quinquenio en forma global el crecimiento de las importaciones ha superado al de las exportaciones, el saldo neto con el exterior ha mantenido un comportamiento fluctuante en los diferentes años sin presentar una tendencia definida”.

Ello se refleja en que el creciente ingreso de los hogares no se tradujo en un deterioro de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, que en el año móvil cerrado al segundo trimestre de 2010 presenta un superávit de 0,8% del PIB. “Reafirma la conclusión de que por el momento no se registra en el país un fuerte incremento de la absorción que esté generando desequilibrios macroeconómicos significativos que cuestionen el proceso de crecimiento económico a mediano plazo”, resume Cinve.