La balanza

En materia de comercio exterior, Oikos prevé que el deterioro de la balanza comercial se incremente en 2011 y 2012 por un mayor dinamismo de las importaciones. Sin embargo, el déficit no superaría los 1.750 millones de dólares, y luego de alcanzar este valor, en agosto, iniciará una trayectoria descendente, como consecuencia de un menor crecimiento de la actividad y del mantenimiento de una coyuntura mundial favorable para los principales rubros exportables.

La discusión que en las últimas semanas se ha dado en el seno del gobierno en torno a modificaciones al sistema tributario fue el primer punto tratado por Oikos, particularmente respecto de las propuestas contenidas en el programa presentado en las pasadas elecciones por el Frente Amplio (FA), de realizar una baja de dos puntos porcentuales al IVA, mejorar el IRPF y mantener los estímulos a las inversiones.

El debate generado en el FA apunta a encontrar el camino más adecuado para lograr una mejor distribución del ingreso para reducir los niveles de pobreza, punto en el que “no existe aún un acuerdo”.

La veo negra

El encarecimiento del petróleo por los acontecimientos políticos en Libia también fue objeto de análisis de la consultora. En la OPEP hay un debate sobre la necesidad de aumentar la extracción para compensar la falta de crudo libio. Irán y Venezuela se oponen tajantemente, mientras que Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita no descartan la medida. Oikos subraya que “el incremento desmedido del precio del petróleo y su escasez podrían demorar la recuperación económica en Estados Unidos así como generar presiones inflacionarias adicionales en la mayoría de los países”. A nivel local, “las amenazas no se manifestarían por el lado de restricciones en el suministro sino en el alza del precio, que demandaría mayores ajustes en los precios de los combustibles, lo que añadiría presiones al alza” sobre la inflación.

En torno al IVA, no hay consenso para una rebaja generalizada o para acotarla a los sectores de bajos ingresos mediante, por ejemplo, la tarjeta alimentaria del Mides.

“Existen sectores que consideran que se debe ir más allá de la rebaja de dos puntos en el IVA y entienden necesario hacer modificaciones en el Impuesto a las Rentas de las Actividades Empresariales (IRAE) -suba de 25% a 30% -, cambios en el IRPF -subir monto no imponible y modificar las franjas- y en el Impuesto al Patrimonio -gravar la tierra-”, señala el informe.

Más nuestro

Los depósitos del sistema financiero alcanzaron al final de 2010 19.162 millones de dólares, representando un crecimiento promedio anual de 17,3%. Si bien mayoritariamente (75,3%) las captaciones de los bancos fueron en moneda extranjera, las realizadas en moneda nacional tuvieron una creciente participación en los últimos años, pasando de representar 8,8% en 2003 a 24,7% en 2010. Los créditos alcanzaron a 9.830 millones de dólares, implicando una suba de 1.648 millones contra 2009, pese a que en valores constantes se contrajeron 6,3%. La participación de la moneda nacional en los créditos también creció: en 2008 era 40,9%; en 2009, 42,6% y en 2010, 42,7%.

Parte y reparte

Al entender de la consultora, una reducción del IVA focalizada en los bienes más demandados por los hogares de menores recursos contribuiría a incrementar su ingreso disponible, ya que éstos gastan mayormente su ingreso en bienes de consumo porque no tienen capacidad de ahorro. Sin embargo, evalúa que una reducción generalizada del IVA es habitualmente anticipada por las empresas, por lo que su efecto es marginal para impactar en el ingreso de los sectores de menores recursos.

Evalúa necesario complementar la reducción focalizada del IVA con una mayor progresividad del sistema tributario a través de la ampliación del monto no imponible y la ampliación de las franjas del IRPF.

Sobre los efectos de aumentar la tasa del IRAE, opina que “es difícil anticipar las consecuencias dado que las empresas al momento de instalarse o invertir en el país no evalúan únicamente la carga tributaria sino que hay otros factores como la estabilidad económica y política, la seguridad jurídica y los recursos naturales que son considerados relevantes al momento de tomar la decisión”. No obstante, elevar el IRAE posicionaría a Uruguay en una condición similar a la de sus vecinos, por lo que “perdería una ventaja existente en la actualidad”.

En ese sentido, concluye que debido a que el sistema tributario de un país afecta al consumo, a la inversión y al ahorro por su impacto en los precios, ingresos y riqueza, es necesario que tal sistema “sea estable, claro y previsible de manera que los agentes puedan tomar las decisiones con la mayor racionalidad y certeza posible”. Por ello recomienda que los cambios se definan “a la brevedad, y de la manera más clara y explícita posible”, como forma de “minimizar la incertidumbre entre los agentes económicos”.

Recuerda que “la teoría económica y la evidencia empírica no le dan a la política tributaria un rol redistribuidor significativo”, sino que la “redistribución proviene de una mayor equidad social a través de mayores oportunidades, lo que requiere altos niveles de cobertura social y calidad educativa, así como crecimiento económico y un mercado laboral dinámico, factores todos donde el Estado tiene un rol importante como orientador y ejecutor”.

De ahí valora que “los actores políticos y sociales deberían evaluar si es más eficiente buscar una redistribución vía modificación del sistema tributario o a través de la aplicación de políticas sociales focalizadas en los sectores más comprometidos, por ejemplo a través de salarios y jubilaciones mínimas, y asignaciones familiares, entre otras”. La educación, definida como prioridad por el Poder Ejecutivo, “es uno de los instrumentos más importantes en la distribución del ingreso en la medida que se mejore el punto de partida de los ciudadanos”. Para esto se requiere políticas claras y aplicables, así como entender que se trata de un instrumento de largo plazo. “Lo más importante es que el sistema político considere que el tema que se encuentra en discusión no es el cumplimiento de una promesa electoral, sino la posibilidad de salida de una situación indigna de un conjunto de ciudadanos”, enfatiza el informe.

¿Por qué lo haces?

Oikos hace referencia al escenario regional, enfocándose en los vecinos. Para Argentina destaca el dinamismo de su comercio exterior tanto en exportaciones como en importaciones, registrando en conjunto un saldo superavitario de 12.057 millones de dólares en 2010; pero el intercambio con los socios regionales fue deficitario en 1.674 millones de dólares, aunque con Uruguay fue favorable en 786 millones. “En tal sentido, no se entiende la aplicación a Uruguay de la reciente resolución del gobierno argentino de elevar de 400 a 600 los productos sujetos a licencias no automáticas de importación, lo que desestimula a los importadores argentinos ya que la aprobación de estas licencias puede llegar a demorar 60 días”; los argumentos esgrimidos por el gobierno son de “defensa de la industria local y de los trabajadores”. La consultora opina que el gobierno debería solucionar el problema en el frente diplomático, dado que la adopción de una medida espejo “afectaría la oferta de productos principalmente alimenticios, lo que presionaría al alza el nivel general de precios”. Argentina es uno de los principales proveedores del sector energético nacional, por lo que una escalada de medidas podría derivar en afectación sobre la producción local. “Estos hechos refuerzan cada vez más la necesidad de buscar nuevos mercados para diversificar los riesgos comerciales”, señala. Sobre Brasil destaca las presiones inflacionarias, que aún se mantienen dentro del rango oficial, aunque cada vez se aleja más de la meta fijada de 4,5% para 2011. “Una devaluación del real no haría más que incrementar las presiones al alza de los precios internos, por lo que no sería una medida a implementar por la nueva administración de gobierno”.

Fuera de la meta

En otro orden, el documento de Oikos refiere a las cuentas públicas, de las que, “a pesar de haberse trazado una meta no muy exigente, el gobierno no pudo reducir el déficit fiscal global a un punto porcentual de Producto Interno Bruto (PIB), como era el objetivo al inicio de 2010”. El déficit global se situó en 1,2% del PIB, representando una importante reducción frente al 1,8% del año anterior, aunque “dista del equilibrio que se logró en 2007”.

La mayor recaudación, originada en el crecimiento de la actividad, en la mayor eficiencia en la recaudación y en el crecimiento del sector externo, fue absorbida por los mayores egresos (principalmente destinados a inversiones). Los intereses de deuda tuvieron un sustantivo crecimiento en términos reales aunque quedaron estables con relación al PIB.

La consultora prevé un superávit primario del sector público de 2,8% del PIB en 2011 y de 2,7% en 2012, cerrando con un resultado global (luego del pago de intereses) deficitario de 1,1% y 1,2% para cada año.

La evolución de la inflación evidenció en los primeros meses del año “un repunte” tanto en precios mayoristas como minoristas, por lo que su control nuevamente “se presenta como una de las principales tareas del equipo económico de gobierno”. Oikos prevé que el Índice de Precios del Consumo (IPC) crecerá 7% promedio durante 2011, por lo que no se cumpliría con la meta, fijada en entre 4% y 6%. Advierte que la política fiscal aparece “nuevamente” como “la herramienta más idónea para reducir las presiones inflacionarias, aunque ello impactaría negativamente en las finanzas del Gobierno Central y de las Empresas Públicas”. En la misma línea, valora positivamente los cambios en la metodología del IPC, que “permiten actualizar y ampliar la base de relevamiento de los productos, ajustándolo al consumo de los hogares en la actualidad”.

En cuanto al tipo de cambio, recuerda que el dólar cerró enero con una baja de 2,1%, prácticamente lo mismo que subió en 2010 (2,4%). La tendencia continuó en 15 días analizados de febrero, acumulando una baja de 3,1% contra diciembre.

Proyecta que en el corto plazo no habrá “cambios abruptos en la cotización del dólar, el cual observaría oscilaciones en su valor de cierre mensual y se situaría en valores cercanos a los 20 pesos al cierre del año”. “Ello sería consecuencia de las variaciones en los arbitrajes y movimientos de capital a internacionales, y de las leves intervenciones de los bancos estatales en el mercado de cambios doméstico”, describe.

Vamos por más

En materia salarial, en 2010 hubo un incremento real de 3,6% para los trabajadores privados y de 2,8% para los públicos, creciendo por “sexto año consecutivo luego de cuatro años de continuas caídas”. Describe que “entre 2005 y 2010 el salario real (global) creció 31,2% (32,3% el privado y 29,5% el público), lo que permitió absorber las bajas de los años previos y situarlo en igual nivel que 1999, cuando se alcanzó el máximo histórico de los últimos veinte años”.

Oikos estima que el crecimiento del PIB pronosticado para 2011 y 2012 hará que los salarios tengan una nueva suba promedial de 3,4% y 3,3%, respectivamente. Un riesgo del aumento es que ante un escenario adverso no se puedan revertir los criterios de ajustes pactados.

No obstante, recuerda que “los aumentos salariales registrados no sólo son resultado de los ajustes de los Consejos de Salarios sino que también incide el desempeño de la economía. El crecimiento de los últimos años por encima del promedio histórico está impactando en la demanda de trabajo y por ende en los salarios”.

En materia de actividad, la producción industrial se recuperó en 2010 de la caída de 2009, aumentando 3,8% y 4,5% excluyendo la refinería de petróleo de La Teja.

Sin embargo, advierte que los sectores mostraron una gran dispersión, ya que mientras que “Vehículos y automotores”, “Madera y productos de madera” y “Productos de caucho y plástico” crecieron 41,4%, 38,2%, y 12,6%, respectivamente, del otro lado, “Prendas de vestir”, “Productos metálicos, maquinaria y equipos” y “Otros equipos de transporte” se contrajeron 12,8%, 5,9% y 1,9% en cada caso.

El rubro de mayor ponderación, “Alimentos y bebidas”, tuvo su menor crecimiento de los últimos años con una leve expansión de 1,1%, explicado en la menor remisión de ganado a los frigoríficos por descenso de los stocks en la segunda mitad del año.

Previendo que este año habrá una recuperación de las existencias de ganado y que se mantendrá una coyuntura internacional de precios altos de la carne, tanto la actividad de los frigoríficos como la de “Alimentos y bebidas” “se presentarían más dinámicos en el correr de 2011”. Respecto del mercado de trabajo, destaca que la tasa de actividad cerró 2010 en 62,9%, implicando una leve desmejora de tres décimas contra 2009, año del mayor registro histórico. La tasa de empleo no tuvo cambios en 2010, cerrando en 58,6%, nivel históricamente elevado, mientras que el desempleo se ubicó en 6,9%, nuevo mínimo histórico frente al 7,3% del año anterior.