La semana pasada, el dirigente brasileño Marco Aurelio García, emisario de la Presidencia de su país, se reunió en La Habana con el presidente Raúl Castro para afinar detalles de los planes de cooperación binacionales, entre los cuales se destaca la financiación de la mitad del costo de las obras en el citado puerto, ubicado a 50 kilómetros de la capital isleña, por parte del Ejecutivo de Brasilia. El costo total del proyecto ronda los 800 millones de dólares, y al término de la obra Mariel será uno de los complejos portuarios más importantes de Cuba, siendo el más ambicioso de los planes binacionales de cooperación. “El objetivo central de mi viaje era examinar el estado de la cooperación Brasil-Cuba. Estamos involucrados aquí en dos proyectos que quisiera destacar: el proyecto de soja y maíz en [la oriental provincia de] Ciego de Ávila, y quizá el más importante, que es el del puerto de Mariel”, declaró García tras reunirse con el mandatario cubano, consignó la agencia estadounidense de noticias AP.

El financiamiento para el puerto de Mariel se integra con un crédito dividido en cuatro “tramos” o pagos, detalló García: dos ya fueron entregados y ejecutados, y un tercero fue aprobado aunque aún no se hizo efectivo, sin que hasta ahora se especificara el monto correspondiente a cada uno; además, las autoridades analizan la opción de incluir un quinto tramo adicional a través de un préstamo.

La construcción del muelle está prevista para junio próximo y las carreteras para setiembre, adelantó García, en tanto que la totalidad de la obra “estará en condiciones de operación en 2014”; su gestión estará a cargo de una compañía extranjera “no brasileña”.

El enviado de la presidenta Dilma Rouseff también se trasladó hasta Ciego de Ávila, donde un programa técnico de Brasil consiguió sembrar unas 6.000 hectáreas de soja de 40.000 hectáreas proyectadas como objetivo.

En cambio, los planes compartidos de prospección de petróleo en aguas del Golfo de México no prosperarán porque el crudo detectado por la compañía española Repsol requeriría un costo de extracción casi imposible de costear actualmente. “Hubo prospecciones que no resultaron, lo sentimos mucho”, explicó García.

Brasil es el segundo socio comercial de Cuba en América Latina, con un intercambio de unos 624 millones de dólares en 2009 y una balanza favorable al gigante sudamericano. García contó a los medios que con Castro hablaron no sólo de aspectos económicos sino también de los cambios políticos y sociales que se están produciendo en la sociedad y el Estado cubanos, que entre otras medidas está liberando a disidentes políticos.

Sin CUC(os)

En ese contexto de creciente apertura de la economía y con el propósito de captar más divisas y estimular sus exportaciones, el gobierno cubano anunció el lunes, a través de una resolución del Banco Central publicada por el diario oficial Granma, que el peso convertible (CUC), de uso en la isla para las importaciones de bienes y las operaciones turísticas, fue devaluado en 8%, con lo que cotiza uno a uno frente al dólar desde inicios de la semana.

Según informó la agencia británica de noticias Reuters, el peso convertible valía 1,08 dólares desde 2005, pero tras la resolución de la autoridad monetaria quedó cotizando frente al dólar en una paridad cambiaria total. “Esta decisión significa un paso discreto dirigido a propiciar una mejora en el balance de divisas del país, pues constituye un estímulo a la actividad exportadora y al proceso de sustitución de importaciones”, detalla la resolución del Banco Central.

Habiendo sido celebrada la decisión de “restablecer la paridad entre el peso convertible y el estadounidense” tanto por analistas externos como por economistas cubanos, la entidad emisora del Estado enumeró entre sus razones a los huracanes que azotaron la isla en 2008, la crisis económica global y la “gran volatilidad de los mercados monetarios”. La suma de estos factores “nos obliga a replantearnos la conveniencia de mantener una tasa de cambio del peso convertible frente al dólar estadounidense y demás divisas, que no se corresponde con las necesidades económicas del país en las condiciones actuales”, evalúa la resolución.

El economista cubano-estadounidense Carmelo Mesa-Lago, profesor de la Universidad de Pittsburgh, valoró que “ésta es una medida muy importante que los economistas cubanos y expertos extranjeros en Cuba han estado recomendando desde hace años”, y explicó sobre la decisión: “Esto debería reducir la sobreestimación significativa del CUC, que causa todo tipo de distorsiones, hacer más barato el turismo para los cubano-estadou-nidenses, los estadounidenses y de los países latinoamericanos en el área del dólar, y estimular el envío de remesas”, añadió en diálogo con la agencia.

Cuba está emergiendo de una grave crisis de liquidez iniciada a fines de 2008, carencia que condujo a sus autoridades económicas a aplicar una suerte de “corralito” al congelar cientos de millones de dólares en cuentas bancarias de proveedores extranjeros, alegando que no contaba con divisas para cubrir los depósitos en CUC.

La confianza del mercado en el peso convertible y en el sector financiero público quedó así deteriorada, pese a que la mayor parte de las cuentas fueron descongeladas o ya se firmaron acuerdos de pago. De hecho, la resolución de la autoridad monetaria explica que la misma también se debió a que los gobernantes se vieron “obligados a imponer a finales del año 2008” fuertes restricciones “en los pagos desde los bancos cubanos a los suministradores extranjeros”. El presidente Raúl Castro redujo drásticamente las importaciones en 2009 y 2010, promoviendo a la vez las exportaciones y la sustitución de bienes importados para enfrentar la crisis financiera del Estado.

De balanza

La balanza comercial de Cuba, incluyendo el sector servicios, registró un superávit de 3.900 millones de dólares el año pasado según cifras del gobierno, contra un saldo positivo de 2.000 millones en 2009 y un déficit de 2.300 millones de dólares en 2008.

No obstante la nueva tasa de cambio del CUC, permanece vigente un impuesto de 10% sobre las adquisiciones de CUC con dólares, “como compensación por los costes y riesgos que origina la manipulación de estos últimos como consecuencia del irracional e injusto bloqueo económico, financiero y comercial, impuesto desde hace más de medio siglo” por EEUU a la isla, señala el texto oficial.

“No hay duda de que la medida beneficiará a los turistas y a los cubanos que reciben remesas desde el exterior, no sólo de Estados Unidos”, evaluó para Reuters un empleado de la compañía estatal cubana de cambio de monedas CADECA, que pidió el anonimato. “La penalización en el tipo de cambio ahora es menor. Antes, por cada 100 dólares le daban al cliente 80 CUC y ahora, por cada 100 dólares le entregan 87,10 CUC”, destacó; las empresas extranjeras que negocian con la isla se quejaban de que el peso convertible estaba sobrevaluado.

Cuba tiene vigente un sistema monetario de doble moneda: el peso convertible y el peso local (moneda nacional). El tipo de cambio actual en las calles del país es de 24 pesos locales por cada convertible en la venta, mientras que, en la compra, el convertible hay que pagarlo a 25 pesos cubanos; esta relación cambiaria interna utilizada para la contabilidad del Estado permaneció incambiada; con el peso local se pagan los sueldos y se venden los productos y servicios subsidiados por el Estado.

La devaluación de 8% del peso convertible se aplica no sólo a la relación con el dólar sino también a las “demás monedas extranjeras”, reza el texto del Banco Central, con lo cual el gobierno restablece el sistema cambiario igualitario que existió desde que fue creado el CUC, en 1994, hasta abril de 2005, cuando esta unidad fue revaluada en 8% por arriba del dólar, recordó Europa Press. La nueva tasa rige “tanto para las operaciones cambiarias realizadas por el sector empresarial como para las que realiza la población” a través de CADECA. Pero el Central precisó que “se mantendrán los márgenes comerciales aplicados en la actualidad a las operaciones cambiarias”, con el objetivo de “cubrir los costes de las instituciones financieras que brindan estos servicios”.