No hay chance

El ministro de Economía sostuvo ayer que el gobierno evalúa la necesidad de proceder a un nuevo aumento en los precios de los combustibles, aunque aún no hay una fecha fijada para ello. Sobre este punto, Lorenzo comentó: “Estamos analizando en qué momentos y en qué circunstancias es necesario realizar correcciones para que, además de los problemas inflacionarios, no agreguemos problemas de sustentabilidad fiscal”. Y fue aun más enfático. “No existe ninguna posibilidad, ante aumentos permanentes y duraderos en los precios del petróleo, de intentar alguna política que no termine reflejando esos incrementos del precio del crudo”, adelantó. Sin embargo, en conversación con la diaria, el director de ANCAP Juan Gómez aseguró que “no hay nada definido” y que no está previsto discutir el tema esta semana. “No hay nada concreto; estamos analizando permanentemente la situación, viendo lo que está pasando a nivel internacional, pero esta semana no está previsto que se anuncie nada”, concluyó. Ayer, el barril de crudo Brent subió 1,98% hasta los 121,06 dólares (su máximo en dos años y medio), cuando la referencia de ANCAP está en 105 dólares.

Crecer tiene sus riesgos y crecer mucho tiene más. Luego de superada la crisis en 2009, y al constatarse la mejora de la mayoría de los indicadores macroeconómicos, los problemas del país pasan por la forma de consolidar ese crecimiento, y lograr hacerlo sustentable. Contra ello emerge la inflación, fenómeno que implica el crecimiento sostenido y generalizado de los precios en la economía, que en los primeros meses de 2011 se disparó a un nivel superior al objetivo del gobierno (5%). Alguno de sus impactos negativos se puede apreciar en que, pese a que el Índice Medio de Salarios (IMS) aumentó 0,8% en febrero, medido en términos reales tuvo una caída de 0,14% debido a la inflación registrada ese mes (0,94%).

En marzo, el Índice de Precios del Consumo (IPC) tuvo un aumento de 1,42% respecto del mes anterior, acumulando en el primer trimestre una suba de 3,65%. En el año móvil cerrado a marzo, la inflación cerró en 8,17%, lo que implica más de un punto por encima del rango-meta de tolerancia vigente (3%-7%) y dos puntos arriba del que empieza a regir desde junio (4%-6%).

Esta tendencia alcista mostrada por los precios en la economía local genera incertidumbre en los expertos privados, que descartan el incumplimiento del objetivo, y preocupación en el gobierno, que ayer ratificó su compromiso con la meta inflacionaria.

Más allá de lograr ubicar la inflación en el rango, hay un objetivo secundario de evitar que el IPC supere los dos dígitos, lo que activaría las cláusulas gatillo de los convenios colectivos, empujando a su vez los salarios públicos y pasividades, y provocando aun más presiones al alza sobre los precios.

Locomía

El ministro de Economía, Fernando Lorenzo, aseguró que la contención de la inflación “es un tema prioritario en la agenda” y que el “compromiso es muy firme”, por lo que se utilizará un amplio “abanico” de medidas al efecto. Es que la inflación provoca el “deterioro del poder de compra” de los hogares y por ello es necesario “comprometerse con el rango objetivo”. Luego del encuentro del Gabinete Productivo del Poder Ejecutivo, el secretario de Estado detalló que “las acciones de política económica” para contener los precios “son de muy diversa índole”. Recordó el reciente aumento dispuesto por el Banco Central del Uruguay (BCU) sobre su Tasa de Política Monetaria, por encima de lo esperado por los expertos privados, y también “su compromiso con la prudencia fiscal”. “La política fiscal, ya planificada en el Presupuesto nacional, va a ser manejada con el mismo rigor y la misma prudencia que corresponde”, aseguró. Además, “la orientación general de la negociación colectiva y los acuerdos salariales están en línea con asegurar que los distintos instrumentos en política económica contribuyan a moderar la inflación”.

Lorenzo diagnosticó que hay dos elementos que provocan la tendencia alcista de la inflación: el precio del petróleo, del que Uruguay es importador neto, y el valor de los alimentos, que tienen una cara positiva por la mejora de los precios de exportación uruguayos, pero la negativa de encarecer varios productos de la canasta básica.

Respecto del cumplimiento del objetivo, el ministro recordó: “Tenemos un compromiso con el rango-meta, con la trayectoria a mediano plazo de la inflación. No se trata de acertar en el blanco. La señal que se da, y todas las políticas, convergen en que se restablezca esa trayectoria”. Es así que “la estabilidad de precios llegó para quedarse”, aseveró Lorenzo.

Sube, todo sube

El rubro con mayor incidencia en el alza del IPC de marzo fue “Alimentos y Bebidas no Alcohólicas”, que constató un aumento de 1,7% y representó 0,45 puntos del aumento del IPC. Le siguieron en relevancia “Transporte” (con una suba de 3,06% y un impacto sobre el indicador de 0,31 puntos porcentuales), “Vivienda” (2% e impacto de 0,28 puntos) y “Restaurantes y hoteles” (1,98% y 0,15 puntos). Todos los rubros analizados se encarecieron en el tercer mes del año a excepción de “Comunicaciones”, que se mantuvo prácticamente estable, registrando una leve baja de 0,07% que no tuvo incidencia sobre el IPC. En “Alimentos y Bebidas no Alcohólicas” se destacaron las subas en “Carne fresca de vacuno” (6%), “Legumbres y hortalizas frescas” (4,09%) y “Bebidas no alcohólicas” (1,1%); “Frutas” compensó parte del aumento, registrando un descenso de 4,24%. El incremento de los combustibles dispuesto por el gobierno el 3 de marzo explicó parte de las subas registradas en “Vivienda” (por el aumento de “Supergás”) y en “Transporte” (por los subas en transporte escolar, gasoil y nafta). Respecto de “Restaurantes y Hoteles”, el incremento se explicó por el encarecimiento de las comidas a base de carnes y pescado (2,69%), a base de harinas (1,93%) y bebidas fuera del hogar (1,33%).

No empujen

Para el economista y ex presidente del BCU, Juan Carlos Protasi, “hay un empuje inflacionario del exterior”, fundamentalmente del petróleo y los alimentos, que impulsan los precios a nivel local. No obstante, advirtió que “también hay un impacto grande de la demanda interna, que está creciendo a un ritmo muy fuerte”.

Respecto de las medidas adoptadas por el gobierno, opinó que “ayudan pero no son la solución”, interpretando que el manejo de la tasa de interés para enfriar el consumo tiene escaso impacto en la economía de Uruguay. “Habría que actuar a través de un manejo fiscal más prudente, con un programa que implique un menor gasto”, recomendó.

El experto no cree que el IPC supere el 10% porque prevé “una inflación menor en el segundo semestre”, aunque señaló que ello “dependerá del contexto internacional con respecto al petróleo”. Protasi sostuvo que los incrementos de la inflación están “comiéndose” los incrementos salariales, como se registró en febrero. Estimó que el gobierno aplicará “medidas fiscales” para contener los precios, que incluirán subsidios o acuerdos de precios, aunque reiteró que “lo mejor sería una contención del gasto público”.

También para la coordinadora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía, Gabriela Mordecki, “es notorio que hay una fuerte presión inflacionaria”, tanto sobre los precios transables como de los no transables. Evaluó que la tendencia se debe a “presiones externas” y también a “presiones internas”, mientras que “la inflación subyacente (excluye productos volátiles como vegetales y precios administrados) más o menos acompaña a la inflación global”. Mordecki tampoco cree que el IPC supere los dos dígitos, ya que el encarecimiento del petróleo no se basa en una mayor demanda sino en factores circunstanciales generados por las tensiones geopolíticas en Medio Oriente y el norte de África. No obstante, alertó que en el caso de los alimentos sí hay un empuje explicado por la demanda, aunque también “moderarán su crecimiento a mediados de año”. Sobre posibles medidas oficiales, opinó que “lo más efectivo son [las bajas en] las tarifas, aunque es el elemento más costoso”. “El déficit aumentó bastante en la última medición y hay un margen bastante estrecho como para bajar tarifas”, analizó.

En cuanto a posibles acuerdos de precios, “no parece el momento” para realizarlos. “Estamos en plena discusión de salarios, que ha generado un conflicto fuerte”, apuntó.

Por último, enfatizó que si bien en febrero se constató una caída del salario real, los acuerdos intersectoriales establecen correcciones, por lo que “al cierre del año va a haber un crecimiento del salario real”.