“Veinte años no es nada” canta cada día mejor el Mago, y algo de razón tiene según las opiniones de quienes disertaron en el seminario “Logros, falencias ydesafíos del Mercosur a 20 años del Tratado de Asunción”, aunque también hay que decir que muchas cosas han pasado en este par de décadas, y muchas más pasarán.
Bisagra o Gibraltar
El presidente del CURI, el senador nacionalista y ex canciller Sergio Abreu, expresó que “Uruguay tiene que ver en el Mercosur un mercado que no sea reducido, que no se administre en su comercio por licencias, que no están permitidas", sino uno en el cual "las inversiones puedan fluir sin ningún tipo de discriminación y [en el] que la inserción externa nos permita tener flexibilidad” para encarar otras negociaciones. También manifestó que hay cuestiones estratégicas a atender en materia de infraestructura, por ejemplo en materia de puertos y conectividad física, y su resolución va a determinar “si el Uruguay es bisagra o Gibraltar, es decir, un peñón colgado en el medio de un proceso de integración”. Abreu reconoció tener “coincidencias” pero también “discrepancias” con el gobierno. Entre estas últimas, mencionó el hecho de "estar todos los días conversando, en un Mercosur político, con la República Bolivariana de Venezuela, que no es miembro” pleno del bloque, y después citó el proceso integracionista de la Unasur, “que no ha sido ratificada por Brasil”. “Es un tema que el gobierno necesita saber adónde va […]. Lo que tenemos es un gran desconcierto, porque ni siquiera sabemos bien dónde estamos parados” frente a esos procesos, concluyó.
El evento fue organizado por el Consejo Uruguayo para las Relaciones Internacionales (CURI), la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y contó con disertaciones de expertos del bloque que mostraron algunos aspectos críticos de la integración, pero también destacaron la importancia del bloque para los países miembros.
Como eco del citado tango, el canciller Almagro sostuvo durante la apertura del evento que “en 20 años es imposible perfeccionar un proceso de integración y decir ‘no hay nada mejor’”, recordando que ni siquiera pudo hacerlo la UE, que viene de un proceso aun más largo.
Recordó que en los primeros años del Mercosur fue cuando se sintió el mayor impacto en Uruguay, ya que el país “perdió 65.000 puestos de trabajo en la industria”, lo que significó “el shock laboral-social” más importante en la historia del país, incluso considerando las crisis financieras y económicas que atravesó.
No obstante, destacó que recientemente el Mercosur “evitó los principales problemas que ha tenido el mundo”, haciendo mención a las crisis financieras en Estados Unidos y Europa. Y ello, en “complementación” con la creciente importancia de los mercados asiáticos, llevó a que en 2010 las economías de los cuatro países socios crecieran arriba del 7% anual.
Por otra parte, subrayó el crecimiento de las inversiones productivas que han llegado al país “porque somos parte del Mercosur”, haciendo referencia a capitales asiáticos instalados en el sector automotor y la industria agroquímica. Resaltó además la relevancia de la inversión “intra Mercosur” y mencionó la importancia que han tenido tanto “la inversión inmobiliaria brasileña” como “la inversión agrícola que viene de Argentina” en Uruguay.
En materia de comercio, Almagro evaluó que los 2.500 millones de dólares que el país exporta en bienes y los 2.500 millones que vende en servicios “son irreemplazables”.
También dijo que el bloque permitió “fortalecer políticamente” a los países que lo integran, haciendo que, “incluso en algunos casos extraños de debilidad política de algún gobierno, igualmente ha privado la cordura institucional”.
La sexta es la vencida
Almagro se refirió a “los avances” registrados desde que asumió la nueva administración de gobierno en marzo de 2010, enumerando que “se acordó un cronograma para la eliminación del doble cobro del Arancel Externo Común -cuya primera etapa entra en vigencia en enero de 2012-, se aprobó el Código Aduanero del Mercosur, se logró el pleno funcionamiento del Focem [Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur] financiando obras de interconexión ferroviaria y eléctrica con Brasil”, así como destacó la “inminente aprobación del plan de acción social del Mercosur”.
Uno de los avances subrayados con mayor énfasis por el ministro fue “el relanzamiento de las negociaciones para un acuerdo comercial con la UE”, al opinar que ello “es muy importante” para Uruguay y el bloque. “Tenemos las manos llenas en la negociación con la UE y esperemos que este sexto relanzamiento dé los resultados adecuados”, comentó. Si bien reconoció que “existen nuestros problemas y los problemas europeos”, destacó que igualmente “tenemos una actitud positiva de ambos bloques de seguir avanzando”.
Pese a lo logros comunes, enfatizó que ello no implica “desconocer la existencia de dificultades e incluso reversiones” en el camino de la integración, y enumeró los principales desafíos que a su juicio deben ser atendidos. En particular, mencionó la necesidad de “constituir un mercado ampliado” de bienes y servicios, ya que “las dificultades para la implementación del libre comercio intrazona han sido notorias”. Explicó que ante el hecho de las “restricciones no arancelarias” aplicadas por Argentina y Brasil, “el gobierno uruguayo siempre ha evaluado las líneas de acción disponibles y ha entendido que lo más razonable es la negociación en todos los ámbitos y niveles posibles para minimizar los daños”. En ese sentido, lamentó que los problemas se han resuelto innvariablemente “de forma bilateral”, salida que “deja en desventaja a los países chicos” del bloque, por lo cual entiende indispensable “reivindicar el rol del Mercosur para la solución de diferendos”.
Almagro también se refirió a las prioridades que buscará atender Uruguay cuando asuma la presidencia pro témpore del bloque, en julio próximo. En materia social, adelantó: “Vamos a tener iniciativas […], procurando mercosurizar el programa Mi Casa Mi Vida y otras iniciativas del Mides”.
En materia institucional, la presidencia uruguaya apuntará a “dar inicio a negociaciones para mejorar el mecanismo de solución de controversias”, dado que éste, actualmente, “promueve más las asimetrías en lugar de solucionarlas”. De esa forma, la acción se orientará a que los dictámenes del Tribunal de Controversias “sean obligatorios” para sus miembros.
Respecto de las negociaciones interbloque con la UE, el canciller dijo que “es importante mantener el ánimo negociador”, y con ese objetivo la presidencia de Uruguay tiene “que presentar la oferta Mercosur” a los negociadores de la UE para concretar un acuerdo comercial. Almagro se mostró optimista de “poder cerrar la negociación durante la presidencia pro témpore de Argentina” durante el primer semestre de 2012.