La presencia del vice de Estados Unidos (EEUU) durante casi una semana en la República Popular puede leerse en principio como una búsqueda de respaldo a la gestión política de la Casa Blanca en el marco de su crítica situación fiscal, que puede proyectar consecuencias severas sobre la economía mundial y china en particular. Y también como la emisión de un mensaje conjunto de tranquilidad a los mercados por los dos grandes socios estatales de las finanzas y la economía globales. Biden fue recibido por su par Xi Jinping y por el presidente Hu Jintao, quienes cruzaron comentarios alentadores y elogios en materia de economía. Tras una reunión realizada hacia el final de la semana pasada el norteamericano declaró estar "totalmente convencido de que la estabilidad del mundo depende en gran parte de la cooperación entre Estados Unidos y China". Debe recordarse que el país asiático posee cerca de 1,16 billones de dólares, aproximadamente la tercera parte de sus reservas de divisas, en Bonos del Departamento del Tesoro. Xi, que tiene una hija estudiando desde el año pasado en la Universidad de Harvard, devolvió el concepto de su colega al evaluar que "en un mundo complicado y de rápidos cambios, la cooperación es la única elección correcta para los dos países", según informó la agencia española de noticias EFE. Luego de resaltar este aspecto, que remite directamente a la fase actual de la crisis global y a la dimensión política del vínculo común, el oriental exhortó a su homólogo a que su país se involucre en "la mejora de la gobernabilidad económica global a través de paltaformas como el G20", ámbito mundial donde los 'emergentes' más grandes y dinámicos ganaron un grado inédito de influencia política conforme se debilitó la posición de los Estados centrales desde 2008.
Así, Biden aseguró que su gobierno trabaja "para construir una colaboración estable que crezca y se consolide en los próximos años", sobre una base insoslayable para cualquier socio-cliente: "Apreciamos la inversión china en la deuda estadounidense, y quiero dejar claro que no tienen nada de qué preocuparse", aventuró en el marco de una conferencia en la Universidad de Chengdu. Xi devolvió gentilezas y aseveró que la economía de EEUU "es muy elástica y tiene una fuerte capacidad de autorreparación".
Deudas son problemas
El tema de la tenencia de las deudas y la capacidad de cubrir los vencimientos también desvela especialmente en estas horas a diferentes agentes y gobiernos en la eurozona en función de una nueva dificultad: las garantías de repago en efectivo que Finlandia exigió a-y obtuvo de- Grecia por su aporte al rescate financiero acordado el mes pasado por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que los helenos cubran sus vencimientos inmediatos y eviten cualquier forma de moratoria. Inmediatamente conocido ese acuerdo bilateral, Austria, Eslovaquia y Holanda exigieron la misma condición que el país báltico. El ministro holandés de Economía, Jan Kees de Jager, disparó que el acuerdo grecofinés es ilegal y que su contenido no es conveniente para el grupo, pero aclaró que su país se verá obligado a solicitar el mismo trato si el caso de referencia no es revertido.
En este renovado marco crítico, la calificadora de crédito Moody's advirtió ayer que tales garantías acarrearán dificultades adicionales. “El acuerdo entre Grecia y Finlandia, que es pequeño, tiene una importancia mucho mayor. La búsqueda de tales acuerdos podría retrasar el próximo tramo de apoyo financiero para Grecia y por lo tanto precipitar una suspensión de pagos”. El mes que viene Grecia debe recibir la primera partida del rescate, de 8.000 millones de euros, según lo pactado entre la UE y el FMI.