El trabajo de campo lo harán 8.100 censistas. Golpearán en cada domicilio vestidos con chaleco, gorra y carné de identificación de los Censos 2011. Desde el 1º de agosto se dictan los cursos de capacitación a los censistas, que se extenderán también durante esta semana y la próxima. Además, se está planificando capacitación adicional en algunas localidades del interior para la última semana de agosto. José María Calvo, director de Censos 2011, dijo a la diaria que todo se está desarrollando dentro de los plazos establecidos, aunque la semana pasada no concurrió la totalidad de los censitas convocados: "No sabemos si es porque las personas no se preocuparon de informarse en el sitio web para la capacitación o si perdieron interés en el censo. De todas formas, como siempre convocamos un porcentaje que adiciona determinado número de aspirantes para garantizar cualquier faltante, de momento estamos dentro de márgenes razonables".
El INE establece que "por lo menos cada diez años es necesario ubicar precisamente en el territorio nacional a las personas y sus viviendas, a fin de mantener actualizados los marcos de muestreo de las encuestas a hogares"; el censo anterior de población, hogares y vivienda se hizo en 1996. El relevamiento insumirá 280 millones de pesos, cubiertos en su totalidad por Rentas Generales.
Calvo evaluó que además de "conocer con mayor profundidad y cobertura total en todo país el número de hogares, de viviendas, de personas, de locales y su distribución geográfica", se podrán identificar "situaciones que se presentan con muy baja frecuencia en algún punto del país y que a partir de algunas encuestas es bastante impensable ubicarlas y determinar su magnitud". Indicó que los resultados de número de personas, sexo, edad y localidad de residencia se obtendrán entre las 24 y 48 horas de finalizado el relevamiento, en tanto sobre fin de año se dispondrá de los datos surgidos del cruzamiento de variables, y los resultados finales estarán en el correr de 2012.
Como el relevamiento se realiza durante un mes, trabajarán muchos menos censitas que en otras ocasiones (en que se contrataron entre 60.000 y 70.000), esto permite que cada uno "esté equipado con un dispositivo electrónico para la captura de datos, en lugar de formularios en papel", detalló Calvo, lo que mejora el relevamiento y el procesamiento de información. Por otra parte, "da mayores garantías de confidencialidad", según destacó el entrevistado, porque "la información se carga a un dispositivo electrónico y a medida que el censista va ingresándola es irrecuperable, solamente puede decodificarla el servidor del instituto".
Por la puerta grande
El censo de domicilios apunta a registrar "la entrada principal de cualquier edificio independientemente del destino que tenga", puede ser vivienda, local comercial o ambos, dijo Calvo.
El relevamiento de locales "es muy básico, aspira a obtener una descripción de la actividad, saber cuántas personas trabajan y preguntar el número de registro único tributario, no a fin de identificar formalidad o informalidad sino para poder hacer un enlace de locales que pertenecen a una misma empresa, tener su distribución locativa y saber si cumplen las mismas actividades en todas sus filiales", detalló. Aclaró que la información que se obtiene de los censos "está amparada por el secreto estadístico, ningún dato puede ser divulgado de forma individual o individualizable" y es recogida únicamente con fines estadísticos. Por lo tanto, para quien tema una posible conexión con oficinas recaudadoras, no podrá hacerse ese cruzamiento de datos.
El censo de viviendas discriminará por medio rural/urbano, vivienda particular o colectiva (incluye unidades móviles como una carpa o casa rodante, hotel, pensión, residencial, casa de peones, internado religioso, establecimiento de reclusión, cuartel), si está ocupada o desocupada, los materiales de paredes, techos y pisos, la disponibilidad de agua potable y principal medio de alumbrado eléctrico, y si está compuesto por uno o más hogares. Éstos se establecen "en función de si comparten el sustento de gastos y comida", precisó Calvo. El cuestionario del hogar apunta a conocer su tenencia, detalles de equipamiento y número de residentes. Para esto se tiene en cuenta si la persona "reside habitualmente", a diferencia de censos anteriores en que se consultaba "dónde durmió la noche anterior". Esto es importante para personas que residen por motivos de estudio o trabajo en otros departamentos, hijos de padres separados, personas internadas; de todos modos, se verifica si la persona ya fue censada. También investiga sobre quienes están temporalmente en el exterior por motivos de estudio, turismo o trabajo y piensan retornar; para establecer si reside habitualmente se considera un año hacia atrás y otro hacia adelante.
El formulario de población debe ser aplicado "a cada persona que resida habitualmente en esa vivienda", sostuvo Calvo. "Los censistas van a ir a la vivienda tantas veces como les lleve encontrar al menos una persona que esté en condiciones de responder por todos, no tienen por qué estar todos", afirmó Calvo. Por eso recomendó entrar al sitio web http://www.ine.gub.uy/censos2011/index.html, allí en la sección documentos puede descargarse el formulario e intercambiar las respuestas con los integrantes del hogar que puedan estar ausentes al momento del relevamiento. En esta edición se preguntará edad, relación de parentesco, ascendencia étnico-racial, situación conyugal, migración, educación, actividad laboral, fecundidad, mortalidad y discapacidad.
Autoidentificación
Enrique Auyanet y Mónica Michelena fueron los dos integrantes del Consejo de la Nación Charrúa (Conacha) que ayer lanzaron una campaña para difundir la importancia de las dos preguntas específicas que contiene el censo de población sobre ascendencia étnico racial. En la primera debe responderse si se tiene ascendencia afro o negra, asiática o amarilla, blanca, indígena u otra; en caso de que haya respondido afirmativamente más de una, la segunda cuestiona cuál de ésas considera principal. Auyanet precisó que se trata de una larga reivindicación de las organizaciones de descendientes de indígenas que venían planteando a nivel nacional e internacional. En la encuesta continua de hogares de 2006, 115.118 personas se autoidentificaron como descendientes de indígenas; el Conacha apunta a que esta vez muchos más se pronuncien como tales. Michelena precisó que se estima que los indígenas poblaban estas tierras desde “hace 12.000 años o más, lo que representa 600 generaciones frente a diez o doce que representan la colonización”. Aclararon que no se necesita un ADN para comprobar la ascendencia.
“¿Alguna vez te contaron de una bisabuela o un tatarabuelo indio? Cuando en setiembre te visite el encuestador recordá con orgullo a tus antepasados indígenas”, dice el spot elaborado por Conacha, que se transmitirá por redes sociales de internet porque no pueden costear su emisión en canales de aire, especificaron.