La primera jornada de intercambio de propuestas y prácticas pedagógicas tuvo lugar en el mes de agosto en la Intendencia de Montevideo (ver la diaria del 03/08/11). Ayer se desarrolló la segunda instancia de reflexión e intercambio de iniciativas. Esta vez se dieron a conocer menos propuestas educativas. Mientras que en la jornada inicial expusieron representantes de 60 proyectos, ayer hubo espacio para 23 iniciativas. Asimismo, en esta oportunidad, la convocatoria estuvo orientada principalmente a los estudiantes de profesorado, por lo que la actividad se realizó en la sala de actos y en el salón de usos múltiples del IPA. A pesar de la cercanía, fueron pocos los asistentes en cada una de las presentaciones, hecho que fue observado por algunos profesores que plantearon la necesidad de "escucharse más" y "saber mucho más sobre lo que nosotros estamos haciendo" porque son "ideas que se pueden imitar". También para incrementar el contacto "Montevideo-interior".

Con respecto a la participación, Sully Bruno, de la organización del encuentro, dijo que la actividad coincidió con la convención de los estudiantes de profesorado, la cual se agendó luego de que ya estaba coordinada la nueva ronda de presentaciones. Reflexionó: "Quizá influye eso; de lo contrario, habría que hacer análisis crítico de por qué a los estudiantes les interesa venir o no a estas jornadas". Bruno considera que "es fundamental que los jóvenes que están haciendo profesorado conozcan la realidad, no solamente del liceo de práctica, sino que tengan una idea de la realidad educativa nacional y del sistema de educación secundaria".

Explicó que este tipo de actividades permite saber qué ocurre en distintas partes del país, observar diferentes contextos y realidades, así como lo que significa trabajar en proyectos y en equipo. "Las jornadas tienen valor desde el punto de vista del conocimiento y también de la integración", resumió.

Aprovechar lo que se tiene

Los docentes Gonzalo Villanueva y Pablo Miraglia, del liceo departamental Nº 1 de Artigas, y la estudiante Serena compartieron los resultados de la experiencia desarrollada en 2010, "La tecnología usada por maestros jóvenes: una oportunidad para la interacción pedagógica didáctica".

La idea original fue crear una tarea para los alumnos de los cursos de bachillerato artístico, que incluyera herramientas tecnológicas de uso corriente para los estudiantes. Luego de mucho pensar se les solicitó la producción de un corto, con un máximo de duración de seis minutos, que tratara sobre historias extraordinarias, medioambiente, romance, o que fuera formato documental. Además se amplió la convocatoria: se invitó a participar a liceales de otras localidades.

Fue así que con sus celulares, computadoras, cámaras de fotos o filmadoras de uso doméstico, estudiantes de Artigas, Bella Unión y Tomás Gomensoro crearon 17 cortos, muchos de los cuales sorprendieron por su calidad y por el abordaje de los temas. La tarea conjugó arte, tecnología y educación.

La presentación de los cortos ganadores se realizó en una sede de la Intendencia de Artigas, con alfombra roja y vestimenta formal. Además, se abrieron las puertas a familiares y amigos, y a la comunidad en general, para que todos pudieran disfrutar la proyección del material producido.

En conversación con la diaria, el docente Villanueva destacó la incorporación de la tecnología en el aula. "Yo creo que sacar la tecnología del aula sería un elemento más para la deserción. Lo que nosotros tenemos que hacer en la educación es redimensionar lo que se hace con esa tecnología, generar espacios para que los alumnos puedan utilizarla pero de buena manera, o al menos con aquellos objetivos que la institución persiga".

Miraglia también subrayó la idea de incluir las tecnologías con fines didácticos y educativos "porque los adolescentes de hoy tienen como una prótesis su cámara fotográfica y el celular".

Ambos reconocieron que encontraron resistencias y críticas de algunos colegas, pero explicaron a todos que se podía hacer un buen uso de la herramienta. No sólo es posible crear, sino también difundir otros valores que hoy no se transmiten por la televisión.

Por su parte, Serena, estudiante de 6º de ingeniería que protagonizó el corto ganador, contó que lo mejor de la propuesta fue que cada estudiante pudo participar en el área que se sentía más cómodo, y que se involucraron estudiantes de otros bachilleratos para obtener un producto de mayor calidad.

Este año se volverá a hacer el llamado, pero esta vez tendrá un alcance regional porque se invitó a participar a los estudiantes de los departamentos fronterizos y a los vecinos brasileños.

En comunidad

Previamente, la dirección del liceo Nº 43 de Rincón del Cerro, de Montevideo, se presentó ante el público a partir de la iniciativa denominada “Liceo de puertas abiertas”.

Adriana Regueira, directora de la institución, comenzó su exposición destacando el vínculo unido que tiene el centro educativo con la comunidad. Esto repercute en forma positiva en materia de aprendizaje, puesto que cuentan con 80% de aprobación escolar, casi 10% de deserción y 10% de repetición. También generó un incremento en la matrícula de estudiantes, pasando de 300 inscriptos a 800 en 2011.

Comentó que el centro es de puertas abiertas desde 2007 y, por tanto, “trabajan en forma mancomunada padres, vecinos, estudiantes, docentes y el equipo de dirección para mejorar la calidad de vida de nuestros alumnos y de la zona en general”. Recordó que está ubicado en la periferia de Montevideo, “casi nos caemos al Río de la Plata”, en zona rural y que en los últimos años el centro se volvió “más famoso” porque se encuentra en las cercanías de la chacra presidencial.

La adscripta del liceo 43, Cecilia Olivera, fue responsable de explicar una propuesta de aprendizaje que se desarrollará hasta fin de año. Los sábados habrá actividades recreativas, deportivas y artísticas, tales como danza contemporánea o acrobacia en tela.

La adscripta y dos estudiantes del liceo que también participaron, Paula y Gonzalo, aclararon que frecuentemente se realizan actividades en el liceo, ya sean jornadas recreativas, quermeses, festivales u otras celebraciones. La particularidad de la nueva propuesta es que los mismos estudiantes fueron responsables de elegir las actividades que desarrollarán, en función de sus gustos y motivaciones personales.

La iniciativa será financiada por el Ministerio de Educación y Cultural, el Ministerio de Desarrollo Social por intermedio del Instituto Nacional de la Juventud y el CES. Consultada sobre el inicio de las actividades, Olivera dijo que todavía no se han asignado los recursos económicos prometidos; no obstante, manifestó que los docentes igualmente trabajarán para que el plan salga adelante “con o sin dinero”.

El fin último de la actividad es concebir el liceo como un punto de encuentro, más allá del estudio. También busca compensar la falta de propuestas que hay en la zona. “El liceo es todo porque en esa zona no hay nada”, puntualizó.

Por su parte, Daniel Rosa, profesor de informática, valoró la instancia de intercambio, y opinó que tendría que participar un mínimo de docentes por cada centro educativo.

“Hay que mostrar que aunque sean diez, ocho, cinco de 60 o 70 docentes, se pueden llevar a cabo estas propuestas. Lo importante es motivar; no importa que no sean los 60 docentes que hay en el liceo los que participan, si son tres que sean tres los que mueven a otros diez y después a 15 y después a 20, pero si no se hacen las cosas y no se demuestra que se pueden hacer no hay mejoras”, concluyó.