Marisa Lindner, directora de la División Políticas de Género del Ministerio del Interior (MI), precisó que contando la inaugurada ayer son 32 las unidades especializadas en violencia doméstica. En la capital sólo había una: la denominada Comisaría de la Mujer y la Familia, creada en 1988 y ubicada en el Centro (San José y Paraguay). Agregó que “el objetivo es que en el mediano plazo pueda existir una unidad especializada en violencia doméstica en cada una de las cuatro zonas de Montevideo”. Jorge Vázquez, subsecretario del MI, confirmó a la diaria que la intención es cumplir con ese cronograma en este período de gobierno, así como extenderlo al interior del país.

Tobilleras electrónicas

Marisa Lindner dijo que la meta es que los dispositivos electrónicos estén disponibles a fines de noviembre. Aclaró que implican tecnologías “de verificación y seguimiento de personas con alto riesgo en violencia doméstica” y que “la disposición de a quiénes se va a asignar ese dispositivo es de la Jusitcia; lo que hace el MI es tener operativa esta herramienta”. Algunas de las medidas cautelares dispuestas por la Ley de Violencia Doméstica disponen el no acercamiento del agresor a la víctima; la tobillera permitirá establecer si esa distancia es respetada.

En ese sentido, Lindner advirtió que este mecanisno no va a resolver “el problema de violencia doméstica que tiene la sociedad uruguaya”, sino “una parte del universo de las denuncias, el que está vinculado con el mayor riesgo”. “No va a asegurar que no haya homicidios, porque hay una parte importante de situaciones de alto riesgo de violencia doméstica” que no se denuncian.

La unidad atenderá específicamente denuncias de violencia doméstica y de violencia de género. Además de un subcomisario de guardia y un encargado de personal, tendrá cuatro policías por turno (de 6.00 a 22.00), todos especializados en la temática y provenientes de la Comisaría de la Mujer y la Familia.

El comunicado enviado por el MI precisa que la nueva dependencia “reúne los estándares de calidad previstos en procedimientos de actuación policial, asegurando que las víctimas y los agresores tengan entradas separadas en el edificio, de modo de no enfrentarse en caso de coincidir en la sede policial”. Además, tendrá un rincón infantil acondicionado por Antel para que los niños, que suelen acompañar a sus madres, no presencien el relato y los detalles de lo sucedido.

Ana Ramos es una de las funcionarias que fue asignada a la unidad y que antes se desempeñaba en la Comisaría de la Mujer y la Familia. Dijo a la diaria que en esta última solía recepcionar en su turno vespertino entre diez y 15 denuncias, dos tercios correspondientes a mujeres y el resto a abusos contra niños. Añadió que hay un mínimo de denuncias de hombres, que generalmente reclaman por el régimen de visita a sus hijos. Puntualizó que la oficina ubicada en el centro capitalino cuenta con psicólogo, y que por ahora la de la zona oeste no dispone de esos profesionales.

Ramos detalló el protocolo que se sigue en cada caso: “Se recepciona la denuncia, se cita a la persona, se la va a buscar, se la trae y en el caso de que se trate de violencia física o con amenaza de muerte, se cita a la persona al juzgado penal o a un juzgado de familia. Siempre se trata de que haya medidas cautelares”.

Trabajo en red

“Nuestra apuesta fundamental es la coordinación y la articulación interinstitucional”, afirmó Lindner. Comentó que ya se contactaron con la Secretaría de la Mujer de la Intendencia de Montevideo, con los equipos técnicos de las Comuna Mujer y los del centro de salud del Cerro y del Saint Bois, por si llegan personas lastimadas. Asimismo, se coordinará con centros del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) por situaciones de maltrato infantil.

Por su parte, el subsecretario del MI sostuvo que “la violencia doméstica es un tema que importa mucho hoy en día, es uno de los tantos problemas de convivencia que tenemos los uruguayos”, e insistió en que “la solución no solamente es policial, no es una tarea exclusiva de la Policía o del MI, sino que todos tenemos algo para hacer para resolver la convivencia entre nosotros”.

Los funcionarios de la nueva unidad entablaron allí mismo conexiones con mujeres integrantes de equipos técnicos y vecinas de las Comuna Mujer de la zona, que comprende a las de los Centros Comunales Zonales 12, 13, 14, 17 y 18.

Lindner agregó que la Policía tiene que asegurar la protección de las víctimas y aportar la información al Poder Judicial para que haga el proceso y la investigación, y por ello mencionó que se apuesta a que “se pueda hacer sinergia en procesos de salida. La salida de las situaciones tiene que ir de la mano de las organizaciones de la sociedad civil, en particular de los servicios de atención y de las respuestas del Ministerio de Salud Pública y del INAU. Son procesos complejos”.

la diaria dialogó con Cristina Tonazza, Mumi Pereira y Cristina Martínez, tres vecinas de las Comunas Mujer 12, 13 y 14, respectivamente. Contaron del sentimiento contradictorio que tenían: la alegría de contar con un servicio que reclamaban desde hacía muchísimo tiempo, y a la vez saber que es necesario porque las situaciones de violencia siguen ocurriendo. “Este lugar va a cubrir un déficit que teníamos. Los funcionarios de las comisarías comunes y corrientes no están preparados para atender un problema de esta naturaleza. Un lugar donde la mujer venga, se sienta contenida y que le sepan decir a dónde tiene que ir, y no como ha pasado en muchos casos, que le dicen ‘Señora, vaya y hágale una comidita a su marido que todo se arregla’”, relató Tonazza.

Pereira puntualizó que permanentemente acuden personas nuevas a los servicios jurídicos y sociales de las comunas, y que la mayoría son jóvenes, aunque también están concurriendo adultos mayores, más mujeres que varones.

Las tres vecinas confiaron en la articulación que pueda hacerse. Martínez aportó que las derivaciones van a ser mejor coordinadas desde la unidad especializada. Tonazza remarcó la importancia de que la mujer se asesore en las comunas antes de hacer la denuncia, porque de esa forma “ya está acompañada, entonces no es tan grave para ella venir directamente a la comisaría, porque a veces viene a hacer una denuncia y cuando sale el compañero la mata o le pega más cuando se entera. Que se asesoren primero para hacer algo verdaderamente bueno. De la violencia se puede salir”, confió.

Jenny Escobar, de la ONG Mujeres de Negro, también evaluó positivamente la iniciativa. Ayer otra mujer fue asesinada por violencia doméstica, ante lo cual Escobar puntualizó que incluyendo a un niño, una niña y un joven, son 25 los asesinatos por esta causa en lo que va de 2012.