El documento abre con la habitual contextualización global y regional de la economía local, y señala que el año pasado “la economía mundial continuó el proceso de recuperación y se expandió 3,8% en promedio”, aunque en los últimos meses “las condiciones empeoraron notoriamente arrastradas por los problemas de la zona euro”.

Allí se paralizó el crédito y se agudizaron los ajustes fiscales, generándose “un impacto negativo en el consumo y la producción” y configurándose “fuertes protestas sociales” en varios países. Simultáneamente, “las economías emergentes comenzaron a sentir más fuertemente el deterioro en las condiciones externas y redujeron sus ritmos de expansión”. De ahí que “tanto Argentina como Brasil” hayan empezado “a tomar distintas medidas para protegerse” de tales vaivenes, “algunas de promoción de la demanda interna y otras de corte más proteccionista -en particular en Argentina- que están afectando negativamente las economías de la región y en particular la uruguaya, pudiendo exacerbar en éstas los impactos de la crisis”. Estas dificultades y la constante apreciación del real “determinaron que la industria prácticamente se estancara en el año” en el gigante sudamericano, donde, al igual que en Uruguay, “el motor” del débil crecimiento (2,7%) “estuvo dado por el consumo interno”, incrementado por “las mejoras” constatadas “en el empleo, los salarios y las medidas adoptadas por el gobierno para abaratar el crédito en el segundo semestre”.

En este sentido, y luego de resumir los principales datos incluidos en el informe anual 2011 de Cuentas Nacionales elaborado por el Banco Central (ver la diaria de ayer), el informe del ICD expresa con referencia a Uruguay: “Ante una coyuntura con algunas dificultades e incertidumbres como la actual, el consumo interno puede ser una vez más un pilar importante para sostener la demanda acotando el ritmo de desaceleración económica”. Después, recordando que las expectativas vigentes de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2012 formuladas por los expertos indican un 4,5%, estima “probable que se corrijan a la baja” y precisa que ello “se vincularía a un menor dinamismo de la industria manufacturera”. Esto, a su vez, derivaría de “la menor demanda externa producto de la crisis, problemas de competitividad en algunos sectores y las medidas proteccionistas adoptadas por 
Argentina”.

¿La seguimos?

El análisis del centro de investigación de la central sindical destaca como punto positivo del desempeño doméstico el frente laboral, dado que “el desempleo sigue bajando y los salarios reales continúan creciendo”. La primera de ambas variables “se ubicó en 6%” durante 2011, guarismo que “aproximadamente representa unos 102.500 desocupados de los cuales la mitad son menores de 25 años”. Al mismo tiempo, “el país logró superar la cifra de 1.600.000 ocupados”, de los cuales el 21% se desempeñó “en el sector Comercio Restaurantes y Hoteles” mientras que “casi 14% lo hizo en la Industria”. Y si bien el desempleo siguió cayendo en enero en términos interanuales y el nivel de empleo continuó creciendo, los resultados fueron muy modestos en ambos casos y “el mercado laboral continúa mostrando problemas importantes”. “En 2011 fueron 460.000 los ocupados que no tuvieron seguridad social, mientras que casi 120.000 trabajaron menos horas de las deseadas”, tratándose, no obstante, de cifras que “han venido cayendo en los últimos años”, pero a un ritmo “más lento en comparación con la mejora del empleo y la reducción del desempleo”. El ICD resalta que en enero “se observó una importante caída del no registro a la seguridad social”, en virtud de la cual los trabajadores desprotegidos fueron “menos de 415.000”. En cuanto al aspecto retributivo, el informe recuerda -en línea con información publicada por este medio desde fines del año pasado- que “la proporción de la masa salarial” sobre el PIB “no ha registrado variantes significativas, siguiendo la tendencia de los últimos años y reflejando un estancamiento en la mejora de la distribución funcional de los ingresos”. Es que mientras el PIB se expandió 5,7% durante 2011, los salarios reales promediaron un aumento de 4% y el nivel de empleo efectivo de 3,2%. No obstante, el pasado fue “el séptimo año consecutivo de mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores”, con incrementos promedio de 4,9% en la actividad privada y de 2,6% en el sector público. Al respecto, el ICD recuerda que durante este año caducarán “los convenios colectivos de un número importante de sectores, donde la negociación de los nuevos ajustes determinará en buena medida la evolución futura de los salarios”.

Remojando bardas

El capítulo del informe referido al sector externo de la economía doméstica consigna que en 2011 las ventas de bienes subieron 18% con relación a 2010, pero sólo por mejoras en los precios recibidos, ya que los volúmenes colocados descendieron. Las importaciones se incrementaron en 24%, y en los primeros meses de 2012 las exportaciones siguen “transitando una senda de crecimiento” a impulso del “buen desempeño de las commodities. Sin embargo, las exportaciones con destino a Argentina se vieron recientemente afectadas por las trabas comerciales impuestas por el gobierno de ese país, ocasionando un impacto negativo en la producción y el empleo en algunos rubros de la industria nacional”. Las trabas comerciales interpuestas por Buenos Aires determinaron en febrero una contracción del 60% en las solicitudes de exportación a Argentina tramitadas por la Dirección Nacional de Aduanas. Los renglones “más afectados fueron papel y cartón, vehículos automóviles y plásticos, con caídas interanuales en las solicitudes de 21%, 65% y 72%, respectivamente, y en especial el sector textil-vestimenta”, cuyas empresas no presentaron ninguna solicitud en el mes. Se trata de rubros “de gran importancia para la economía uruguaya ya que incorporan mayor valor agregado a la producción que las commodities”, además de que son “relativamente más demandantes de trabajo”. Los productos de esos rubros “presentan un fuerte nivel de dependencia con el mercado argentino”, donde las empresas que los fabrican “gozan de beneficios arancelarios especiales (extra Mercosur) y de ventajas de localización geográfica”. El informe contrasta el perfil de la producción local que es comercializada en cada uno de los dos grandes mercados vecinos: “El 92% de las exportaciones hacia Argentina lo constituyen manufacturas a diferencia del patrón de inserción comercial que posee Uruguay con el resto del mundo (incluido Brasil), en donde la economía nacional es exportadora neta de productos básicos e importadora de productos con mayor contenido industrial”.