-“A propósito” es el último disco de la banda, el primero sin el fundamental aporte de Gabriel Manelli. Contanos acerca de este nuevo disco: ¿"a propósito" de qué?
-Le pusimos “A propósito” porque nada de lo que hacemos lo hacemos ingenuamente, creo que todos hacemos las cosas adrede o por algo. En nuestro caso, ponerle nombre a un disco es un tema que nos da para investigar, pero éste nos encantó, asociado a ese concepto. No tenemos una gran explicación acerca del nombre: nos gustó y quedó. Elegimos como primer tema de difusión "Deshoras", que tiene un video con un desarrollo que nos pareció copado, y por suerte gustó; si va a gustar es algo que nunca sabés. Por otro lado, es cierto que es el primer trabajo en el que ya no está Gabo; de hecho, cuando Gabo falleció, que por supuesto fue un momento muy difícil, muy estresante, decidimos seguir igual; Carca ya lo suplantaba en el bajo desde hacía un tiempo. Si bien no peligró la continuidad de la banda, te lo planteás igual. Yo me lo planteé, sobre todo, porque justamente lo que Gabo dio al grupo fue fundamental; por él pasaba mucho de lo que es la banda hasta hoy. Pero decidimos seguir, si no, ¿qué íbamos a hacer? Carca supo ponerse a la altura de las circunstancias y ocupar bien ese lugar en la banda. Hace muchos años que está vinculado directamente al grupo y fue el primero que elegimos y el que el propio Gabo dijo que lo sustituyera cuando él ya no pudiera más. Igual ahora sacamos a Carca del bajo porque al ser guitarrista y frontman, era forzado su rol como bajista, e incorporamos a Gustavo Tuta Torres en el bajo.
-Este año se cumplen 20 años del disco debut, “Pasto”. ¿Qué cosas sienten que han cambiado? ¿Tiene “A propósito” alguna conexión con trabajos anteriores?
-Y... pasaron 20 años, cambió todo. Lo que nos sorprende es tener nuestras ganas de tocar, nuestra inquietud y nuestra ansiedad intactas para mostrar y seguir proponiendo nuestro arte. Creo que en “A propósito” levantamos un poco más en lo musical, hay una especie de mutación, un barroquismo, un claroscuro; le dimos un giro a lo que veníamos haciendo, no le veo un link concreto con algo anterior. Creo que desde “Jessico” hasta “Mucho” estábamos más en busca de una canción pop, siento que eran obras artísticas condensadas; en este último se sueltan un poco más las canciones, intentamos darnos espacios para recorrer nuevos caminos de otras formas.
-¿Creen que la banda ha logrado consolidar una lírica propia a lo largo de los discos? ¿Qué cosas los inspiran al momento de escribir? ¿Son las mismas que antes?
-Creo que sí, y lo mejor de eso es que evoluciona con la banda. Adrián [Dárgelos, vocalista y compositor] evidentemente ya tiene una manera de escribir que de algún modo le es propia. Además, cuando escribe lo hace de una forma en que lo que cuenta tiene una multiplicidad de interpretaciones. Es como una obra abierta, cambia según el contexto, es decir algo y dejarlo librado a tantas interpretaciones como escuchas haya. Creo que eso habla de una libertad creativa importante. Pienso que el arte tiene que dejarte algo, y lo que intentamos es abrir el panorama en cuanto a la percepción, a la sensibilidad, explorar nuevos campos creativos para que la razón vuele un poco.
-¿Cuán importante creés que fue “Jessico” (2001)? ¿Pensás que fue un punto de inflexión para la banda en cuanto a masividad?
-Con la distancia que da el tiempo transcurrido, creo que “Jessico” gana magnificencia porque fue un momento de transición, en ese disco cambiamos rotundamente la forma como veníamos trabajando. A la vez, nuestra realidad coyuntural no era la misma, habíamos dejado de estar en una discográfica importante, se había ido nuestro manager, se había ido DJ Peggyn, tuvimos que hacer un cambio para, de algún modo, subsistir como banda y hacernos fuertes desde la nada otra vez. A partir de eso es como una segunda etapa, y sí, después hubo una masificación que antes no teníamos. Hoy creo que “A propósito” inaugura una nueva etapa, es como nuestra “tercera adolescencia”, una nueva inauguración estética, de algún modo, sobre todo porque ya no somos los mismos de antes pero a pesar de todo seguimos, además no íbamos a ser iguales ni a trabajar igual aunque nos lo propusiéramos. Claramente se ve que la banda desde “Jessico” es otra respecto de la que era antes, en los 90, y pienso que ahora es como dar vuelta otra página para que podamos seguir adelante.
-En “Mucho” (2008) experimentaron por primera vez con hacer el lanzamiento del disco primero por medio de descargas en celulares y luego en CD. En “A propósito” utilizaron las redes sociales y el sitio oficial de la banda como medios para prelanzarlo. ¿Cómo han asimilado estas vías de difusión, comparándolas a como lo hacían antes?
-Lo que pasa es que uno se va adaptando a los nuevos formatos, porque los soportes de difusión pasan o se renuevan, los artistas seguimos, y hay que adaptarse a esas nuevas formas, a esas nuevas herramientas. Nosotros seguimos haciendo nuestra música, haciendo discos, y tenemos que ver la mejor manera de llegar a la gente. El primer tema que lanzamos de “Mucho”, "Pijamas", se podía descargar directamente a través de una compañía de celulares, el uso de las redes sociales creo que ha ayudado mucho también. Quisimos experimentar con la posibilidad de utilizar esos medios para hacerle llegar a la gente nuestra música en otro formato, y nos pareció que estaba bueno ver qué pasaba con eso.
-¿Qué opinión te merecen el cierre de Megaupload y la descarga libre por internet?
-Pienso que no debería ser todo libre, tendría que haber alguna clase de regulación, para que se pudiera devolverle algo al artista. Pero creo que debería haber un balance: tampoco me parece bien prohibir todo, las posiciones no deben ser límite. Tendría que haber una gran cantidad de cosas de dominio público, pero cuando alguien está usando la obra de otro debería pagar algo, no sé cuánto, aunque sea algo simbólico que permita que el artista reciba algo. No se trata de ponerse en un plan de permitir todo o prohibir todo, creo que habría que buscar una regulación que permita la buena difusión de una obra de manera justa para todos, incluido el artista. Un término medio que nos favorezca a todos, tanto a artistas como a consumidores de arte.
-¿Cómo les afectó la muerte de Spinetta?
-Pienso que su obra, su libertad, su poesía, su sensibilidad... Creo que fue alguien que siempre hizo lo que le pareció al momento de crear, fue un gran buscador que nos enseñó a todos, es uno de los pilares indiscutidos, uno de los precursores, de esos artistas que dejan una huella imborrable que se puede seguir y de la cual aprender. Nos afectó en cuanto sentimos, como tantos, la pérdida física de alguien muy valioso, pero sabiendo que su obra queda, su legado artístico está ahí y eso no se va con él. Nosotros somos apenas unos continuadores de lo que él y otros crearon.
-¿Qué bandas o solistas les han llamado la atención últimamente?
-Yo hablo por mí: me cuesta un poco encontrar algo nuevo que me guste. Seguramente deba escuchar más, no sé. En cuanto a cosas nuevas, algunas hay, pero no quiero mencionar ninguna porque me voy a olvidar de otras y me quedo mal. Por ejemplo, creo que en Argentina ha habido una sobresaturación de bandas en los últimos años, pero ha bajado la calidad, no es la de antes. Si vas hasta los 80, había menos bandas y eran todas de un nivel muy bueno o excelente, mientras que hoy hay más cantidad pero no tanta calidad. En parte eso ocurre porque muchos artistas creen que tener una banda es como poner un kiosco: no le dan mucha vuelta al asunto ni lo laburan tanto, y de paso quieren hacer unos mangos rápido, saturan muy rápidamente, al no meterle trabajo se repiten y la gente se aburre, dejan de lado la calidad en favor de la cantidad.
-Han girado por lugares que no son de lengua hispana; han estado en varios países europeos y en Estados Unidos. ¿Hay un público autóctono de Babasónicos en esos países, es decir, que no se limita estrictamente al público latinoamericano que pueda estar radicado en esos lugares y los vaya a ver en vivo?
-En realidad, a estas alturas es una cuestión mixta. Hay un montón de gente hispana que vive en esos países que nos va a ver, pero a la vez hay otro montón que es de ahí y nos conoce de alguna forma y nos va a ver también, porque considera que damos un show que trasciende el idioma. Nosotros también pensamos eso, son shows muy particulares, muy raros, la banda es muy rara y nos gusta que sea así. Incluso hemos estado en Brasil, que si bien es latino es otro mundo completamente diferente, y la verdad es que fue una experiencia muy buena. Nos importa que nuestro arte llegue; si bien es cierto que mucha gente no nos entiende por el idioma, seguramente desde el punto de vista musical les brindamos algo que los conmueve, y eso también es gratificante.