Una vez más, el atrio de la Intendencia de Montevideo (IM) servirá de soporte para recordar a las mujeres en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el jueves y que desde hace algunos años en nuestro país se denominó Mes de la Mujer.

Si bien el contenido de la muestra tiene mucho texto para aquellos que estén de paso, las personas que se detengan a leer con atención podrán apreciar parte de los logros de la comuna en materia de igualdad de derechos y oportunidades de varones y mujeres. Entre otras cosas, pueden verse los ámbitos que en la actualidad ocupan las mujeres, que hasta hace algunos años estaban relegados a los hombres; fundamentalmente si se habla de trabajo en la construcción, la recolección de residuos, el manejo de transporte de pasajeros, etcétera.

La actividad contempla un espacio de interacción con los ciudadanos, ya que una escenografía simula ser un muro con imanes que simulan ser ladrillos de colores para que quien lo desee pueda dejar un mensaje relativo al tema. Ayer, a pocos minutos de inaugurada la muestra, podían leerse mensajes bien variados, y hasta críticos con el tratamiento de la igualdad. "Los hombres también son 'humanos'. Sienten, lloran...”, escribieron en uno de los ladrillos. "Que las niñas jueguen más al básquet" o "Que exista una buena licencia para los padres cuando tengan un hijo, y así compartir con la madre el apego y tareas del bebé”, señalaban otros escritos. En la mesa de apertura del mes de actividades, tanto la intendenta como funcionarios y organizaciones que han aportado al Plan de Igualdad se dedicaron a agradecer a todas las personas que hicieron posible la concreción del segundo plan. En tanto, la consultora Ana Laura Rodríguez Gusta fue responsable de hacer una evaluación del segundo plan y planteó los desafíos pendientes si se quiere lanzar un tercero.

Puertas adentro

Según Rodríguez Gusta, el trabajo en la interna de la institución se desarrolló con mucho éxito porque se reforzó el tema igualdad de género, siendo parte de la agenda de trabajo de la comuna. También se logró fortalecer la transversalidad puesto que las distintas divisiones departamentales participaron fomentando acciones tendientes a la igualdad. Como en todos los procesos hubo resistencias que, no obstante, se fueron superando y se desarrollaron prácticas comunes, lo que permitió percibir la “tranversalidad como un medio para lograr un fin, que es la igualdad entre hombres y mujeres”, explicó.

Al partir de la premisa de que el objetivo de los estados es reconocer los derechos de las mujeres, garantizar el goce y el ejercicio de los derechos humamos, en el ámbito departamental, “hubo importantes logros y quedan desafíos”, detalló la evaluadora. Uno tema a pulir si se piensa en la implementación de un tercer plan es que tiene que estar orientado a la “transformación de la cultura de género en la ciudadanía”. Esto implicará un mayor involucramiento y trabajo con las alcaldías, las comunas mujer, las organizaciones barriales, los movimientos de mujeres, organizaciones religiosas y con todas aquellas instituciones que estén en contacto directo con los montevideanos. Para Rodríguez Gusta el trabajo de articulación entre las distintas partes y generar un trabajo en red con la comunidad implicará un gran desafío para la IM.

Otra propuesta que planteó previo al diseño de un tercer plan fue la posibilidad de consolidar una secretaría que dependa de la dirección general de la comuna para que se haga cargo de los temas de género que a esta altura del partido trascienden a la Secretaría de la Mujer, que es la que lidera el proceso de construcción del programa actualmente.

Además restan aclarar conceptos: definir de qué se habla cuando se habla de género. A partir de las entrevistas realizadas se desprendió la necesidad de desarrollar un proceso de reflexión en la institución para determinar “cuando hablamos de género, ¿de qué estamos hablando? Porque se mezclan dimensiones parecidas pero diferentes. ¿Género es un sistema de relaciones sociales? ¿Género es empoderamiento de las mujeres? ¿Es generar la autonomía de las mujeres? Lo más probable es que todas las concepciones dialoguen armónicamente pero se precisa dar un paso atrás, reflexionar acerca de con qué concepciones vamos a trabajar y saber cuáles van a ser aquellas dimensiones a las cuales vamos a dar prioridad para la política pública porque no es posible abarcar la dimensión de género en su totalidad”.

Sostuvo que la igualdad de género es un punto de partida, no necesariamente de llegada.

La reflexión de la intendenta Olivera pasó por valorar los avances obtenidos, fundamentalmente en la interna de la intendencia, porque “no fue responsabilidad de las secretarias tal o cual, sino que con este plan además hubo todo un trabajo para que cada uno de los departamentos adoptara el tema desde una perspectiva de género”. Asimismo, recordó que la comuna fue pionera en el desarrollo de políticas de género, por lo que muchas medidas ya pudieron aterrizar mientras que otras están bajando a tierra lentamente.