El ministro de Economía, Fernando Lorenzo, destacaba ayer en las páginas de este medio y otros que las dilaciones de las calificadoras en reconocer con sus notas las fortalezas económicas de países cuyas economías son evaluadas como consistentes y estables por los mercados, por ejemplo a través de la demanda de sus títulos soberanos y de las tasas que pagan por ellos, perjudican a esos países de diversas formas pero principalmente desalentando a los inversores a adquirir activos de esos Estados. Desde ayer, el gobierno uruguayo puede esperar una mejora de corto plazo en la accesibilidad a oportunidades de financiamiento público a tasas menores, más cercanas a las que sirven los bonos del Tesoro de EEUU, y a plazos más convenientes. Es decir que el país gana en condiciones de negociación frente a sus actuales y/o futuros acreedores.

En la víspera, cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidía priorizar el apuntalamiento al contractivo escenario regional al mantener al menos un mes más la tasa directriz de interés en 1%, habían pasado apenas horas desde que España, golpeada por la crisis desde 2008 en todos los planos y con la desocupación más alta de la Unión Europea, realizara una operación de colocación de deuda valorada desde todos lados como decepcionante, porque vendió menos obligaciones que las previstas para sus necesidades de captación de fondos. Mientras el presidente del BCE, Mario Draghi, explicaba en rueda de prensa las consideraciones que fundamentaron el mantenimiento de la tasa dentro del sesgo marcadamente expansivo que aplica desde la segunda mitad de 2008, al igual que EEUU, las bolsas europeas caían hasta sus mínimas cotizaciones en dos meses como reacción al fracaso relativo de la emisión del Estado ibérico.

Los bancos de la región, expuestos a la deuda de la eurozona, perdieron 3,1% en promedio, mientras que el índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas cerró con una caída de 2,04%. “La crisis europea viene por oleadas y ésta es claramente una nueva ola”, evaluó Holger Schmieding, economista jefe del banco Berenberg.

El índice español Ibex retrocedió 2% a su mínimo nivel en casi siete meses, con los valores de los dos principales bancos nacionales, Santander y BBVA, cayendo en 2,54% y 1,65%, respectivamente, consignó la agencia británica de noticias Reuters. El Tesoro Público español experimentó el viernes un punto de inflexión en las subastas de deuda a mediano y largo plazo porque debió pagar tasas más altas que las pactadas para las colocaciones anteriores con los mismos plazos de vencimientos de los papeles, durante fines de 2011 y los primeros meses de 2012. El Tesoro adjudicó 2.589 millones de euros, el 74% del objetivo. Los operadores de los capitales en busca de rentabilidad miran simultáneamente los movimientos bursátiles, los callejeros y los estatales para respaldar o no con su demanda de activos. “Aquí, sobre todo, lo que está cotizando es la ampliación de los diferenciales y el tema del riesgo soberano, en el marco de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2012”, dijo Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

Come together

Apenas un día después de que S&P elevara la nota crediticia de la deuda soberana uruguaya al escalón inferior dentro de su categorización de grado inversor, la empresa de origen canadiense DBRS, del mismo rubro, publicó en su portada web su decisión de replicar aquélla y elevar la calificación de riesgo soberano de Uruguay a la categoría “BB (high)”, a la que evaluó manteniendo una tendencia “positiva”.

Las pujas presupuestarias y sociolaborales en los países de la zona marcan en gran medida el compás de los agentes financieros, y con ello de los niveles de estabilidad de los países.

El aumento en las rentabilidades pagadas a los inversores coincide entonces con la preocupación de éstos en torno a la capacidad de España de disminuir su déficit, incluso después de que el nuevo gobierno de derecha liderado por Mariano Rajoy aprobara presupuestos nacionales y regionales austeros. Esto, augura la oposición socialista, deprimirá aún más la alicaída economía. “No parece que el gobierno, con estos Presupuestos (presentados el martes) haya ganado la credibilidad esperada, y permanecen las dudas acerca de que vaya a conseguir sus objetivos de déficit, en especial el de 2013”, agregó Álvarez. “Habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los presupuestos y cómo se adaptan las Comunidades Autónomas (CCAA). No sería descartable que haya nuevas medidas del gobierno en un futuro”, apuntó.

Recontrarreforma

Éste es el contexto en el cual ayer Draghi instó a gobiernos como los de España, Italia y Grecia a aplicar las reformas anunciadas para sus mercados laborales, explicando que los mercados financieros esperan que las administraciones políticas dispongan ese curso. La oportunidad se la brindó el anuncio de la decisión del Consejo de Gobierno del BCE de mantener la tasa de política monetaria en 1% sin haber discutido la conveniencia de cambiarla. Preguntado por el resultado de la emisión de nuevo pasivo por España, se negó a comentar casos específicos y habló en general. Declaró en cambio que la reacción de los operadores “no es tanto un ejemplo de fragilidad del mercado sino de que los mercados esperan reformas y piden a los gobiernos que apliquen las reformas”. Añadió que en países como España y Grecia, ambos con las mayores tasas de desempleo de la eurozona, el crecimiento económico deberá basarse en la demanda externa, las bajas tasas de interés y reformas en la oferta. Exhortó a concretar reformas en los mercados laborales denominados duales, en los que algunos sectores de la fuerza de trabajo tienen garantizada la cobertura de derechos laborales pero otros, como el juvenil, están totalmente desprotegidos, habiendo sido éste el más perjudicado por la crisis. Cabe recordar que la desocupación general en el reino ibérico se acerca al 24% pero entre los jóvenes ronda el 50%. La distribución de la cobertura, recomendó Draghi, debe ser más “equitativa”, e inscrita en una nueva realidad. “El modelo social europeo debe ser revisado” porque es “insostenible”, advirtió, señalando después que su país, Italia, también debe culminar su reforma laboral, que empeora las condiciones para el factor trabajo, al igual que la impulsada por el Ejecutivo madrileño de Rajoy. Con Grecia registrando un desempleo del 21%, el jefe de la banca estatal europea consideró “prematuro” el momento actual para pensar en abandonar los programas de rescate a las naciones más comprometidas desde la perspectiva fiscal. La eurozona marca una desocupación promedio de 10,8%. Al mismo tiempo, alertó que las dos inyecciones de liquidez a tres años aplicadas por el BCE al sistema financiero regional tardarán un plazo incierto en producir efectos dinamizadores en la economía real.

Peor es mejor

En este punto, la evolución de los mercados puede replicar la lógica de las empresas privadas del rubro salud, cuya rentabilidad depende de un delicado equilibrio entre las cantidades de sus pacientes/clientes jóvenes y de edad avanzada, sanos y enfermos, así como entre los costos de las patologías, afecciones y coberturas que debe garantizar. El economista jefe del alemán Commerzbank, Jörg Krämer, estimó menos probable que la entidad monetaria europea adopte una estrategia de egreso de la actual política monetaria expansiva, a que aplique otra inyección de liquidez a tres años. “El BCE se ha vuelto víctima del éxito de sus subastas de inyección de liquidez a tres años, en tanto que la reducción del nivel de tensión disminuye la presión para que los países periféricos implementen las reformas”, dijo Krämer. Es decir, razonó el banquero germano, que los alivios financieros aportados desde la administración política para contener el derrumbe generalizado obstruyen la concreción de “las reformas” para flexibilizar los mercados de trabajo en favor del capital. “Sin estas reformas la crisis de deuda soberana no se va a solucionar y el BCE se verá obligado a continuar financiando a países periféricos imprimiendo dinero”, alertó Krämer. Draghi, por su parte, tras pronosticar para este año una inflación superior al 2%, declaró apelando a un optimismo casi voluntarista: “Esperamos que los cambios de los precios permanezcan en línea con la estabilidad de precios en el horizonte relevante para la política monetaria”. Después desestimó la posibilidad de que algunos bancos comerciales de la eurozona se hayan vuelto “adictos” a las inyecciones de liquidez de la autoridad monetaria. “Permanecen los riesgos a la baja para las perspectivas económicas”, fundamentó respecto del tema, citado por la agencia española de noticias EFE.