Biblioteca ambulante de anécdotas acerca de los músicos más notables de los últimos 30 años, Levin se presentará mañana en La Trastienda, con su proyecto más personal y propio, es decir, Stick Men, un trío basado en el sonido del instrumento al que está definitivamente asociado: el Chapman Stick, o stick a secas, un instrumento eléctrico de diez o 12 cuerdas que puede ejecutarse tanto como bajo o guitarra, pero a la vez diferenciándose claramente de ambos. En el show estará acompañado por Michael Bernier (también al stick) y Pat Mastelotto (batería), conformando una de las formaciones musicales de mayor despliegue técnico que haya tocado en estas latitudes, algo que pueden confirmar quienes asistieron a sus anteriores presentaciones.

-¿Definirías a Stick Men como un power trio?

-No somos el power trio normal, eso es seguro. Con dos instrumentos como los stick podemos cubrir mucho terreno (cada uno tiene cuerdas de bajo y de guitarra) y conseguir muchas variaciones tonales. Además somos ayudados por Pat Mastelotto, que no sólo toca batería acústica, sino también loops, samples y más... su manejo de la percusión electrónica es de clase mundial. Así que tenés a tres instrumentistas que pueden cubrir el material para seis hombres de King Crimson, y tocar El pájaro de fuego de Stravinsky, y hacer algo de música propia que es, al menos espero, innovadora.

-Se te conoce por trabajar con King Crimson, Peter Gabriel y Liquid Tension Experiment, entre otras bandas, como músico de sesión. ¿Podés contarnos algo sobre esas experiencias?

-Bueno, he hecho muchas giras con shows. Con muchos artistas de los que tal vez no hayas escuchado. Recientemente toqué en algunos shows con el California Guitar Trio. También soy miembro de la banda de jazz L’Image y hacemos shows todos los años. En cada uno de los años pasados he hecho una gira junto con Alan Holdsworth, Terry Bozzio y Pat Mastelotto. He salido de gira con Peter Frampton, Paul Simon, Carly Simon, Judy Collins, Anderson Bruford Wakeman & Howe, Todd Rundgren, Tim Finn, Jim Weider Band y un montón de artistas italianos. Para mí fue un gran honor ser parte del disco de John Lennon [Double Fantasy]. Y fue divertido hacer las sesiones, porque John estaba relajado y pasándola bien zapando con los músicos. Él era muy gracioso también, así que fue un completo placer.

-Sos un músico creativo e innovador, y, por ejemplo, ayudaste a desarrollar el Chapman Stick. En términos compositivos y musicales, ¿qué te sirve de inspiración?

-Siempre me estoy inspirando en otra música que escucho. Tanto de bajistas - escuchando la forma en la que se aproximan a las cosas de forma distinta a la que yo lo haría- como de otros músicos y compositores. Hay tanto que aprender de escuchar música, y yo siempre fui más un estudiante que un maestro, y disfruto el recoger ideas que puedan ayudarme a mejorar mi ejecución y escritura. A veces, antes de empezar a componer un disco como los de Stick Men, escucho mucho a un compositor, esperando que su música me mueva un poco (aunque, por supuesto, intentando evitar copiar a ese compositor, incluso si puedo). Para el proyecto más reciente con los Stick Men empezamos escuchando un poco de Shostakovich -¡incluso intentamos tocar una de sus sinfonías como trío!-, pero creo que no quedó ninguna influencia audible, aunque nos puso en un buen camino para comenzar nuestra composición en un punto distinto del que estábamos en nuestro disco anterior. Casualmente, nosotros -Stick Men- tenemos un nuevo disco llamado OPEN, que fue todo improvisado, y de alguna forma ambiental (pero poderoso). Estamos a mitad de camino con la realización de nuestro próximo lanzamiento -que esperamos que salga para el otoño [del hemisferio norte]. En el show vamos a tocar composiciones de ambos.

-¿Qué pensás de las descargas de música gratis por internet?

-Yo no sigo mucho lo que está pasando en el mundo de las ventas musicales. Tenemos que ajustarnos, por supuesto, a cualesquiera que sean los nuevos métodos para intentar tener tu música ahí afuera. Generalmente yo estoy en lo que llamamos “bajo el radar”, en el sentido de que nuestros fans compran nuestros CD más que nada en los shows, o directamente de nuestros sitios web, así que no tenemos un contrato con un sello grande que nos haga preocupar acerca de las pérdidas producidas por la piratería.

-¿Qué te atrae más de la música contemporánea, especialmente en cuanto a solistas instrumentales?

-Recién me conseguí el último CD de Carles Benavent, el gran bajista, y está inspirado, como de costumbre. Más allá de eso no tuve mucho tiempo para escuchar nueva música, habiendo estado inmerso en nuestras grabaciones (y tuve la oportunidad de tocar también en algunos nuevos lanzamientos).

-Entre los cerca de 500 discos en los que participaste como sesionista, y las giras que realizaste con muchos de esos músicos desde los años 70. ¿Qué tipo de enseñanzas te parece que te dejaron esas experiencias?

-A veces uno es consciente de lo que es especial del artista con el que estás trabajando. Digamos, con Robert Fripp su único sonido de guitarra y su forma individual de componer. Con Paul Simon sus asombrosas letras. Con Peter Gabriel el magnetismo de su voz, la amplitud de dirección musical de su carrera y su carisma escénico. Cosas así. Pero a veces, como músico, estás inhalando la magia del talento de un instrumentista sin siquiera saber lo que es. En cualquier caso yo no pretendo poder volverme tan talentoso como la persona con la que estoy haciendo música, pero dejo que ella me impregne. Y, al menos, trato de mantener mi apreciación acerca de dónde viene ese talento en el frente de mi mente, y enriquecer la experiencia de hacer música con ellos.

-¿Has tratado de escuchar o grabar música de los países que visitaste, de Uruguay en este caso?

-Desearía decir que lo hice, pero pasamos muy poco tiempo en cada lugar que visitamos. La mayor parte del día, si no estoy viajando, la pasamos en el local del concierto, haciendo la prueba de sonido para asegurarnos de sonar tan bien como sea posible. Luego, después del show, nos gusta saludar a los fans que se hayan quedado, y eso lleva un tiempo. Y luego hay que empacar los instrumentos, así que generalmente son la una de la mañana cuando llegamos a nuestros cuartos de hotel. ¿Soy el tipo de persona que entonces sale a los clubs para escuchar algo de música salvaje? ¡Me temo que ya no!

-Ésta es tu tercera visita a Uruguay. ¿Qué podemos esperar de este show en Montevideo y qué esperás vos?

-La pasamos muy bien allí antes, y encontré a la audiencia sorprendentemente receptiva a nuestra música progresiva. Vamos a tocar una variedad de temas, y en gran cantidad; algunas de nuestras viejas composiciones, algunas recientes, algunas completamente nuevas y, por supuesto, algunas piezas de King Crimson, incluyendo una o dos que los Stick Men no han ejecutado en vivo antes. ¡También hacemos nuestra versión de El pájaro de fuego! Yo voy a tratar de encargarme de las partes habladas del show en español (aunque mi desempeño en el español no es bueno) y, sobre todo, vamos a divertirnos mucho tocando, y esperamos que la audiencia también.