La coyuntura económica europea exhibe dos grupos o tendencias diferenciadas con Alemania y Francia simbolizando respectivamente una evolución progresiva y otra retractiva, mientras que los niveles de actividad de EEUU y Japón muestran señales de recuperación relativamente estables, evaluó en un informe la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Sobre la base de información elaborada por la agencia británica de noticias Reuters, la web especializada AméricaEconomía consignó que, según la OCDE, Alemania encabeza una tendencia regional “con señales positivas”, en tanto Francia e Italia representan otra inclinada a un desempeño más débil y menor a las tendencias de crecimiento de largo plazo. Según ese organismo, también las economías emergentes registraron signos positivos de expansión de la actividad respecto de los resultados de un mes atrás, principalmente China.

En ese sentido, también se expresó ayer el presidente del sistema estadounidense de Reserva Federal (equivalente al Banco Central), Ben Bernanke, quien defendió la consolidación de ciertas mejoras constatadas en el funcionamiento del sistema bancario de la potencia norteamericana. “Las condiciones del sistema bancario -y del sector financiero en términos más amplios- han mejorado sustancialmente en los últimos años”, dijo en una conferencia realizada en Chicago, resaltando después que las posiciones de capital y de liquidez de las entidades financieras privadas se fortalecieron y que las hipotecas inmobiliarias siguen siendo reducidas. En el grupo económicamente más “débil” se encuentra España como el país con una situación más delicada, debido a la incidencia que un descalabro mayor de su estructura generaría en el resto de la eurozona, y con ello las consecuencias políticas que el colapso provocaría a la Unión Europea como tal.

Hoy se espera que el gobierno encabezado por el conservador Mariano Rajoy anuncie los volúmenes de pérdidas que los bancos que operan en el país deberán asumir por sus préstamos inmobiliarios insolventes. La cifra que informe el mandatario se sumará a la cobertura provisional obligatoria que ya debieron asumir por 64.000 millones de dólares para cubrir eventuales nuevas pérdidas por créditos fallidos, según analizó un banquero para el servicio informativo BBC Mundo. Según el empresario de las finanzas consultado, las entidades radicadas en el mercado español seguramente deberán disponer a esos efectos entre 32.000 y 38.000 millones de dólares adicionales. La empresa del ramo Bankia, que cuenta con 15% de los depósitos del sistema, será nacionalizada en el marco de estas decisiones (ver la diaria de ayer).

De acuerdo con los datos incluidos en el último reporte de estabilidad financiera elaborado por el estatal Banco de España, los activos inmobiliarios y de la construcción “problemáticos” de los bancos españoles ascienden a unos 234.000 millones de dólares, suma equivalente al 17% del Producto Interno Bruto del país. Esos créditos simbolizan la “herencia envenenada” del boom constructor e inmobiliario que impulsó la edificación de 5.000.000 de casas entre 1997 y 2007, el doble del aumento de hogares en el período. Fueron erigidas en ese lapso verdaderas ciudades fantasma de grandes superficies, y la calidad de los créditos creados al efecto es tan baja que los bancos ya dan por seguro que recuperarán de ellos la mitad o menos de sus valores nominales.