El ex vicepresidente de gobierno y ex ministro de Economía de España, también ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y ex presidente de la entidad financiera española Bankia, Rodrigo Rato, fue imputado judicialmente ayer por su participación en el proceso de incorporación de ese banco a las operaciones de bolsa, en una causa en la cual el magistrado a cargo imputó, además, a otros 32 ex integrantes del consejo de administración de Bankia.

El juez actuante, Fernando Andreu, dio lugar a una querella por estafa presentada por el partido político Unión, Progreso y Democracia (UPyD). En ese marco, citó a declarar a Rato y al ex ministro de Interior Ángel Acebes, también ex miembro del consejo administrativo de la entidad. La denuncia fue presentada por Rosa Díez, líder de UPyD, quien fustigó a aquellos gestores financieros por orquestar “un engaño masivo” contra miles de pequeños inversores. Según la dirigente, la salida a Bolsa de Bankia se hizo “desde la base de la falsificación de los datos” utilizados para iniciar la operativa bursátil. Bankia fue creada en 2010 mediante la fusión de Caja Madrid con otras siete cajas de ahorro de las regiones autonómicas. El año pasado salió a operar en bolsa y desde entonces sus acciones se desplomaron 75%, consignó la agencia italiana de noticias ANSA.

Los cuatro presuntos delitos investigados por el juez son falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida. En mayo, apenas se difundió la intención del gobierno conservador español dirigido por Mariano Rajoy de nacionalizar Bankia mediante una inyección de liquidez por 23.000 millones de euros, Rato renunció a su cargo de presidente de la empresa.

También ayer se supo que el Parlamento de Reino Unido prevé interpelar al ex director ejecutivo del Barclays Bank, Bob Diamond. Un día antes, el martes, el ejecutivo había renunciado a su puesto como consecuencia de la difusión de un escándalo por falsificación de la tasa de interés Libor. Apenas concretado su egreso, Diamond acusó a directivos del Banco de Inglaterra y a funcionarios del último gobierno laborista, relacionándolos con los intentos de manipulación de los tipos de interés. Y fueron disparos a quemarropa, ya que, según él, las altas esferas del Banco de Inglaterra, entre ellos su vicegobernador Paul Tucker, sabían que los tipos de cambio eran manipulados y no hicieron nada al respecto.

Apenas horas antes de su dimisión al cargo habían hecho lo propio el número dos de Barclays, Marcus Aigus, y su director de Operaciones, Jerry del Missier. Según las autoridades británicas, ese banco participó en operaciones de manipulación de la tasa de interés Libor, utilizada en el mercado interbancario en Londres, también usada para calcular las variables relacionadas con los créditos para particulares y empresas. Asimismo, se la aplica en las operaciones financieras globales, en particular en los productos financieros más sofisticados y riesgosos, mercado que mueve unos 200.000 millones de dólares anuales. El escándalo se desató la semana pasada, cuando Barclays fuera sancionado con una multa de 542 millones de dólares por las autoridades de supervisión financiera de Reino Unido y de Estados Unidos, que detectaron la maniobra. Los reguladores ya establecieron que Barclays llevó a cabo esos manejos ilegales entre 2005 y 2009.