A medida que se acercaban las 14.00 se podía observar decenas de grupos de personas con sus camisetas anaranjadas en los alrededores de la céntrica zona de 18 de Julio y Eduardo Acevedo, donde tendría lugar la largada. El tradicional corte de calles para este tipo de actividades obligaba a caminar algunas cuadras más antes de llegar a la zona de salida, como para ir entrando en clima de a poco.

Antes de llegar al punto de encuentro ya podía escucharse música y se veía a los más precavidos haciendo el calentamiento previo a la carrera. Una vez en 18 de Julio, las más de 8.000 personas que se aprontaban inundaron la avenida. La gran mayoría eran adolescentes y jóvenes, pero también podía verse adultos y hasta alguna cana, todos parte de la gran “marea naranja” que minutos después se esparció por la principal avenida de la capital.

Dos mil de los participantes venían del interior, muchos otros de centros juveniles y otras instituciones sociales y deportivas de Montevideo, a los que se sumaban quienes se acercaron por la suya. En el predio destinado a los corredores había un stand en el que se ofrecía comida saludable, además del habitual reparto de volantes y material informativo. La música terminaba de conformar el escenario: candombe y reggae eran los ritmos que acompañaban el ambiente de bullicio.

Largaron

Cuando casi era la hora el presentador de la carrera pidió a los competidores que se colocaran en sus posiciones. Luego de un mensaje de aliento del director del Inju, Matías Rodríguez, y del ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker -que también corrieron-, se largó la 5k. El recorrido fue desde la explanada de la Universidad de la República hasta la plaza Independencia, ida y vuelta.

La imagen de la avenida 18 de Julio inundada por lo que el presentador llamó “marea naranja” era impactante y seguramente sea una postal montevideana pocas veces vista. A los diez minutos de iniciada la carrera ya se sabía que el ganador era Ángel Portela, quien dio paso a la llegada de los demás competidores que participaron con la consigna “Estamos corriendo, no escapando”. Decenas de cámaras fotográficas y de video fueron recibiendo uno a uno a los corredores, quienes festejaban la llegada al mismo tiempo que se preocupaban por hidratarse con bolsas de agua que proveía la 
organización.

Esa misma agua sirvió para que los más jóvenes, que en este caso eran la abrumadora mayoría, desataran una guerra de agua. Al mismo tiempo los corredores seguían llegando a distintos ritmos, y el grupo Las Hijas de Mandela ya había comenzado el espectáculo musical que cerró la actividad.

Voces

la diaria habló con algunos de los jóvenes y adolescentes que participaron en la carrera, quienes manifestaron su conformidad con el rendimiento deportivo y reflexionaron acerca del rol que ocupan en la sociedad. “La sociedad nos ve mal; vas caminando por la calle y una persona adulta se aleja de vos”, dijo uno de los participantes. Otro señaló que la política juega un rol importante en la forma en que la sociedad concibe a los jóvenes y se refirió a la campaña por la baja de la edad de imputabilidad: “Yo pienso que es un error de los políticos y no nuestro. Es un prejuicio que tiene la sociedad sobre nosotros y está mal”, opinó.

Una de las participantes entendió que la forma en que la sociedad la ve por ser parte de esa franja etaria “depende de cada persona”. “Hay una gran mayoría que ve a los jóvenes como delincuentes y por eso se quiere votar la ley de la minoridad”, dijo. A su vez algunos consideraron que entre los asistentes había quienes fueron porque estaban en contra de la campaña por la baja y otros simplemente “porque les gusta correr”.

Por su parte, en diálogo con la diaria, el ministro Olesker dijo que las expectativas desde la organización partieron de la experiencia del año pasado, en la que en Montevideo participaron 3.000 personas, por lo que, teniendo en cuenta que este año la actividad se extiende al interior, se encargaron 12.000 remeras. “Finalmente se inscribieron 9.000 personas en Montevideo y otras 9.000 en el interior, y en departamentos como Tacuarembó y Rivera pasaron los 1.000”, comentó. Además, el ministro enmarcó la actividad como cierre del Mes de la Juventud, el sábado 15.

Consultado acerca del reciente anuncio de la Corte Electoral sobre la realización del plebiscito para bajar la edad de imputabilidad penal, Olesker dijo que “de cuatro cosas que plantea la propuesta tres ya existen, y lo que hay que discutir es si bajar la edad de 18 a 16 mejora la seguridad ciudadana”. “La medida no sirve; debemos tener políticas hacia los jóvenes de otro tipo: laborales, educativas y de esparcimiento”, concluyó.