La reunión se desarrolló en el quinto piso de la Intendencia de Maldonado y duró más de cuatro horas. Terminó a las cansadas, no porque estuviera todo dicho ni porque se hubiera llegado a un acuerdo, sino más bien porque eran las 22.00 de un 27 de diciembre.

El lugar de los oradores fue ocupado por el titular de la Dinama (dependiente del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, MVTOMA), Jorge Rucks, por su director de la división de Impacto Ambiental, Andrés Saizar, y por Luis Lazo, director de Vialidad del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). El puente será financiado por el grupo inversor Consultatio (ver Cronología) pero, de acuerdo a un convenio con el gobierno uruguayo, el MTOP es el encargado de realizar el estudio y la aprobación del proyecto ejecutivo de las obras, tramitar la autorización ambiental previa y será quien haga el mantenimiento posterior de la construcción.

CRONOLOGÍA

• 16 de diciembre de 2008: las intendencias de Maldonado y Rocha y el MTOP firmaron un convenio con la empresa Jaswik SA, propiedad del argentino Eduardo Costantini, absorbida posteriormente por el grupo inversor Consultatio, que es el propietario del proyecto de barrio privado Las Garzas SA. Se acepta la propuesta presentada por la empresa al Estado uruguayo para construir en la ruta 10 el puente sobre laguna Garzón. Las Garzas SA está ubicada en el departamento de Rocha, “a sólo 20 minutos de José Ignacio y a 50 minutos del Aeropuerto Internacional de Punta del Este”, como se define en www.lasgarzasconsultatio.com.

• 2 de marzo de 2009: mediante una resolución presidencial, el presidente Tabaré Vázquez aprobó el convenio del 16 de diciembre.

• Mayo de 2009: el MTOP presentó al MVOTMA la Solicitud de Autorización Ambiental Previa y entregó el Estudio de Impacto Ambiental; el puente sería recto y de 180 metros de largo. Desde ese momento, la Dinama realizó varios pedidos de información complementaria al MTOP.

• 3 y 24 de junio de 2011: como parte del proceso de Evaluación de Impacto Ambiental, se desarrollaron dos audiencias públicas en Rocha y José Ignacio.

• 18 de octubre de 2011: el MVOTMA pidió al MTOP “un estudio elaborado por técnicos de acreditada idoneidad en la materia” para determinar si la localización proyectada era la adecuada. La respuesta del MTOP fue afirmativa.

• 13 de febrero de 2012: el secretario de Presidencia, Alberto Breccia, anunció que la ex ministra Graciela Muslera había presentado un documento en que la Dinama autorizaba la construcción del puente con dos condiciones: desafectar a la ruta 10 de su carácter nacional e ingresar a laguna Garzón dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

• 7 de junio de 2012: en conferencia de prensa, el arquitecto Rafael Viñoly dio a conocer un nuevo diseño del puente, que se sostendría sobre 22 balsas flotantes.

• Noviembre de 2012: el MTOP presentó al MVOTMA un tercer diseño del puente, sobre pilares en lugar de balsas y de forma circular.

• 24 de diciembre 2012: la Dinama convocó a una “instancia de participación abierta” para el 27 de diciembre.

Figura y fondo

El bosquejo del nuevo puente puede ser descargado desde el sitio de la Dinama, accesible en http://ladiaria.com.uy/UCD. Se trata del tercer modelo presentado, y varía bastante respecto de los anteriores.

El puente tendrá forma circular, con dos vías por las que los vehículos transitarán en un solo sentido, con sendas peatonales en la parte exterior y con un espacio de esparcimiento en el borde interior de la calzada, con pérgola y bancos que invitarían a mirar el interior de “la laguna dentro de la laguna”, donde se propone un espacio para actividades deportivas y náuticas. La estructura principal es de hormigón armado, se eleva cinco metros por encima de la laguna, permitiendo el paso de embarcaciones por debajo (lo que no permitía el segundo proyecto que se apoyaba en balsas) y se apoya en menos pilares que el primero.

Las autoridades resaltaron que la forma circular obligará a reducir la velocidad y que la nueva estructura invita a que el puente se convierta en un paseo en sí mismo, en vez de una simple conexión. Rucks destacó las dos condiciones que puso el MVOTMA para proteger a la laguna Garzón: la desafectación en el tramo del puente del carácter nacional de la ruta 10, con lo que se garantizará que el tránsito no sea pesado ni rápido -para eso estará la ruta 9- y el ingreso de la laguna al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).

Objeciones

Las autoridades de la Dinama defendieron el nuevo diseño, que a su entender se ajusta a los requerimientos que el organismo había interpuesto inicialmente. En la reunión expresaron que el modelo definitivo todavía no estaba cerrado y que estaban allí para recoger más aportes.

Por ello, se cuestionó el escaso margen de difusión de la convocatoria, anunciada el 24 de diciembre; más de uno dijo que si se quería que no participara nadie, había sido exitosa. El público pidió un nuevo estudio de impacto ambiental, con una nueva puesta de manifiesto y su correspondiente audiencia pública, por entender que un puente circular nada tiene que ver con el puente recto propuesto inicialmente.

Las autoridades negaron esa posibilidad; Rucks dijo que lo que se proponía era el resultado de un mismo proceso y Saizar se enfocó en que el nuevo proyecto “no cambia la traza del puente porque sigue los mismos dos puntos que tenía antes” y que “el cambio de diseño del puente es simplemente un cambio de tecnología”. Estas palabras no convencieron a los presentes, que interpretaron que los estudios de impacto ambiental son algo así como “trajes a medida”.

Igualmente cuestionada fue la complejidad del nuevo diseño; una de las asistentes dijo que “se acerca más a un puente estilo Miami que a un estilo área protegida en el Uruguay” y que será “un objeto en sí mismo” para que llegue un “turismo masivo”. También se criticó que se construya el puente antes de que el área ingrese al SNAP y se dijo que lo ideal sería tener el plan de manejo para poder definir qué puente se necesita.

Se le reclamó a la Dinama por qué no estudió otras propuestas de conexión, como mejorar el sistema de balsas o atravesar la laguna mediante una conexión en el extremo norte; las autoridades respondieron que éste era el único proyecto que habían recibido formalmente.

El escaso poder de contralor de las intendencias también estuvo en el tapete, así como que las ordenanzas costeras de Rocha y Maldonado no contemplaran esta construcción. Rucks alegó que al contralor departamental se le sumará el nacional, que podrá hacerse desde el SNAP. Se le criticó entonces que el Estado fuera “juez y parte” al defender y evaluar el proyecto, así como que un “Tío Rico” venga a financiar el puente, en alusión al argentino Eduardo Costantini, presidente y socio mayoritario de Consultatio.

Del mismo modo, los participantes preguntaron de qué manera podía impactar la marea en la relación del puente y la laguna y denunciaron que aunque la ordenanza costera establecía que los puentes no pueden ser instalados a menos de 180 metros de la costa oceánica, en este caso se modificó especialmente para que pueda estar a 120.

Argumento circular

Al finalizar la reunión Rucks dijo a la diaria que recogió dos aportes: un planteo que señaló que la iluminación sería excesiva y dañaría el ecosistema y paisaje nocturno, y un cuestionamiento a una red que se veía en la proyección de la imagen virtual, que encerraba la parte interior de la laguna. “No queda claro para qué es, parecería que es una forma de contener las actividades que se desarrollan al interior de esa laguna interna que genera el puente”. Lazo, al ser consultado posteriormente por la diaria, dijo que no existe tal red.

Para este jerarca, la reunión “fue abundar sobre lo mismo” y que “no hubo ningún aporte nuevo”. Lazo comentó que cuando se tenga la aprobación de la Dinama vendrá la etapa de hacer el proyecto ejecutivo, los planos de la obra y que seguramente Consultatio pida precios a varias empresas, pero calculó que al no ser un proceso estatal, esa etapa será rápida.

Públicamente se ha manejado que Consultatio destinaría 2,8 millones para la obra, pero que ésta seguramente termine costando más; consultado al respecto, Lazo comentó que “esa diferencia no es tal”, pero aclaró que “no está definido” el costo del actual proyecto. Calculó que la construcción puede iniciarse “en dos o tres meses” y que su plazo estimado de ejecución es de un año.