El shopping, dice la periodista argentina Beatriz Sarlo en su libro Escenas de la vida posmoderna, “presenta el espejo de una crisis del espacio público donde es difícil construir sentidos; y el espejo devuelve una imagen invertida en la que fluye día y noche un ordenado torrente de significantes”. En la ciudad, “donde las instituciones y la esfera pública ya no pueden construir hitos que se piensan eternos, se erige un monumento que está basado precisamente en la velocidad del flujo mercantil”. Nuevocentro Shopping Center, así se denomina este “monumento” inaugurado frente a ese otro monumento, donde se cruzan Bulevar Artigas y Luis Alberto de Herrera, en el predio que utilizaba la empresa CUTCSA como talleres y terminal de ómnibus.

El flamante centro comercial es presentado con cifras contundentes: 60 millones de dólares en inversión, 72.000 metros cuadrados construidos en menos de tres años, un edificio de tres niveles, 400 “sitios de autos y lugares especiales para camionetas largas, bicicletas y motos”, una plaza de comidas con 300 lugares de asiento, cinco salas de cine “de última tecnología”, 140.000 visitantes estimados por semana y 400 dólares de venta por metro cuadrado al mes. “En suma, hay razones más que suficientes para ‘salir de compras’”, dice el sociólogo polaco Zygmunt Bauman en su libro Modernidad líquida. “Cualquier explicación reduccionista de la obsesión de comprar y cualquier intento de limitarla a una sola causa serían erróneos. Las interpretaciones más comunes de la compra compulsiva como manifestación de la revolución de valores posmoderna, la tendencia a representar la adicción a comprar como una manifestación desembozada de los latentes instintos materialistas y hedonistas o como un producto de la ‘conspiración comercial’, es decir, de la incitación artificial (y artera) a perseguir el placer como principal objetivo de la vida, sólo dan cuenta en el mejor de los casos de una parte de la verdad. La otra parte, que es complemento necesario de todas esas explicaciones, es que la compulsión a comprar convertida en adicción es una encarnizada lucha contra la aguda y angustiosa incertidumbre y contra el embrutecedor sentimiento de inseguridad”.

¿Barrio de veras?

El anteproyecto, el proyecto ejecutivo y la dirección de obras del nuevo centro comercial estuvieron a cargo del estudio Gómez Platero, bajo las directivas del estudio Luis E Lecueder. El proyecto incluye también la construcción de dos torres de viviendas de uno, dos y tres dormitorios, con 440 apartamentos y 220 lugares de parking, que se estima que estará terminada en dos años.

El barrio donde está ubicado el shopping es Jacinto Vera. Allí, dijo a la diaria el director de Desarrollo Económico e Integración Regional de la Intendencia de Montevideo (IM), Luis Polakof, “va a haber en el futuro intervenciones muy importantes: una es el Antel Arena, que mostrará innovaciones de última tecnología; otra es la mudanza del Mercado Modelo hacia la futura Unidad Alimentaria, que va a implicar una gran reestructura urbanística en todo ese lugar; otra es el desarrollo de la calle José Pedro Varela como salida alternativa de Montevideo, que se comunica con Camino Maldonado. Otro cambio, un poco más adelante, va a ser la finalización de Centenario como doble avenida que estará llegando hasta el Hipódromo. Ya está la licitación para la ampliación de Bulevar Artigas, donde se va a terminar la parte que no es doble vía hasta llegar al monumento a Batlle Berres”.

Es una zona céntrica donde, según dijo, habrá cambios muy importantes en el plan de desarrollo urbanístico. “Va a ser una zona que va a tener mucho más población. Aparte de las torres de vivienda [vinculadas al proyecto Nuevocentro Shopping] va a haber otras en la zona del Mercado Modelo. Estos cambios ya estaban previstos en el Plan de Ordenamiento Territorial que se viene trabajando desde hace tiempo, sobre todo con la instalación del Mercado Modelo”, agregó.

Según Polakof, la instalación de centros comerciales “genera oportunidades de trabajo para mucha gente y por suerte, como la economía está creciendo, ése es un factor importante que permite el desarrollo de nuevas propuestas comerciales”. Agregó: “De cualquier forma la IM está trabajando muy fuerte en otros aspectos, por ejemplo a través de 18 de Julio, para mantener el centro como un lugar clave desde el punto de vista del encuentro de todas las vecinas y vecinos de la ciudad o de todo el país. Lugar de festejos, pero lugar también de actividades comerciales; es decisivo. Se está potenciando la ciudad en su máxima expresión en todos los lugares. La ciudad se quiere ver como un todo donde haya perspectivas de crecimiento en todas las zonas, con un desarrollo armónico, buscando la integración de toda la sociedad, buscando alternativas para que sea una sociedad que amplíe la convivencia y las oportunidades para todos”.

Consultado por la diaria, el sociólogo Gustavo Leal reflexionó sobre la instalación de este nuevo shopping que, a su entender, “consolida una tensión en el planeamiento urbano de la ciudad, en particular porque los centros comerciales de este porte de alguna manera estructuran centralidades”. Leal explicó que “la tensión central está en quién es el que diseña el desarrollo de la ciudad. Desde hace algún tiempo éste es un fenómeno que sucede en otras ciudades: la reconfiguración urbana tiene en los centros comerciales un estructurador urbano central que genera referencias simbólicas de la ciudad, y que instala algo que yo no quiero para Montevideo: la cultura shopping”.

Estreno

La Federación Uruguaya de Empleados de Comercios y Servicios (FUECYS) acompañará la inauguración del shopping acampando a los pies del monumento a Luis Batlle Berres. A partir de las 11.00 los trabajadores se instalarán allí mientras que otro grupo concurrirá a la Dirección Nacional del Trabajo para seguir mejorando las condiciones laborales del nuevo convenio. Una vez que finalice, a primeras horas de la tarde, llevarán a cabo una asamblea en la que definirán las acciones a seguir. Ismael Fuentes, de FUECYS, indicó que ha habido mejoras en materia salarial y también en el presentismo, que aumentó en 2.400 pesos, aunque resta definir las condiciones para que “sea cobrable”.

Desde el ágora

Leal, que además fue docente de la cátedra de Sociología Urbana de la Facultad de Arquitectura, señala que “la cultura shopping como concepto de diseño de la ciudad y de estructurador de ésta es algo que se debería poder discutir más abiertamente, sin negar que hay ciertos fenómenos de carácter urbano, cultural, de lógica de consumo que van cambiando, y que no es posible mantener la ciudad colonial en el siglo XXI como modelo de convivencia. Pero yo no estoy de acuerdo con que el modelo de convivencia y el espacio de encuentro sean los shoppings. Esta lógica, esta cultura shopping, rediseña la configuración de la ciudad, estructura esas centralidades y genera una identidad en el uso del tiempo libre vinculado al consumo”. “Hay una traslación de lo que es el espacio público como un espacio más abierto, como lugar de tránsito libre, de encuentro, donde si bien puede haber consumo -como en la feria, el mercado, las galerías-, vos transitás por espacios públicos, tenés que trasladarte por la calle, hay contacto con el diferente que no está regulado”, explicó. En los shoppings, sin embargo, “se instala una lógica de circulación del diferente que tiene regulado el acceso, es vigilado, abierto pero restringido, porque hay un sistema de control”, señaló.

El proyecto del shopping fue evaluado y aprobado durante la administración comunal pasada. “En este momento la intendenta de Montevideo [Ana Olivera] no está autorizando la construcción de nuevas superficies”, explicó Polakof, y agregó: “Hay una política de irse adecuando a las distintas realidades. Cada planteo que ha sido presentado últimamente no ha sido aceptado. Es una definición de defensa del nuevo comercio, de buscar una cuestión más integrada, un equilibro en la sociedad. En esencia la política que lleva adelante el gobierno departamental es buscar equilibrios para lograr una sociedad de convivencia”.

Consultado sobre si es posible lograr eso actualmente, dijo: “Tratamos de buscar cada vez más espacios de encuentro. Potenciar como ancla el Mercado Agrícola, en una zona [barrio Goes] que estaba desahuciada, [catalogada] como zona roja. Es un lugar pujante, en crecimiento, donde se están construyendo viviendas, cooperativas”.

Puertas adentro

Según el arquitecto Germán Gil, jefe del proyecto ejecutivo de Nuevocentro Shopping, éste tiene “una propuesta de arquitectura respetuosa del lugar donde se implanta” a su vez que “jerarquiza fuertemente la rotonda del monumento a Luis Batlle Berres, que se materializa colocando allí los accesos peatonales principales. El eje peatonal del proyecto nace en este punto, en este vértice, es como el extremo de la columna dorsal. La otra punta del proyecto está a nivel de planta baja con el hipermercado y en los niveles superiores con la plaza de comida y los cines”.

Según dijo Gil a la diaria, el diseño “tiene una articulación y una espacialidad totalmente distinta a Portones, por ejemplo, que es un proyecto rectilíneo. [...] Acá hay por dentro una espacialidad mucho más rica, al tener un lenguaje curvo no estás en un espacio que es estático, es mucho más dinámico y atractivo para recorrerlo”. Consultado sobre qué factores se tienen en cuenta a la hora de diseñar un centro comercial “en diálogo” con el barrio, señaló que “debido a la importancia de este punto en la ciudad, la forma de la arquitectura se articula respetando y poniendo valor en el eje urbanístico, y por otro lado se toman algunos elementos preexistentes en la zona que se considera que son valores a conservar y a poner en destaque, por ejemplo el parque nativo que hay enfrente a la plaza de esculturas del edificio donde estaba Presidencia [hoy ocupado por la Administración de Servicios de Salud del Estado]. Es un parque hecho con especies autóctonas; el enjardinado del shopping toma esa idea, la pasa para la vereda de enfrente y propone continuarla en Bulevar Artigas. Tenemos palmeras de butiá, ibirapitás, palmeras pindó”.

Además, dijo que “el acercamiento que se buscó fue a nivel de espacio público, generando buena accesibilidad y espacios agradables para estar afuera. También se intenta respetar la escala barrial, entablar un diálogo no agresivo hacia las calles barriales”.

Sin embargo, Leal sostiene que “la lógica del shopping es no dialogar con el barrio. Es que tengas un edificio que desde afuera no se ve y que desde adentro casi que no sabés si es de día o de noche. Es una cápsula. Tampoco tienen identidad, cultura, no ya local del territorio de Jacinto Vera. Te ponen en un shopping y no sabés si estás en Santiago de Chile, Quito, Galicia o Managua”.

El arquitecto del proyecto ejecutivo se mostró satisfecho con “las recepciones” que ha tenido el nuevo emprendimiento: “Es realmente gratificante hablar con la gente. [El shopping] está teniendo una devolución muy positiva del entorno inmediato. Nos llamaron del liceo Nº 26 para decirnos que los gurises estaban muy interesados porque se les estaba moviendo el barrio y querían ver qué espacios tenían para ellos. Es un barrio que no tiene espacios de reunión. Este shopping tiene en la esquina una plaza con una linda fuente, es un lindo lugar para sentarse, con bancos, creo que eso va a ser un punto de encuentro para la gente del barrio”.

Por la calle de la injusticia

“El shopping es funcional a la cultura consumista, por algo es un shopping. Lo que hace es maximizar y mejorar la eficacia de quienes venden para que otros consuman, la lógica es que el consumo es el motor del crecimiento, y eso ha sido interpretado por los planificadores de la ciudad, en la medida en que el desarrollo inmobiliario o la inversión comercial es el motor del crecimiento, para promover la instalación de esto. Montevideo hoy está entrando en tensión entre esta modalidad de consumo y el fortalecimiento de la cultura shopping, que es parte de un fenómeno más general, que es la cultura del hipermercado y de las grandes superficies, que tuvo su explosión por la década del 90 en detrimento de otra modalidad”, dijo Leal.

Consultado por la diaria, el presidente de Honor del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (CAMBADU), Mario Menéndez, evaluó la nueva propuesta comercial y opinó que “tiene sus cosas positivas y sus cosas negativas”. “Las positivas, que uno ve en los otros shoppings, es que alrededor aparecen muchísimos negocios, que sin estar adentro, hacen uso del nuevo shopping, se van a instalar cerca, ya que la gente va a empezar a caminar y a transitar por toda esa zona. Luego, lógicamente, con la gran variedad de negocios que tiene, a algún negocio de uno de esos ramos posiblemente no le va a ir tan bien como le estaba yendo cuando éste no estaba. Es un poco normal eso. Ésa es la realidad, pero va a arrastrar mucha gente a esa zona que hoy ni pasa por ahí y si pasa, nunca se detiene, y a partir de ahora se va a detener; y, como siempre, a algún negocio de la zona, de cualquier actividad, le va a pasar lo que le tiene que pasar: que no esté preparado o que esté medio débil, posiblemente no le vaya nada bien”, dijo.

Por otra parte destacó que, luego de que CAMBADU insistiera y presentara una investigación sobre las grandes superficies, como supermercados e hipermercados, Olivera no dio más permisos a proyectos de grandes superficies. “Nunca se había hecho en este país un estudio sobre qué necesidad había o no en ciertos lugares de una gran superficie, pensando en el impacto que hace cada metro. La conclusión fue que, haciendo círculos con el impacto por metro de cada superficie, tapábamos Montevideo, como cuando se llena de nubes negras. Eso quería decir que no había más necesidad de nuevos emprendimientos de ese tipo. La intendenta lo tomó como lo tenía que tomar y nos prometió, y hasta ahora lo ha cumplido, no tener más grandes superficies en Montevideo, ya que con lo mal que habían hecho era suficiente”, explicó.

La presidenta de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, Mabel Lorenzo, al ser consultada por la diaria sobre cómo evaluaban la llegada de un nuevo shopping, señaló: “Somos una asociación de defensa del consumidor, nos interesa tener lugares donde acudir para tener ofertas, verificarlas a ver si realmente le ofrecen algo positivo para su bolsillo. De este nuevo emprendimiento no podemos dar aún una visión. [...] Para el consumidor lo importante es que haya ofertas, que haya competencia, que podamos elegir, tener esa libertad de ir, mirar y comprar lo que más nos satisface. No dejamos de tener en cuenta que cuando se instalan estas grandes superficies pueden afectar al entorno tanto positiva como negativamente, ésas son cosas que se verán sobre la marcha”.

Menéndez consideró que no se puede ir contra la corriente: “El mundo ha cambiado, pero igual nosotros decimos que siempre tiene que haber comercios de cercanía en los barrios, porque sin comercios no hay barrios y sin barrios no hay ciudades. La modernidad viene, pero hemos peleado porque nunca quisimos entrar en la modernidad por la calle de la injusticia. ¡Mirá que frase!”, concluyó.