“Con el proyecto, los bancos ingresan en un tipo de práctica económica de inclusión financiera en el que hasta el momento no estaban, era el nicho donde estaban las cooperativas de ahorro y crédito”, argumentó Graciela Fernández, presidenta del Centro Cooperativista Uruguayo (CCU). Por su parte, Martín Vallcorba, integrante de la Asesoría Macroeconómica del MEF, dijo a la diaria que “si algo no se puede criticar es que [éste] haya sido un proceso inconsulto; al contrario, fue sumamente conversado”. Por su parte, el secretario general de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), Fernando Gambera, estima que la voz de las cooperativas del sector financiero no será la única disidente, porque “los procesos parlamentarios son largos y se van a golpear muchas puertas”.
La Mesa de Cooperativas de Ahorro y Crédito, nucleadas en la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop), emitió un comunicado el viernes en el que destaca que a su juicio el proyecto contiene algunas amenazas para el sector de las cooperativas financieras. El texto indica que existe una “alteración del orden legal actual de prioridades en las retenciones de salarios para el pago de créditos”. Según explicó Fernández a la diaria, actualmente sólo las cooperativas tienen la prerrogativa de que ante incumplimientos en el pago de créditos por parte de sus socios, éstas pueden retenerlos directamente de las remuneraciones. “Se deja en pie de igualdad a las cooperativas y al sistema bancario. La regulación establecida en el anteproyecto modifica la vigente actualmente en indiscutible desmedro de las cooperativas y en favor del sistema bancario, pasando este último a tener derecho de cobro prioritario por encima de éstas y a hacer uso de una herramienta que debería estar vedada a los bancos en tanto no existen razones de interés general para que hagan uso de la misma”, advierte el comunicado.
Sin embargo, Vallcorba aseguró que varios de los reclamos de las cooperativas de ahorro y crédito “fueron contemplados”. El funcionario señaló que uno de ellos era que las cooperativas del sector financiero pudieran participar de los créditos a la nómina. “Originalmente sólo los bancos podían ofrecer el crédito de nómina, y a partir del diálogo con las cooperativas, lo corregimos”, expresó. La habilitación de este reclamo generó la creación de un instrumento específico: “Abrimos esa posibilidad creando una nueva figura de emisores de dinero electrónico para que no quedaran afuera”, detalló Vallcorba.
Roles y filosofía
Sin embargo, Fernández entiende que el proyecto “no ha tenido presente lo que es la identidad cooperativa” ni el “rol histórico” de estas entidades ante los mercados financieros. “Yo creo que la banca privada quiere captar un público que no es de su sector. Son sectores de la población diferentes, el socio autogestiona su cooperativa y eligen sus directores”, especificó la presidenta del CCU.
“Entendemos que si las cooperativas les ofrecen a sus socios el servicio de pago de sueldos y jubilaciones, es altamente probable que los socios elijan cobrar sus haberes ahí”, argumentó Vallcorba. “De todas formas, si no lo hacen y eligen cobrar en las redes emisoras de dinero electrónico, igualmente las cooperativas pueden darles crédito. Esa posibilidad no la tienen las instituciones bancarias”, dijo el integrante del equipo económico.
Respecto del tope de sueldo que se puede comprometer para pagar el crédito obtenido, Vallcorba indicó que lo que se quiso fue “evitar que los trabajadores comprometan parte significativa de su salario para pagar deuda. Es un tema filosófico, queremos que no suceda como antes, que los trabajadores cobraban cero peso en determinados meses”.
Las Cucacc manifiestan que estaban al tanto del proceso de discusión y que están de acuerdo con que se atienda a un sector de la población que necesita ser bancarizado. Sin embargo, según manifestó Fernández, en el proyecto “se deja por el camino lo que las cooperativas habían conquistado”. Por el contrario, Vallcorba indicó que “este gobierno dio pruebas claras de apoyo a las cooperativas, mediante las exoneraciones impostitivas y la creación de institutos de apoyo, pero entendemos que no se puede avanzar a costa de los socios cooperativistas. No podemos defender que las personas paguen una tasa de interés alta si pueden acceder a un crédito más barato. Las cooperativas son un instrumento y no un fin”, finalizó.
Esto recién empieza
Desde AEBU se apoya la iniciativa (ver http://ladiaria.com.uy/ACYf), pero se entiende que es necesario destinar fondos para realizar una campaña publicitaria que acompañe el proyecto. “No se prevé nada de fondos o pautas publicitarias de cómo moverse y asesorarse sobre el sistema”, explicó Gambera. El secretario de AEBU alertó sobre situaciones que ya existen y que son confusas para los usuarios del sistema financiero. Hay financieras que en la televisión publicitan que se descontará la última cuota de un crédito a los buenos pagadores, “pero no te explican qué es una tasa de interés ni una tasa amortizable, que te regalan la última cuota es mentira, por el interés que te cobran”, aseguró.
Si bien reconoció que la educación financiera está incluida en la Carta Orgánica del Banco Central, el sindicalista entiende que “alguien tiene que informar a la gente para saber cómo funciona” el sistema. El proyecto de inclusión financiera, según el sindicalista, obliga a la banca privada “a prestar más barato, y no pueden cobrar comisión sobre la cuenta”.