El gobierno de José Mujica dispuso el traslado de la Dirección Nacional de Meteorología de la órbita del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) a la del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). Si prospera un proyecto que se enviará a fines de este mes al Parlamento, la dirección se transformará en un instituto que funcionará como servicio descentralizado del MVOTMA.
La ubicación en la órbita de Defensa respondía a una concepción de que los datos meteorológicos son importantes principalmente para la operación de las Fuerzas Armadas, por ejemplo para operaciones de rescate en el océano o para su actuación en caso de desastres naturales. Por la misma opción se inclinaron Argentina y Paraguay, donde el Servicio Meteorológico Nacional y la Dirección de Meteorología e Hidrología, respectivamente, dependen en la actualidad del Ministerio de Defensa.
Brasil optó por una solución distinta. El Inmet depende del Ministerio de Ganadería desde su creación. Los datos que produce están disponibles en su sitio en internet, pero más allá de eso no tiene establecido ningún tipo de coordinación con empresas privadas, como por ejemplo la consultora Metsul, famosa en Uruguay por predecir el temporal de 2005. Metsul contrata meteorólogos de todo el país para que formulen sus predicciones para Brasil y el Cono Sur. “No hay una coordinación establecida [con las consultoras privadas], es un tema que vamos a debatir en los próximos meses con la comunidad”, apuntó el director del Inmet.
En Uruguay, la incorporación del Inumet al MVOTMA responde a que se requiere “una meteorología orientada y pensada en función de las necesidades del país, ya que la producción agropecuaria depende mucho de los fenómenos climáticos e influye en la matriz energética”, según manifestó el ministro de Vivienda, Francisco Beltrame, la semana pasada.
Los datos unidos
El proyecto que se prevé enviar a fines de febrero al Parlamento uruguayo incorpora algunos cambios institucionales y en materia de información, pero no prevé un mayor número de funcionarios -los actuales trabajadores pasarían al nuevo organismo- ni tampoco nueva tecnología, explicó a la diaria el subdirector de secretaría del MDN, Ángel Sánchez, quien participó en la elaboración del proyecto.
Sánchez admitió que actualmente no se cuenta con “tecnología de punta” para las predicciones, pero advirtió que no es un aspecto que deba resolver este proyecto.
El Inumet estará dirigido por tres personas propuestas por el Poder Ejecutivo que deberán contar con la venia del Senado. El texto prevé la creación de una base nacional que incorpore y unifique los datos que se generan en distintos ámbitos del Estado (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, UTE, Fuerzas Armadas).
También establece la creación de un Consejo Nacional de Meteorología, integrado por los ministerios de Industria, Ganadería, Defensa y Vivienda, en el que también participarán las universidades. Tendrá un perfil predominantemente técnico y se encargará de “planificar la meteorología a largo plazo”, indicó Sánchez.
La tempestad
El director del Inmet de Brasil aseguró que existe una cooperación diaria entre el instituto que dirige y la Dirección Nacional de Meteorología de Uruguay en materia de intercambio de datos, principalmente en cuanto a fenómenos meteorológicos extremos. Existe un proyecto de cooperación bilateral con fondos de los dos países para la implantación de una red piloto de cuatro estaciones automáticas con el objetivo de contribuir a mejorar el sistema de monitoreo y vigilancia atmosférica. Las estaciones recolectarán datos a cada hora y los enviarán en tiempo real vía satélite. Un grupo de técnicos uruguayos ya fueron entrenados en Brasil y en las próximas semanas se enviarán los equipos a Montevideo, aseguró Divino. Las estaciones se instalarán en Salto, Paso de los Toros, Rocha y Colonia.
Por otra parte, “está casi listo” para entrar en funcionamiento el Centro Virtual de Vigilancia y Pronóstico de Fenómenos Meteorológicos Severos, en el que participarán Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Divino informó que el primer desarrollo en el marco de la instalación de este centro será un mapa de riesgo de desastres en colores. El blanco significará que no existe riesgo; el amarillo, “precaución”; el naranja, “preocupación creciente”; y el rojo, “alerta máxima”. Además, se creará una base de datos de “fenómenos adversos” y se promoverá la capacitación e investigación conjuntas.