Saludos van, saludos vienen. En el hall de la Torre de las Telecomunicaciones en Montevideo, los asistentes se conocen. Son investigadores, científicos y expertos que han llegado a Uruguay desde Estados Unidos, Japón, China, América Central, Europa y países de América del Sur que participan hasta mañana en la Segunda Conferencia de Imagenología Molecular para discutir y compartir conocimiento sobre la técnica aplicada a la oncología, neurología y cardiología. Entre los temas que trata el evento se encuentra el uso simultáneo de tomografía por emisión de positrones (PET, por su sigla en inglés) y resonancia magnética para mejorar la detección y tratamiento del cáncer de mama. También se habló sobre nuevas técnicas de diagnóstico de la enfermedad de alzheimer.

Consultado por la relevancia de este evento, Henry Engler, director del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM), quien divide sus estadías anuales entre Montevideo y Uppsala (Suecia), dijo a la diaria: “Acá están los pesos pesados en este tema. Hemos creado un Club Latinoamericano de Imagenología Molecular, y tenemos ocho centros que forman el grupo central de esta red. Nos hemos puesto de acuerdo para trabajar juntos y unificar la manera de cómo vamos a producir sustancias [aquellas que son utilizadas para realizar los estudios clínicos] y cómo vamos a revisar a los pacientes y a hacer los diagnósticos. Nos comunicamos por internet para empezar a discutir cómo damos forma a una especie de ‘Mercosur en ciencia’. Esto se da porque los contactos con Suecia son excelentes y también con la Universidad de Pekín, con la que hemos firmado un acuerdo de colaboración científica”, aclaró Engler.

Sobre el trabajo que se viene llevando adelante en el CUDIM, Engler comentó que en 2010, cuando se inició el proyecto, se realizaban sólo diagnósticos que luego se introdujeron en la cura de las patologías. “Ahora estamos pensando que, como estamos trabajando todos juntos en la posibilidad de encontrar nuevas sustancias para hacer diagnósticos, no sería raro que encontráramos nuevas sustancias para curar. Entonces, entusiasma”, dijo el científico.

Tres años

El CUDIM es un centro que se ocupa de desarrollar investigación, capacitación y aplicaciones en ciencias de la salud. Los diagnósticos que se realizan son exámenes clínicos que se brindan a pacientes con cobertura de salud pública y privada, fundamentalmente en las áreas de oncología y neurología. En investigación, se estudia el impacto del ciclotrón en diversas enfermedades y se evalúan nuevas drogas que están en investigación y desarrollo. Ahora, ¿cómo llegan los casos que se tratan al CUDIM? “La gran mayoría de los pacientes que recibimos lo hacen por intermedio del Fondo Nacional de Recursos. Algunos vienen por un médico que ve las indicaciones que existen para hacer ciertos exámenes y lo solicita. Hay también iniciativa del paciente que le solicita al doctor, por tanto, obliga a los especialistas a informarse. Hay exámenes que no cubre el Fondo pero los estamos haciendo nosotros porque tenemos pacientes que vienen de Argentina, Paraguay y Brasil. Con el dinero que les cobramos podemos realizar el PET a los uruguayos que no lo tienen cubierto”, comentó. Según explicó el director del CUDIM, en tres años de actividad, llevan realizados casi 5.000 diagnósticos. Sobre el futuro del centro, Engler dijo: “Nosotros tuvimos un período de mucha apertura pero ahora creo que tenemos que encerrarnos. Hay que tener una especie de dialéctica para abrirse-cerrarse. Estamos trabajando en agua radiactiva que nos permite ver cómo circula la sangre en el corazón, en el cerebro; oxígeno radiactivo y monóxido de carbono, que nos permiten también entender mucho de los procesos del cerebro. Somos los únicos en toda América Latina y Central que lo estamos haciendo. No es muy fácil desarrollar esto. Lo podés encontrar en Estados Unidos, Japón o Finlandia. Tenemos una batería de imagenología que es excepcional y creo que hay que empezar a hacer las cosas que no hay en ningún lado”, dice, y se ríe.