La planta fue inaugurada el 15 de marzo y el proyecto en torno a su instalación fue liderado por la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), mientras que la operativa y el mantenimiento están a cargo de UTE. El objetivo de la nueva tecnología es la transformación de la energía solar en electricidad. El noroeste uruguayo, particularmente Salto y Artigas, son los puntos del territorio nacional en los que hay “mejor sol” para este fin. El director nacional de Energía, Ramón Méndez, explicó que es “la planta de energía renovable del futuro” y que se colocó “emblemáticamente al lado del símbolo máximo de la energía”, la represa de Salto Grande.

La fotovoltaica salteña no se destina al consumo porque es una planta piloto, pero de acuerdo a la cantidad de energía que produce podría abastecer a unas 200 familias, muchas más de las esperadas, según Méndez. “Esta planta es el inicio de una curva de aprendizaje de la energía solar. La fase inicial es para capacitar profesionales y aprender”, señaló. En ese sentido, en el mismo predio se encuentra el Centro de Investigación de Energía Solar de la Regional Norte de la Universidad de la República.

Una segunda fase se completará con un llamado a interesados mediante un decreto para instalar plantas fotovoltaicas de distintos tamaños y en distintos puntos del país. “Uruguay, a diferencia de otros países, no da subsidios, sino que elige si llega a precios adecuados”, puntualizó Méndez. Las conversaciones con Japón se iniciaron en 2008 pero entonces no era rentable.

El vicepresidente de UTE, César Briozzo, indicó que los precios de estos sistemas “han bajado tan notablemente” que ahora es posible para empresarios ofrecer energía solar de origen fotovoltaico a precios competitivos y convenientes para la empresa nacional. “La realidad es que la fotovoltaica viene con todo. Es una industria que evidentemente va a ser creciente porque Uruguay va a seguir necesitando energía, la energía es cara y esos precios son muy convenientes”, subrayó. El jerarca señaló: “Cualquier cosa menor a 100 dólares el megavatio/hora es un buen negocio”. Generar combustibles fósiles con gasoil cuesta más de 200 dólares e importar energía desde Argentina puede llegar a los 400, comparó.

Una con otra

Con la fotovoltaica se recorrerá un camino similar a la energía eólica, que es un “emprendimiento a gran escala” en un país considerado particularmente apto para esto. En otros países los vientos tienen mucho menos rendimiento por potencia instalada. Briozzo apuntó que el problema “no es tanto si hay mejores o peores vientos”, porque en Uruguay se comportan más o menos parejos, sino la disponibilidad de red, lugares de conexión de estaciones y transmisión. Con la fotovoltaica sucede lo mismo. “El panorama de la red eléctrica tiene que cambiar mucho”, resumió.

Actualmente hay 25 plataformas eólicas instaladas, producto de la firma de unos diez contratos con distintos privados. Si estuvieran en funcionamiento, representarían 35% de la energía consumida por los habitantes del país. El objetivo es que en 2015 el sistema esté pronto para ser utilizado. La energía eólica estará inyectada a la red, pero va a estar compensada principalmente por el sistema hidráulico y por gas natural. Lo mismo sucederá con la fotovoltaica.

La proyección que hace el director nacional de Energía es que para ese año en la matriz global Uruguay superará el 50% en un promedio mundial de 12%. Específicamente en el sector eléctrico alcanzará 90%, combinando la hidráulica, la eólica y la biomasa. En cuanto a la fotovoltaica, Méndez fue cauteloso y señaló que en primer lugar hay que conocer si hay interesados. “Es un país creíble, que apuesta a una inversión segura. Tiene una política energética acordada por todos los partidos políticos en el Parlamento y que incluye lo económico pero también tiene una mirada social, cultural y ambiental. Tenemos buenas posibilidades. La fotovoltaica no es la energía más madura tecnológicamente ni la más barata, por eso comenzamos con la eólica y con el campo de biomasa. Pero vamos a estar con precios muy competitivos que reducen 20% los costos”, concluyó. El decreto se encuentra en Presidencia, en proceso de redacción.