-¿Cómo comienza el proyecto?
-Empezamos como un grupo de amigos a los que nos gustan estos temas. Decidimos crear una página para compartir material, fotos, información y comentar cosas. A partir de eso nace el sitio, que ya tiene cinco años. Desde entonces ha cambiado y ahora tiene más información sobre el transporte. Nos pareció diferente y además nadie lo hacía. En el equipo somos cuatro y después están todos los que nos siguen y apoyan.
-¿Cuáles son las fuentes de información?
-Son oficiales. Cuando viene un coche nuevo nos enteramos por comunicación de la representante de la marca del ómnibus. Por ejemplo, cuando traen un coche Marcopolo nos avisan de la importadora Dusil SA. Nos vamos a los talleres, sacamos fotos y buscamos información. Volvemos y publicamos. Así con todas las marcas. La idea es que la persona que quiera viajar tenga una sola página que centralice la información necesaria. Las empresas publican los horarios y nosotros, en base a eso, los subimos a nuestro sitio. Lo mismo con la Intendencia de Montevideo [IM], que tiene todo actualizado.
-¿La idea es que la página se vuelva un negocio?
-Nosotros no cobramos por hacer esto. Si las empresas quieren apoyarnos, bienvenidas, porque tenemos nuestros gastos de traslado y demás. Nos queremos hacer conocer por la seriedad con la que hacemos nuestro trabajo.
-¿Han tenido contacto con usuarios del transporte?
-Nos llegan correos pidiendo que mejoremos una u otra cosa, y nosotros respondemos que no podemos hacer nada. Les contestamos explicando dónde hacer la denuncia.
-¿Qué tipo de quejas han recibido de las empresas de transporte suburbano?
-Hay comentarios de que los coches están en mal estado, que no pasó el ómnibus, cosas no demasiado graves pero que tienen importancia para cada uno. Nos llegó un mensaje pidiendo un cambio de recorrido para una línea urbana. Les decimos que no podemos hacer nada pero les pasamos los datos para que puedan hacerlo de la mejor forma.
-¿Cuál es la experiencia del usuario en relación a los reclamos o denuncias?
-A mí me pasó como usuario que hice una denuncia en la IM porque un ómnibus no pasó a la hora que decía el horario, y me llamaron para que pueda ir a ver la resolución que surgió del caso. La resolución fue que el inspector firmó que el coche pasó. Como quien dice, me tomaron el pelo, porque yo sé que no pasó. Fui a la parte del Sistema de Transporte Metropolitano [STM] donde te muestran el acta y firmás como que la viste.
-En ese caso, ¿primó lo que dice el inspector?
-No sé si el inspector o el jefe. Cada ómnibus tiene un GPS y la empresa puede saber exactamente dónde está el ómibus y a qué hora pasa. Esto lo ves cuando sacás el boleto que te dice la hora, la parada, todo. Si la IM regulara, eso no pasaría. En el caso que yo denuncié, no había inspector en la parada. La denuncia la hice por correo y la página de la IM te responde. Te mandan el número de acta para que puedas ir a ver cómo está el trámite. Después te mandan un correo avisando que ya está la resolución y podés ir a buscar una copia. No sé qué pasa si tenés razón. Desde la página, nosotros le sugerimos a la gente que haga lo mismo. La IM es la que te da corte.
-Las empresas de transporte suburbano primero, y ahora también las urbanas, están adquiriendo ómnibus de origen chino. ¿Por qué creés que están comprando esos coches?
-Por el precio. Vos tenés dos grandes opciones: comprar en China o en Brasil. La más reconocida en Brasil es la marca Marcopolo y te sale 130.000 dólares. Vos comprás un coche chino con las mismas configuraciones y te sale 100.000.
-Esa diferencia de precios, a la larga, ¿se nota en el rendimiento?
-Esa diferencia de precios te puede mostrar la calidad. Un ómnibus brasileño como los Marcopolo en calidad es más o menos lo mismo. Dicen que el brasileño dicen que dura más y el chino menos por ese tema clásico de decir que es chino. Pero la marca Yutong es una de las que venden más ómnibus a nivel mundial. En Uruguay el mercado chino es nuevo como para dar una opinión definitiva. Los primeros coches que vinieron terminaron siendo malos, pero porque están mal utilizados. Eran una versión china para carreteras de hormigón y se los mandó a calles de balasto con pozos que les movían las puertas, y les entraba tierra en las bodegas.
-¿Hay una decisión de las empresas de comprar lo más barato sin medir las consecuencias?
-Creo que nadie lo pensó. Creyeron que compraban un coche brasileño que metían en cualquier lado y seguía andando. Pero en estos coches chinos el chasis no es el mismo, y la carrocería tampoco. Los compraron hace cinco años y ya tuvieron que renovarlos, cuando los de otras marcas duran 20. Hace poco, la última renovación de Copsa fue de unos 30 coches. Los que vinieron antes renovaron la flota de 2007 y 2008. La línea Copsa Este la renovó toda en 2006 y el año pasado hizo eso con la mayor parte de la flota. No tiene sentido haber renovado tan pronto tantos coches. Igualmente, tienen un valor de reventa. Lo que sale se vende. Las empresas de turismo te los arrasan.
-El usuario se queja de la distancia entre los asientos...
-Yo tengo una opinión contraria. Los coches de ahora son más cómodos que los anteriores. Sobre los primeros Yutong había una opinión general de que eran un desastre. Ibas con la espalda dura en asientos duros. El portaequipaje es chico también. Pero los coches que vinieron ahora se reclinan más y son mejores.
-Pero, además, Copsa está vendiendo los ómnibus a empresas que luego subcontrata y siguen cumpliendo servicios en sus recorridos.
-En una primera instancia, renovó toda la flota, eso fue en 2007-2008, y todos sus coches fueron vendidos a las empresas de turismo. Estas empresas están arraigadas a Copsa porque luego les venden servicios por determinado tiempo. Eso lo hacen todas las empresas. Es un trato: yo te lo vendo más barato pero vos me vendés servicios. Copsa se desliga de mantener el coche, de pagar combustible, la limpieza, y de pagarle el sueldo a los choferes. Cuando llegaron los ómnibus nuevos en 2007-2008, el sindicato quería aumentar la flota de Copsa porque en temporada necesita coches, todos los años es igual, y si aumentaba la flota, no había que contratar.
-¿Qué pasa con el tema de la accesibilidad en el transporte suburbano?
-No existen ómnibus suburbanos de nivel internacional, con las comodidades que eso implica y con características de accesibilidad. Lo único que se hace es poner un ascensor en la puerta de atrás.
-¿Y cómo hace una persona que se traslada en silla de ruedas?
-Lo que debería existir es intercomunicación entre el servicio urbano de Canelones y el de Montevideo con unidades de piso bajo. Pero en Canelones no hay.
-¿Cómo creés que se deberían resolver los problemas del transporte?
-Tiene que haber coordinación entre las empresas, las intendencias y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, pero estamos un poquito lejos de eso. El STM, que intenta combinar esas cosas, está todavía en pañales [...]. Cada ciudad tiene sistemas diferentes porque cada una tiene una cultura distinta. Por ejemplo, no creo que poner muchos micros sea una solución, termina siendo más caro y contaminante. Hay que mejorar mucho la salida hacia la costa de Canelones. Para el sistema suburbano queda muchísimo por trabajar. Recién se está viendo lo que se empezó en 2006 con la unión de algunas empresas.