El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central del Uruguay (BCU) decidió desacelerar la emisión de dinero, “en línea con lo resuelto en la reunión del Comité de Coordinación Macroeconómica de fecha 6 de junio”. En esa oportunidad, además de ampliar a 24 meses el horizonte de política monetaria para la evaluación de su efectividad, el BCU entendió conveniente sustituir la tasa de interés como instrumento de política, por el anuncio de la evolución de los medios de pagos o la cantidad de dinero circulante.

El Copom fijó un crecimiento de la cantidad de dinero en circulación entre 12,5% y 13% en la medición interanual para el promedio del trimestre que cierra en setiembre de 2013, con lo que pretende dar una “señal contractiva” de la cantidad de dinero. Esta tasa de crecimiento implica una desaceleración de los medios de pagos con relación a cómo han venido evolucionado en los últimos años, que además es “consistente con una senda que lleva a que el crecimiento de dicho agregado converja gradualmente al entorno de un 8% interanual para el trimestre que cierra en junio 2015”, período al que refiere el horizonte de evaluación de la política.

En el comunicado se agrega que la incertidumbre y la volatilidad “han recrudecido” en la economía global y en los mercados financieros internacionales, producto de los anuncios referidos a la flexibilización monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos. Además recuerda la persistencia de un contexto en el que se mantiene la debilidad de los países de la zona del euro y Japón, destaca que aparecen signos de desaceleración en las economías emergentes y hace énfasis “en el enfriamiento de los países de la región”.

En relación a la economía uruguaya, el comunicado destaca que “ha continuado creciendo a tasas razonables”. Menciona la evolución de la inversión y de la demanda doméstica “que siguen mostrando firmeza” como causantes de las dificultades para mitigar los impulsos inflacionarios “al ritmo deseado”. Agrega que tanto la inflación efectiva (8,06% en los 12 meses cerrados en julio), como las expectativas de los agentes se mantienen notoriamente por encima del rango objetivo, situado en 4%-6%.

El comunicado recuerda que el Copom -integrado además por el Ministerio de Economía y Finanzas- ratificó el régimen de tipo de cambio flexible y el de metas de inflación, a la vez que amplió el rango objetivo a partir de julio de 2014, pasando a 3%-7%.

Según el BCU, la decisión tomada ayer hace converger la cantidad de dinero a niveles consistentes con el rango objetivo de inflación. Esto hace que no se afecten “los equilibrios macroeconómicos de corto plazo” y que no generen volatilidad excesiva que afecte las decisiones de los agentes económicos y altere la consolidación de una trayectoria virtuosa de crecimiento con equidad.