Mediante el recurso de la utilización del libro Escuela y familia: inclusión en la cultura letrada que se presentó ayer ante 300 maestros comunitarios, el programa ProLEE del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública propuso acercar herramientas metodológicas a los docentes para fomentar el vínculo entre los niños, la familia y la escuela mediante la lectoescritura.
Una de las principales funciones de la educación formal es lograr que los niños accedan a la cultura letrada. En tanto, el objetivo fundamental del programa es hacer aportes para mejorar los niveles de lectura y escritura de niños y adolescentes. Su coordinadora académica, María Guidali, comentó a la diaria que la iniciativa surgió el año pasado, cuando se diseñó una serie de materiales que abordaron el vínculo entre la escuela y la familia por medio de la lectura y la escritura, que fueron publicados y ayer compartidos entre los maestros comunitarios.
Allí se brindan herramientas para quienes tratan a diario con los niños de hasta ocho años y con sus familias, muchas de ellas alejadas de esta práctica cultural. El vínculo de los docentes se vuelve fundamental como “puente” entre las instituciones educativas y las familias. “A lo largo del sistema educativo, hay alumnos que no logran el éxito esperado en el proceso de escolaridad. Y hemos comprobado que no está siendo fácil aprender a leer y escribir para algunos niños en el primer nivel”, comentó Guidali. Explicó que aquellos que han logrado mayores avances muchas veces cuentan con un entorno familiar que los apoya y que sigue de cerca el proceso de aprendizaje en estas áreas: “En esos casos, la lectoescritura circula como práctica habitual en la casa”. “Sabemos que la escuela da el mensaje de que escribir y leer es importante, pero aspiramos a que ese mismo mensaje empiece a darlo la familia”, comentó la referente de ProLEE, y añadió que la estrategia es convocar a la familia a que concurra a talleres quincenales específicos con los docentes, de los que surjan actividades para hacer en sus casas. “Esta idea evitaría llegar a las expresiones que indican que los adultos nunca tienen materiales adecuados para trabajar lectoescritura con sus hijos en sus casas”, comentó Guidali. “De esta manera, el hogar se vuelve también un lugar alfabetizador y, en ese sentido, complementa a la escuela”, dijo, aclarando que esto provocaría que el niño llegue con mayor conocimiento y que sea más fácil su desempeño en el aula. “Sólo en entornos letrados se forman lectores. Leer abre las puertas al conocimiento de otros mundos, entre ellos el del conocimiento académico”, sostuvo.
Consultada por las inquietudes que mostraron los maestros que concurrieron a la jornada, Guidali comentó: “Ellos tuvieron que crear sus propias herramientas y esta propuesta es algo que viene encarado desde distintas perspectivas teóricas que Primaria recomienda. En tanto, aporta herramientas concretas que colaboran al aprendizaje”. Con respecto al material dijo: “La escuela, desde hace tiempo, quedó atendiendo las demandas sociales, y este material no va en ese sentido, sino que ve en una situación vulnerable a quien no aprende de la manera esperada. No existía un material que vinculara el trabajo de la familia con la escuela mediante la lectura. Esto ayudaría a desarrollar el juego, la recreación y el aprendizaje en la casa”, concluyó.
El material puede descargarse en formato electrónico desde la página web del programa: www.uruguayeduca.edu.uy/prolee.