La Unión de Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Utmides), decidió movilizarse ayer en cada una de las jornadas en las que participe en instancias de negociación con el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Frente Amplio. La primera será el viernes por la tarde, cuando una comitiva de Utmides se reúna con los miembros de la Comisión de Hacienda del Parlamento. Mientras se realice la reunión, los trabajadores que no participen se movilizarán en el recinto del Palacio Legislativo.

Ayer, Utmides paró al mediodía y realizó una asamblea que se extendió durante más de dos horas.

Regularización

El conflicto de los funcionarios se inició tras una asamblea desarrollada el viernes pasado, después de tener la confirmación de que lo negociado durante un año finalmente no había sido enviado a la Rendición de Cuentas al Parlamento. Pretendían mecanismos para la regularización de 400 trabajadores que desde hace más de dos años trabajan para el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), pero fueron contratados por medio de agentes externos, fundamentalmente Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC): el Centro de Participación Popular, el Centro Latinoamericano de Economía Humana y Pro-Fundación. Además, hay quienes son contratados por proyectos de financiación externa que otorga el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Carlos Moreira, integrante de la directiva del gremio, explicó a la diaria que en total son 700 de los 1.000 funcionarios los que se encuentran trabajando en estas condiciones. Señaló que después de vencer el contrato con una OSC son derivados a otra, por lo que tampoco generan antigüedad.

La negociación con el Mides implicó un acuerdo mediante el cual se generaban 400 vacantes, para las que se concursaría tomándose en cuenta con especial énfasis haberse desempeñado en la tarea. Era lo más cercano a la posibilidad de una regularización, comentó Moreira.

Desde la óptica de los trabajadores, lo acordado no implicaba nuevas erogaciones, lo que fue confirmado a la diaria por el ministro Daniel Olesker. Éste dijo que se intentaron “generar mecanismos de presupuestación para los funcionarios que están bajo régimen de tercerizados”, pero que el articulado no fue incluido en la Rendición de Cuentas “por distintas razones”. Éstas, explicó, “tienen que ver con una cuestión global del ingreso a la función pública, que es la visión que tiene el Consejo de Ministros; no depende de un solo ministerio, por más que en este caso el Mides tiene una particular situación de tercerización, porque nunca había presupuestado a sus funcionarios”.

Contrapropuesta temporal

Ante la negativa de incluir lo acordado en la Rendición de Cuentas, los trabajadores tampoco se inclinan a aceptar la contrapropuesta de contratos temporales de derecho público, algo a lo que se ha opuesto la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado, pues procura que ese tipo de contratos no se hagan más en la función pública. Además, serían 200 y no 400, y la Oficina Nacional de Servicio Civil no tomaría en cuenta haber trabajado en el Mides. “Esta propuesta no regulariza”, señaló Moreira.

Los trabajadores, que creen que ha habido voluntad política por parte del ministro Olesker, pero que la decisión en la puja del Ejecutivo la tuvo el Ministerio de Economía y Finanzas, temen que entre la reestructura funcional en el ministerio y la imposibilidad de nuevos ingresos a la función pública a partir del 1o de marzo de 2014, se haya perdido la última oportunidad de confirmar sus puestos de trabajo.

Olesker aseguró que esto “no implica que queden afuera”, dado que “la reestructura organizacional es algo distinto a la generación de cargos”.

Acerca de los llamados, explicó que resta la definición del peso que podrá tener en ellos el hecho de haber desempeñado la tarea. De todos modos, recordó que “en general, para cualquier llamado, los antecedentes de los trabajadores para trabajar en las tareas vinculadas al llamado siempre pesan. Eso es independiente de esta situación”.

Utmides aspira ahora a incluir las modificaciones por vía legislativa. En la etapa de negociación ya hubo contactos con diputados y senadores de los diferentes partidos, encontrando apoyo en los partidos de la oposición y “en la mayoría del oficialismo”, según había narrado la semana pasada a la diaria la trabajadora Clara Delgado.