El ministro de hacienda de Brasil, Guido Mantega, se adelantó casi un mes a presentar las cifras fiscales, buscando mostrar que la mejora en la recaudación tributaria es un indicador del buen último trimestre por el que ha pasado la economía brasileña. El viernes, Mantega habló en una conferencia de prensa y destacó que su gobierno cerrará 2013 con un superávit primario en las cuentas públicas cercano a los 75.000 millones de reales (unos 30.000 millones de dólares), una cifra que representa 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) y que se encuentra por encima de las previsiones que el gobierno había fijado para 2013.

“Quería comenzar el año trayendo buenas noticias desde el punto de vista fiscal”, afirmó Mantega al comenzar la conferencia, para luego asegurar que el gobierno central “cumplió su compromiso”. Aclaró que los datos no son definitivos y deberán ser revisados -usualmente la información fiscal del cierre de año se publica en la última semana de enero-, pero tras un par de años con un desempeño flojo de la economía, críticas y falta de confianza de actores privados, Mantega quería comenzar afectando las expectativas tal como lo hiciera la presidenta Dilma Rousseff en su mensaje de fin de año del 30 de diciembre (ver recuadro).

Además, el anuncio sobre el resultado fiscal fue hecho un día después de la divulgación de los datos sobre saldo comercial de Brasil, que si bien mostró un superávit, también reflejó que fue el más bajo en 13 años. El ministro de Hacienda afirmó que el superávit primario del gobierno central fue posible gracias al crecimiento de la recaudación de los últimos meses del año. “Estamos recogiendo los frutos de acciones hechas en 2012 y 2011 en el sentido de estimular el crecimiento de la economía”, dijo Mantega.

El crecimiento de la recaudación refleja el aumento de la actividad económica que comenzó a verificarse en el segundo semestre de 2013 en relación con el mismo período de 2012. Según Mantega, el adelanto de la información fiscal era necesario para “para bajar la ansiedad”. Irónicamente agregó que: “Hay algunos analistas que decían que no cumpliríamos la meta fiscal [...]. La anticipación [en la publicación de cifras] va a calmar a los nerviositos”.

Mantega destacó el esfuerzo del gobierno para reducir el gasto del estado central y no dejar que suba en relación al PIB. “Hemos reducido varios gastos que cada año crecen menos”, afirmó y agregó que a pesar de esos recortes no ha disminuido el presupuesto de la educación, la salud y las inversiones.

Según el ministro de Hacienda, estas últimas crecerán 6,5% en términos reales durante 2013 y serán, junto a las exportaciones, el motor de la economía en 2014. “2014 va a ser razonablemente mejor que 2013, las condiciones están dadas para que esto ocurra”, dijo.

Este año se da

La actividad económica en Brasil creció a una decepcionante tasa de 1% en 2012, y, de acuerdo a los analistas privados, debería cerrar 2013 con un alza de 2,3%.

Para 2014, los analistas de mercado mantuvieron la expectativa de crecimiento económico en torno a 2%, inferior a la de fin del año pasado, cuando el mercado esperaba que el PIB de Brasil en 2013 creciera 3,3% y que en 2014 lo hiciera a 3,8%. El deterioro de las expectativas se produjo en los últimos meses como consecuencia de las menores proyecciones de consumo e inversiones privadas debido a la suba de la tasa de interés que el Banco Central emprendió para controlar la inflación.

Dilma dixit

En una intervención para radio y televisión la presidenta afirmó: “tenemos que actuar siempre de forma productiva y positiva, buscando soluciones y no ampliando los problemas. Algunos sectores, sea por el motivo que sea, instigan a la desconfianza, especialmente la desconfianza injustificada, es muy ruin. La guerra psicológica puede inhibir inversiones y retardar iniciativas”, dijo la presidenta brasileña.

Al contrario, Mantega confía en que el crecimiento en 2014 será mayor a estas cifras, y para afirmar eso se afirma en el plan de concesiones para la explotación de los enormes recursos energéticos y para la construcción de infraestructura. “Esto deberá continuar en 2014 impulsado por las concesiones. Están funcionando [...]. Tuvimos [concesiones] en petróleo y gas, sector eléctrico, ferrovías, y este año habrá más en los tres primeros”, aseguró. Justificó además su estimación de crecimiento para 2014 en las mejores previsiones para las economías de Estados Unidos y Europa, los principales demandantes de materias primas brasileñas.