Advertencia: Cualquier semejanza con la realidad será realidad. Dicen que cuando Juan Barullo empinaba o bico con la caña más bagaza de la región, se largaba a recitar un rosario de improperios. Ahora bien… del Partido Colorado (PC) jamás hablaba mal; por el contrario, dicen que decía cosas como éstas: “¡Se alguém que me fazé troca de partido, eu meto baruio!, e se a pulícia que me levá, me leva, mas eu meto jodido baruio!” (“si alguien quiere hacerme cambiar de partido, ¡yo meto barullo! y si la Policía me quiere llevar, ¡yo meto tremendo barullo”!)

En los años 50 la ciudad era gobernada por caudillos y jefes de Policía autoritarios. La política electoral era otra cosa. Juan Barullo fue hijo de su tiempo. Rivera y Livramento nacen de los enfrentamientos políticos partidarios de las dos grandes colectividades tradicionales, de las guerras y los degüellos. Rivera nace de la conspiración, y Santana se nutre de ella en toda su historia.

“El exilio ha sido la constante de nuestro cotidiano. Blancos principistas, colorados riveristas, floristas, fusionistas. Maragatos, federalistas, chimangos, castilistas, bordistas, y hasta de más allá del río llegaron oleadas de rebeldes en retirada, entre los cuales vino el nostálgico Hernández, que en su dolor supuró esa máxima de la literatura americana en su Martín Fierro. Y digo eso porque en la conspiración del eterno exilio se forja una conducta, una manera de ser, una forma de vivir y existir”, cuenta el escritor local Roberto Beto Araújo.

7.22 AM

Me levanto. Abro la ventana que da a la calle. Escucho risas adolescentes. ¿Vendrán de algún baile? Está fresco y con niebla. Ya pasaron los adolescentes. Ahora se instala el silencio en la calle. Vivo en la calle Brasil, que cruza la ciudad desde el barrio Rivera Chico a Pueblo Nuevo. El maravilloso poeta riverense de la década del 50 del siglo pasado Olyntho Maria SimÕes escribió: “Calle larga como esperanza de pobre, como mi triste esperanza”. Esperanza. Es una hermosa palabra. Para iniciar el día. Es una linda palabra para anclarla en el día. Día de elecciones. Por dos. Doble esperanza para los “doble chapa”. Serán los votos que el alma pronuncia. ¿Macondo o Santa María? No, Riveramento

Deus só não faz chové canivete de ponta” (Dios solo no hace llover navaja de punta) sentenciaba un pastor político o político pastor. La política y la religión siempre anduvieron juntas en la frontera. Frontera fenicia y mística. Frontera del negocio “freeshopero” y del ocio-feitiço de religiosidad popular.

Hace unos años, para una investigación, fuimos al terreiro de Mãe Creuza, cerca de la línea divisoria del lado de Santana. Registramos los rituales. Al salir, junto a una imagen de la reina de las aguas Iemanjá, nos dimos de frente con la foto del ex presidente Lula y su número de lista 13. “O Lula e o único político que eu deixo entrá, e o único que pode fazé política aquí” (Lula es el único político que dejo entrar, es el único que puede hacer política aquí). Mãe Creuza es una de las muchas mujeres jefas de familia, con una caterva de hijos a su cuidado que reciben el auxilio social del Bolsa Família del gobierno federal de Brasil.

10.15 AM

En el circuito 12, de la Inspección Departamental de Primaria, me dicen que ya votaron 100 personas. La fila es larga, hay tranquilidad en el ambiente. Los delegados hacen su papel ayudando a los electores a encontrar su circuito. La mesa trabaja sin prisa pero sin pausa. El sol da las caras. Corre una brisa. Los autos pasan “volando”, cargando listas y gentes.
11.00 AM

Tira ese encosto, tira!” (¡Salga espíritu, salga!), brama un excitado y exaltado pastor pentecostal de una de las iglesias 24 horas tan habituales por acá. El pastor es un muchacho joven. Quiso ser candidato a edil pero no le fue bien en su candidatura.

Después nos cruzamos con Marlí, que es “doble chapa”. Nació en San Pablo en 1962. Dos años antes del golpe de Estado que instaló la dictadura militar en Brasil. Llegó a la frontera en 1984 para cuidar a su padre uruguayo. Tiempo después se casó con un riverense y frenteamplista. Ayer fue delegada general del Frente Amplio. Habla en portugués. Vota doble: primero en el colegio (liceo) Estadual de Livramento, y más tarde en el Centro Universitario de Rivera. En Brasil apuesta por Dilma a la presidencia y a Tarso para el gobierno estadual de Rio Grande do Sul. Me dijo que está entusiasmada. Y que este día lo está viviendo como una fiesta.
Polis norteña

Por eso la política acá es diferente, sostiene Beto Araújo. Araújo fue diputado suplente y “orejano” vinculado al Partido Nacional. Beto dice que la política tiene algo de señorial y medieval, la relación que se genera entre el caudillo y el votante, es muy parecido al del vasallo y el señor en tiempos de los castillos feudales.

Lo otro, la elección, es otra cosa de la antropología social… es que también nos nutre el crisol de sangres pueblerinas de acá y de allá, desde las márgenes dolidas del Congo hasta las praderas gozosas de Sevilla, los acantilados napolitanos, los barullentos sumuríes, árabes palestinos y sirio-libaneses, todos han dejado fluir su sangría, con el temple del pueblo que sabe sacar alegría de las tormentas, y festividad de los funerales. Y entonces, un pueblo alegre como todos hace de la elección una fiesta, con chupe y chorizo, truco y ticholo, taba y cuete brasilero. 12.05 PM

El calor es intenso. Las calles de Livramento están desiertas. Pasan varios autos llevando votantes de un lado al otro de la frontera. Después de cruzar la línea divisoria, divisamos una carpa de la lista 15 del Partido Nacional en pleno Parque Internacional. Es la única agrupación en la plaza. Distribuyen listas y dan información. Dos mujeres amables nos atienden. Hablamos brevemente. Seguimos, hace calor. Al rato de caminar por la calle principal de Livramento, rua dos Andradas, nos encontramos con Raed, de origen palestino, un joven comerciante que me confiesa su voto por Dilma y Tarso. También cuenta que esta campaña fue muy participativa. Y muy violenta. Con muchas acusaciones entre ambos candidatos. No se puede hacer campaña ni boca de urna en esta segunda vuelta. La Policía y la brigada militar custodian los circuitos y los alrededores, y te pueden “llevar” por hacer manifestaciones partidarias, nos alerta Raed.

Votación speed y musical

Llegamos a la mesa de votación número 105, en el Sala Cultural de la Prefeitura (Intendencia) de Livramento. A las 14.00 aproximadamente, nos informaron que habían votado 127 ciudadanos, de un total de 365 inscriptos. La gran “vedette” de este evento cívico sigue siendo la maquina digital de votación. El tiempo de votación es de cuatro o cinco segundos por cada votante. Los ciudadanos pueden, además, sufragar con cualquier documento que tenga una foto. La presidenta de la mesa, Margarete, nos confirmó que votaron muchos “casteianos”. Los mesarios son cuatro: un presidente, dos mesários y un secretario. La fila es casi inexistente.

Nos llamó la atención una figura caracterizada con prendas de “gaúcho”. Se presentó como “Gaucho Fronterista”, cantor “nativista”, folclórico. Dijo ser natural de Rivera, nacido en el barrio Pueblo Nuevo, de 56 años, y que vive actualmente en Canoas, zona metropolitana de Porto Alegre. Además nos “cantó” su voto: para gobernador del estado de Rio Grande do Sul, Sartori de PMDB y, para presidente Aécio del PSDB.

Y de yapa, nos dejó un CD: Canta a Música do Homem Campeiro (Canta la música del hombre de campo) tal vez con la idea peregrina, de que pudiéramos ayudarlo a difundir su trabajo. Claro que le dijimos de los límites de nuestra tarea. De todas maneras, enfrente a la Sala Cultural, en la plaza Osorio, en el centro de Livramento, nos regaló uno de sus temas cantado “a capela”.
Dos comités enfrentados

A la vuelta de Livramento nos topamos con dos comités políticos. Uno del candidato de la lista 10, Mauricio Gonzáles, del PC, frente al comité central del Frente Amplio (FA). Separados por la calle, las esquinas se entusiasman y vibran. Agraciada y José E Rodó, a media cuadra de la cárcel de mujeres. A una cuadra de la plaza Artigas. A una cuadra de la Junta Departamental y de la Intendencia. Pleno centro. Epicentro. Allí conversamos con María Teresa (PC) y Luis Alberto (FA). Los dos sostienen que no hay competencia y que prima la solidaridad, el compañerismo. “Es una esquina democrática” afirma Luis. María Teresa dice “sí”, con la cabeza. “No hay discordia”, agrega María Teresa, “nos damos una mano”. Me dijeron que ayer cruzaron para saludarse y compartieron unos mates y tortas.

Les pregunté cómo la veían para sus candidatos. Los dos al unísono: “¡bien!” Al mismo tiempo le tiraron un palito al candidato al Senado Tabaré Viera, del PC, de la agrupación 2000. “Tabaré Viera hizo las cosas mal”, “se separó de Pedro”, sentencia María Teresa. Ahora es Luis quien confirma moviendo la cabeza. 15.45 PM

Nos encontramos con Rosa y Dinorah a la vuelta. Rosa es militante del PT, aunque nació en Montevideo, lleva una camiseta con la antigua foto de la guerrillera Dilma cuando fue capturada por las fuerzas armadas de Brasil. Sobre fondo rojo, la estampa de su rostro joven, y la frase: “Coração Valente”. Con Dinorah el encuentro es muy “saludable”, la compañera nos regala unas empanadas que lleva para los delegados de los circuitos de votación. Le agradecemos el auxilio. Como decía mi abuela: “saco vacío não ficá em pé” (saco vacío no se mantiene en pie). Epílogo

Las identidades fronterizas nos hacen ser quienes somos y vivir lo que vivimos. No hay grandes diferencias el día de la elección. Sin embargo, hay diferencias sutiles. La frontera es comunidad con rasgos de aldea y de travesía. Nomadismo y delgadas raíces entre caminitos de tierras coloradas.